Capítulo 6: Destrucción

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Gunther

Estábamos en los arbustos cercanos a la cabaña de Hefesto, cuando de la nada Dylan y Cyrus Fletcher aparecieron por arte de magia. Ellos son reconocidos por la cantidad de bromas que le hacen a todos los semidioses del campamento, algo así como los famosos del lugar.

Y sí, señores; aquí tenemos de todo: destrucción, drama, farándula y mucho más (Si no leíste eso en tono publicitario, estás mintiendo).

Volviendo al tema; los gemelos llegaron con un bate de baseball, un palo de hockey, una raqueta de tennis y un palo de golf.

-Entonces ¿Qué van a querer? Tranquilos, no les vamos a cobrar- dijo Cyrus poniendo las "armas" en el piso.

-Por ahora- añadió Dylan con una sonrisa maligna.

-Me pido el de hockey- habló Aria rápidamente mientras lo tomaba del piso. Este tenía unas partes de metal pegadas en lugares aleatorios de su extensión, lo cual seguro facilitaría la destrucción de la casa Barbie.

-Yo quiero el bate- dije yo y lo tomé del piso. Este era un bate común y corriente a simple vista pero tenía unos diseños geniales; letras de color rojo que decían "Good Night" y frases psicópatas por todo el resto del bate. Era perfecto.

-De acuerdo, eso le deja a Cyrus la raqueta- dijo Dylan arrojándosela -Y un palo de golf para papá

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-De acuerdo, eso le deja a Cyrus la raqueta- dijo Dylan arrojándosela -Y un palo de golf para papá.

-Como digas, papá- dijo con sarcasmo su gemelo.

Los cuatro nos asomamos para observar la cabaña. Se veía totalmente vacía ya que era la hora de salir a chismear de los hijos de Afrodita. Claro, no todos salían a chismear, había gente que solo salía a hablar con sus amigos o hacer otras cosas. No todos eran malos como la gente piensa.

Nos acercamos en silencio hacia la cabaña y miramos por una ventana, abierta por cierto, que no había ni un alma en toda la cabaña. Oficialmente todos habían salido. Perfecto.

-Tenemos dos opciones, entrar en silencio o romper la ventana- les dije a los chicos en un susurro.

Aria simplemente se levantó, cerró la ventana, miró hacia los lados y luego golpeó la ventana con su palo de hockey; haciendo que se rompiera en pedacitos.

Los gemelos se rieron y entraron a la cabaña seguidos de Aria. Yo solté un suspiro, estos niños no pensaban antes de actuar.

-Bueno, bueno- dijo mi hermana postiza -¿Qué tenemos aquí? ¡Pero si es la razón de vivir de estas tipas!- se burló mirando con malicia a los estuches de maquillaje, los secadores de cabello y cualquier otra cosa que posiblemente sea vital para una hija de Afrodita.

Disaster II: El Trato MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora