El Secreto del Olimpo |CRUDET 1|

47. "Sus ojos"

Lyra se levantó como rayo de la cama y me aprisionó contra el suelo.

—¿Qué fue lo que viste? —me demandaba bastante enojada— Respóndeme Annabeth, o la que no va a responder soy yo.

—¿Qué sucede aquí? —preguntó Rachel viéndonos a ambas en el piso. Entonces miró alrededor, y al igual que Lyra, comenzó a entenderlo todo. Eso dió tiempo suficiente para que Lyra se tranquilizara, y aflojara su agarre, al final terminó soltándome.

—No tenias derecho —me dijo con voz entrecortada y dándome la peor mirada de desepción que me habían dedicado en mi vida— era algo personal, y no tenias derecho de verlo. ¿Tanto quieres que salga de tu vida Annabeth? ¿Tanto como para a toda costa buscar pretextos y excusas?

Entonces por sus mejillas comenzaron a brotar más lágrimas, ahora incontrolables, las cuales limpiaba frenéticamente con sus manos, se levantó y salió corriendo de la cabaña, no sin antes chocar con un somñoliento Percy. Percy no sabía que hacer, miraba la puerta y a mí de hito en hito.

—Será mejor que vallas con ella Percy, te necesita —dijo Rachel condesendientemente.
—Percy... —intentpe retenerlo, entonces él me miró.
—Tú no estás llorando, y ella sí —y con esa frase salió corrinedo tras Lyra.

Rachel me tendió una mano, la cual, por las circunstancias, terminé aceptando. Entonces ella se acercó a la cama de Lyra, tomó el collar en sus manos y caminó hacia mi cama, se sentó en el borde de forma que yo pudiera verla y palmeó un lugar en la cama.

Debo decirlo, tenía mis dudas de acercarme, aún estaba bastante furiosa y un poco desconcertada por la actitud de Lyra, sin embargo no tenía muchas opciones, me senté en la cama.

—Le has dicho que fuera con ella —dije en tono resentido.
—Hay que ser honestas Annabeth —me dijo tranquila— tú no lo necesitas en este momento y...
—Y ella si ¿No? —la reté.
—Bueno, es un hecho que no me necesita a mí... Percy suele saber cómo calmarla.

Se hizo un silencio entre nosotras, definitivamente esa era una de las cualidades de Percy, saber calmar a la gente, cuando yo me ponía histérica más pequeña, con un abrazo y un par de palabras, lograba tranquilizarme... no era de extrañar que tuviera el mismo efecto en Lyra. Pero eso no quitaba el hecho de que todos le daban el lugar a ella.

—Annabeth, no te defiendo —dijo— que quede claro eso. Pero te entiendo, y voy a intentar hablar con Lyra. Cualquiera tendría curiosidad. Pero tienes que entender que para Lyra es un tema delicado...

—Sin ofender Rachel, pero para todos es un tema delicado el que uno de nuestros padres sea un dios.

—No he dicho lo contrario. Pero para ella, es un tema un poco más que dificil. No le gusta hablar de ello, nisiquiera conmigo o con Anny. Para Lyra, el tema de Atenea es muy delicado. Pero bueno, no era eso lo que iba a aclararte —dijo endiéndome el collar— solo procura no comentarle esto a Lyra, no lo hago por tí, lo hago por ella, porque no es mi intensión que sigas pensando mal de cada cosa que hace —al ver que no hacía nada añadió— tómalo y ábrelo.

Lo hice, tomé esa cosa en mis manos y lo abrí... era una escena... (ni siquiera aún tengo las palabras adecuadas para describirla) extraña... Era mi padre, Frederick Chase, y estaba mostrándole a su actual esposa a una yo en bebé...

—Se llama Annabeth —decía mi padre nervioso.
—Es preciosa Frederick —decía ella— debo entender que se parece a su madre.
—Si, ella murió cuando nació Annabeth. Pero tiene sus ojos —decía mi padre con ojos soñadores pero tristes.
—Y unos muy bonitos por cierto —entonces la yo pequeña comenzó a llorar y ella comenzó a mecerme en sus brazos— Frederick, pasame su biberón —papá obedecía y ella me arrullaba mientras me deba mi leche, poco a poco la pequeña yo, fue cerrando los ojos..

—Vamos a ser una gran familia Frederick, ya lo verás —decía ella con cariño... auténtico cariño mientras con sus labios rozaba la frente de mi yo pequeña— sé que jamás seré su madre, pero intentaré ser su amiga.

Entonces la imagen se esfumó paulatinamente.

—¡¿Qué es esto?! —pregunté aún más furiosa que antes, me estaban jugando una mala broma y eso no era justo, nada justo.
—Un recuerdo —dijo Rachel— ¿Qué más va a ser?
—Yo no recuerdo esto —dije bastante furiosa.
—Oh... no, claro que no, la primera imagen que te muestra, siempre es la que más atesoras, pero que no recuerdas, es... como tu recuerdo más importante. Después puedes elegir que recuerdos quieres ver. En caso de que no tengas nada en mente, te muestra uno nuevo.

—Eso jamás pasó —dije rotundamente.
—Claro que pasó, solo que eras muy pequeña para que tu cabeza lo recuerde sola, al igual que la de Lyra cuando Atenea le cantó.
—Esto no es posible.

—Mira Annabeth —dijo Rachel un poco exasperada— ya hice lo que pude, si Lyra no vuelve a hablarte en su vida, no preguntes la razón, solo necesito que me jures que bajo ningún motivo vas a informar a Lyra que te he dejado ver su collar hasta que yo no se lo haya dicho.

—Lo juro por la laguna estígia —dije... y al segundo me arrepentí de haberlo hecho...

No pude dormir... por mucho que lo intenté no pude. Estaba enojada con Atenea... Lyra era su hija consentida... hasta ese momento, siempre creí que era yo. Le había cantado una canción de cuna, la había llamado su Luz... yo solo era Annabeth su hija, la hija de Atenea. Una más del montón, peor ella era SU consentida <<Estás celosa>> Pero claro que estoy celosa, ¿Quién no lo estaría si toda tu vida crees que eres la consentida de tu madre y luego vienen y te dicen que no es así? <<Yo no me refería a eso>> ¿Entonces a qué? <<Tu lo sabes... así como ese recuerdo, debes descubrirlo, o solo aceptarlo>> Mejor cállate.

Definitivamente estaba mal, habían pasado varias horas ya, cuando escuché a Percy y Lyra entrar por la puerta.

—Gracias Novato.
—Denada Pecas, aún así hay cosas que...
—Lo se —lo interrumpió ella— prometo explicartelo todo mañana con más calma ¿Bien? Ahora hay que ir a dormir.

Después de eso ya no escuché más palabras y cantos ni ruidos, así que poco a poco también fui sucumbiendo al sueño, como todos en esa cabaña, como todos en el campamento.

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Hola Queridos semidioses!!!! Lamento no haber publicado el jueves mi última semana de escuela y es algo estresante ¬¬ Pero aquí estoy con otro capítulo dedicado a Annabeth con todo my corazón... Y también a ustedes.

Abrazos y Saludos

Azeneth