Epílogo

1.1K 88 32
                                    


Aquí está el epílogo, no se alteren niñas. ♥


15 de abril 1912 RMS Carpathia

Después de cargar a la última sobreviviente del Titanic, el bote número 12 fue izado a bordo del Carpathia, y, veinte minutos más tarde, se dirigía a Nueva York.

Harry se sentó solitario en el comedor, con la mirada fija en las haces en el fondo de su taza de té. Desde la absoluta vacuidad de sus pensamientos, un recuerdo vago vino a su mente, de una feria a la que una vez había asistido en Wiltshire, no muy lejos de casa.

Ahora, cuando empujó la taza hacia un lado, pensó que se había cumplido dicha predicción, había encontrado el amor, y el mar se lo había quitado.

El bote salvavidas de Harry había sido uno de los primeros en ser sacados del mar, y cuando subió a bordo del Carpathia, se encontró rodeado por la generosa bienvenida de la tripulación del barco y sus pasajeros. Carpathia había estado en su ruta regular, con destino a Fiume, cuando recibió la llamada de socorro del Titanic.

Después de ser visto por el médico del barco, le dieron un par de calcetines de lana y un par de zapatos –que le quedaban un poco grandes-, junto a varias tazas de café bien cargado. Se había envuelto con una manta sobre los hombros y dormitó en una silla en la cubierta, bajo el sol de la mañana. Cuando se despertó ya era casi mediodía y fue a buscarse una taza de té. Se sentó en el comedor, rodeado de una mezcla de pasajeros de ambos buques.

Al principio, había buscado por toda la sala, con la esperanza de encontrar a Louis. Pero él no estaba ahí, y a pesar de las ganas, Harry tampoco esperaba que así fuera. Así que había bebido su té y una taza de caldo sabroso que un mayordomo le había puesto delante para entrar en calor, ya que todavía temblaba mientras su cuerpo luchaba por liberar el susto de su terrible experiencia.

Cuando la multitud en el salón se hizo demasiado grande para su gusto, volvió a salir a cubierta. Varios de los oficiales del Carpathia iban de persona a persona, escribiendo sus nombres en unos papeles. Dos veces antes, Harry había asaltado a los oficiales, preguntando si un Louis Tomlinson había sido rescatado, pero las dos veces había recibido la misma respuesta negativa.

Harry se deslizó por la cubierta, buscando un lugar tranquilo donde sentarse y preguntarse que sería ahora de su vida.

. . .

Los gruñidos de su estómago lo despertaron de su sopor. El sol se había alzado y ahora estaba asentado cerca del horizonte, tiñendo el cielo en una acuarela de rosas, naranjas y morados.

Se moría de hambre; la sopa que había comido antes y lo que debe haber sido un galón de té y café no eran suficientes.

Ahora que estaba despierto, Louis volvió a ser el completo protagonista de sus pensamientos. El dolor fue como un puñetazo en el estómago tan feroz que quería acurrucarse y gritar por el dolor.

Se acercó a la barandilla y se sujetó a ella con ambas manos, cerrando los ojos con fuerza para contener las lágrimas que amenazaban con salir. Cuando los abrió de nuevo, miró la cubierta inferior, repleta de pasajeros rescatados de la tercera clase del Titanic.

Suspirando, levantó la mirada hacia el horizonte, y un destello rojo le llamó la atención. Poco a poco volvió la vista hacia la derecha, y su mirada cayó sobre un joven parado cerca de la proa. El viento alborotaba su cabello mostrando una imagen inusual incluso teniendo en cuenta los acontecimientos del día.

Pero el pañuelo rojo atado alrededor del cuello del joven fue lo que retuvo la atención de Harry, las borlas del pañuelo bailaban alegremente en la brisa.

Titanic: Love Will Remember (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora