Capítulo 5

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El maestro de armas se acercó a Harry, quien permanecía sentado en el banco, envuelto en una cobija. A su alrededor, Dess, Scott, Robert Villegas y el Sr. Strauss observaban la escena. Louis, flanqueado por dos miembros de la armada, permanecía impasible detrás del maestro de armas.

—¿Fue eso lo que ocurrió, señor Styles? ¿El joven no estaba tratando de robarle? —preguntó el maestro de armas.

—¡No! Él no lo estaba haciendo —gritó Harry, ofendido. —¿Es necesario? ¿Cómo se atreven a maltratar al caballero? —intervino Harry con desdén.

Dess resopló delicadamente. —No exageres, Harry. El joven... Tomlinson, ¿verdad? Sí, el joven Tomlinson puede ser un muchacho, pero tampoco me atrevería a llamarlo caballero.

—Padre, por favor, no seas grosero.

—Yo te digo, Dess, que estás siendo un poco duro. Sobre todo teniendo en cuenta que el joven ha rescatado a su hijo —acotó Robert, sonriendo a Louis, quien no le devolvió la sonrisa.

Dess no respondió, pero mantuvo su mirada fría en Louis.

—Harry, tal vez te gustaría decirnos exactamente lo que sucedió, una vez más... —sugirió Dess.

Harry suspiró. —Sucedió como le dije, padre. A pesar de su intento inútil por frenarme, yo había bebido mucho y pensé que sería divertido subir a la barandilla. Me resbalé, Louis estaba cerca y me atrapó.

—En efecto. Tengo dos preguntas entonces: En primer lugar, ¿por qué el joven Tomlinson se encontraba fuera en ese momento de la noche, cuando debería estar en su litera en tercera clase? —Louis cerró sus ojos en respuesta a las palabras despectivas.

—Y en segundo lugar, el joven Tomlinson es, sin duda, pequeño y muy delgado a decir verdad. Harry, ¿tú esperas que te crea que un joven que probablemente no llegue a pesar 8 stones te cogió a medida que caías y te tiró encima de la barandilla? ¿En serio?

—Ocho stones y medio, señor Styles, y soy más fuerte de lo que parezco.

Dess se volvió a mirar a Louis, quien le sonrió. Harry también sonrió, contagiado por la audacia de Louis.

No obstante, el maestro de armas no parecía convencido, pero como Harry se aferraba firmemente a su historia, no había motivos para mantener los cargos contra Louis. El maestro de armas asintió con la cabeza a los miembros de la armada, y estos liberaron a Louis. Este se frotó los brazos y dirigió una mirada agradecida a Harry.

—Bien, caballeros... si no hay nada más, les deseo buenas noches —se despidió el maestro de armas mientras se retiraba con sus tripulantes tras los talones.

—Vamos, Harry. Necesitas dormir fuera de tu estupidez —dijo Dess bruscamente, tomando del brazo a su hijo y arrastrándolo del banquillo, pero Harry se soltó del agarre.

—Puedo caminar por mi mismo, padre.

El Sr. Strauss aclaró la voz. —Evidentemente, la valentía del joven Tomlinson debería ser reconocida —sugirió, mirando ligeramente escandalizado a Dess Styles por sus costumbres atroces.

Dess se detuvo en seco y giró sobre su eje para enfrentarse a Louis. Miró a Scott, que no había quitado los ojos de Harry desde que habían llegado a la escena.

—Dale veinte al niño, Braun. Eso debería ser suficiente.

Harry rió con amargura. —¿Eso es lo que vale la vida de tu único hijo?

—Después de las travesuras de esta noche, ¿te crees que vales más?

—Dess, ahora no —pidió Robert, haciendo una mueca. Luego, se volvió hacia Louis, quien estaba tan asombrado por las palabras de odio de Dess que solo podía mirarlo.

Titanic: Love Will Remember (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora