Titanic: Love Will Remember (Larry Stylinson)

Capítulo 15 (Final)

Louis se sentía morir.

Sentía como si en cada músculo de su cuerpo se clavaran miles de agujas produciéndole un insoportable dolor. Trató de nadar, pero tenía todo el cuerpo demasiado adormecido. Trató de aferrarse a la mano de Harry, pero ésta se había soltado de su agarre. Trató de llegar a él, pero a pesar de sus esfuerzos, no encontraba más que agua.

Abrió los ojos e inmediatamente se arrepintió de haberlo hecho. Sintió que el agua, en una combinación de sal y baja temperatura, se los quemaba por mucho que los apretara para aliviar el dolor. Algo se enganchó al dobladillo de su pantalón, y gracias a Dios, lo desenredó de sus tobillos.

Louis pataleaba para mantenerse en la superficie, y justo cuando él pensaba que sus pulmones estallarían, comenzó a gritar.

Tomó otra respiración profunda y miró alrededor en busca de Harry o Zayn. No podía ver nada más allá de sus pies. Sin la luz de la luna o las luces de la nave, todo estaba oscuro; sus compañeros de viaje no eran más que formas débiles y pálidas golpeando en el agua.

—¡Harry! ¡Zayn! —Gritó—. ¡Harry!

Siguió llamándolos hasta que su voz se quebró y dejó de funcionar. Aturdido por el dolor, Louis flotó en el agua hasta que su cuerpo ya no era capaz de sentir ni el frío. Una enorme puerta, que parecía haber pertenecido a Primera Clase, flotaba cerca, y reunió sus últimas fuerzas para alcanzarla y subirse arriba.

Una vez allí, se quedó mirando el cielo; las lágrimas fueron una cálida caricia contra su fría piel.

Se habían ido.

. . .

—Aquí hay uno, ¡dame una mano!

—Parece muerto, déjalo.

—No, puedo ver su aliento en el aire. Haz lugar allí y pásame una manta.

Las voces venían a Harry como a través de un largo túnel de viento, mientras era arrastrado dentro del bote y le quitaban el salvavidas.

Sus párpados se agitaron mientras trataba de concentrarse en el hombre inclinado sobre él que lo tapaba con una manta de lana hasta la barbilla.

—Lou... Louis... —arrastró las palabras. Pero el hombre lo calló colocándole una botella de whisky en los labios. El alcohol quemó todo el recorrido de su garganta y luego perdió el conocimiento una vez más.

Sin noción de Harry, otro hombre flotaba cerca, ya con la piel azul a causa de su muerte, y en su chaqueta desgastada un nombre escrito con hilo blanco relució entre la mojada chaqueta.

Zayn Malik.

. . .

—Ahí está, amor. Estaba empezando a preguntarme si se iba a despertar. —Unas manos extrañas la cubrían con una manta hasta los oídos.

Louis parpadeó hacia el cielo, que todavía estaba oscuro pero ya iba aclarando a un color gris rosado opaco en el horizonte. Su cabeza palpitaba y le castañeteaban los dientes. Pero cuando un suave brazo le levantó la cabeza y le presionó un frasco de agua, él bebió agradecido.

Notó que estaba en un barco salvavidas que iba casi vacío, lo ocupaba uno de los oficiales del Titanic y dos de sus tripulantes, otros dos pasajeros que estaban sentados juntos en silencio, y quien lo había tapado. Vagamente se preguntó si se trataba de Harry o Zayn, pero estaba demasiado cansado para expresar su duda en voz alta.

Los suaves murmullos de los miembros de la tripulación de remo y su oficial lo fueron arrullando hasta que volvió a dormirse. Soñó con un hombre que una vez lo había amado desesperada y locamente.

. . .

Cuando volvió a abrir los ojos, un barco se alzaba por encima de él bloqueando la débil luz del sol.

—¿Puede usted sentarse, joven? —preguntó una voz. Era otra de las pasajeras rescatadas, una mujer que llevaba un abrigo harapiento bordado en piel, con una sonrisa amable. Ésta le pasó un brazo alrededor de su cintura y lo ayudó a incorporarse —Ahí lo tienes. Vamos a poder calentarnos muy pronto. ¿Cuál es tu nombre?

¿Su nombre? Louis debe luchar por encontrar la respuesta, y ni hablar para expresarla en palabras —Lou... Louis.

—Eso es bastante —sonrió —Yo soy Elizabeth –Con una simpatía parecía fuera de lugar, dadas las circunstancias, ella le ofreció su mano. —Vamos a estar bien, ¿sabes? Muy bien.

Mientras la tripulación del barco arrancó su viaje en el mar, Louis se preguntó si alguna vez volvería a estar bien.