Unas semanas después...
Silvia: Abre la boca. Tienes que comer.
Paulina: Que no quiero.
Silvia: ¿Quieres que te inyecten? Yo llamo a la enfermera.
Paulina: No, tampoco. Quiero seguir jugando.
Silvia: Paulina, juegas luego.. ten. -se acerca y la niña se gira virando la sopa de la cuchara- Pau, mira lo que has hecho. -lo limpia- ¿No quieres comer? Perfecto, -deja las sopas en la mesa- no lo hagas, cuando venga la doctora o la enfermera le diré que te inyecte por no querer comer.
Paulina: Vamos a jugar, o a pintar. Mira, allí hay un libro.
Silvia: Paulina, -ella la mira haciéndole ojitos- No me hagas esos ojitos..
Paulina: Anda mamita, un rato ¿si? Por favor.
Silvia: -La ve- Bueno. Un rato nada más. -lo busca y se sienta en la cama con ella-
Un rato después entra un pediatra
Pediatra: Buenas -mira su reloj- Tardes. Yo soy Angel, el nuevo pediatra de Paulina Casanova. -le da la mano- ¿Usted es....?
Silvia: Buenas tardes -le da la mano también- Yo soy Silvia, la mamá de Paulina.
Angel: Bueno, mucho gusto. -se acerca a la niña- Hola, Pau. Soy Angel, tu nuevo pediatra.
Paulina: Hola. -le sonríe a medias-
Angel: ¿Cómo te sientes? ¿Bien? ¿Regular? ¿Mal?
Paulina: Regular.
Angel: Cuéntame, ¿qué tienes?
Paulina: -Ve a su mamá- Mamá, dile qué tengo.
Silvia: Dile tú, yo no sé como te sientes o qué tienes.
Angel: Exacto, tu mami no sabe qué es exactamente lo que te pasa. Así que cuéntame, te escucho.
Paulina: Pues estoy cansada y me siento débil.
Angel: -Apunta todo lo que dice en su carpeta- Es normal, mi niña. Así que no te preocupes, todo bien. ¿Ya comiste?
Paulina: -Ve a su mamá- No, no quiero.
Angel: ¿Por qué?
Paulina: No tengo hambre, estoy bien así.
Angel: Debes comer, ya que quieres mejorarte ¿cierto? -ella asiente- Pues entonces debes comer bien para eso.
Paulina: Pero es que no tengo hambre.
Angel: Bueno, entonces si no te da hambre tendré que mandar a una enfermera a que te inyecte.
Paulina: No, eso no.
Angel: Bueno, cualquier cosa que pase me busca al frente o llame a una enfermera. -Silvia asiente, él sale y Jorge entra-
Jorge: Hola.
Silvia: Hola, Jorge.
Jorge: ¿Estás bien?
Silvia: Sí, ¿tú?
Jorge: Sí. Vine a ver si querías que me quedara con la niña mientras vas a tu casa, te cambias y así. No sé, también para que estés con tu hijo.
Silvia: No lo sé. No creo que ella quiera -ve a Paulina quien estaba entretenida pintando nuevamente-
Jorge: Cuando esté dormida puedo quedarme con ella, así te vas tranquila y la niña no se alterará porque estoy acá. Así estoy con ella un poco.
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Llegas tarde
Storie d'amore¿Y qué pasa cuando todo lo que quieres, amenaza con irse? Si quieres saber qué pasará, te invito a leer esta pequeña historia.