La Mentira

Capítulo 9

Una lágrima rodó por el rostro de Anahí,

- Anahí: Si me explicas qué es lo que te pasa, creo que entendería.
- Alfonso: No creo que sea necesario explicarte las cosas, sabes mejor que yo lo que pasa.
- Anahí: Te repito, no sé de qué hablas.
- Alfonso: No puedo creer que seas tan descarada,
- Anahí: No te entiendo y si vas a seguir hablándome así, te voy a pedir que te vayas,
Anahí comenzó a caminar para retirarse del lugar, pero Alfonso la detuvo del brazo.
- Alfonso: Anahí,
Ella se volteó para mirarlo, pero se soltó para que no la tocara.
- Alfonso: Quitémonos de una vez las máscaras. No estoy dispuesto a seguir más tu juego,
- Anahí: ¿Qué máscaras? ¿Qué juego?
- Alfonso: Ya fue suficiente,

Anahí se quedó unos segundos en silencio mirándolo, estaba confundida y él lo notó, definitivamente no entendía la actitud de Alfonso, después de pensar unos instantes llegó a su conclusión, la actitud de él tenía un por qué y ella estaba dispuesta a aclarar las cosas,

- Anahí: Ya entendí

Se cruzó de brazos y Alfonso la miró esperando que por fin hablara con la verdad, o al menos con la verdad que él conocía.

- Anahí: Si lo dices por lo de Derrick, te comunico que rompí nuestro compromiso.

Una vez más Anahí sorprendía a Alfonso, dejándolo sin palabras, incrédulo de lo que acababa de oír, la miró fijamente.

- Anahí: Ya no me voy a casar con él,
- Alfonso: ¿Qué? ¿Pero por qué?
- Anahí: No estoy acostumbrada a mentir, no podía casarme con él después de haber estado contigo,
Alfonso seguía mirándola,
- Anahí: No soy tan descarada, ni cínica como me crees ¿Ahora si te puedes ir? No quiero seguir escuchando tus insultos.
- Alfonso: Pero...
- Anahí: ¿Pero qué?
- Alfonso: Olvídalo, no tiene caso.
- Anahí: Entonces si ya terminaste, no tengo nada que hacer aquí, ya sabes por donde es la salida,
Nuevamente comenzó a caminar, pero Alfonso la detuvo anteponiéndose en su camino,
- Alfonso: Espera,
- Anahí: ¿Qué quieres?
Antes que Alfonso pudiera hablar su teléfono móvil sonó, contestó de mala gana, Anahí comenzó a caminar y él después de colgar la llamada la alcanzó, la miró fijamente, pero ella esquivó su mirada,

- Alfonso: Me tengo que ir,
- Anahí: Bueno ¿Qué esperas?
Le señaló el camino de salida,
- Anahí: Apúrate,
- Alfonso: Pero tenemos que hablar,
- Anahí: Hablamos prácticamente todos los días,
- Alfonso: ¿Puedo venir mañana?
- Anahí: Como quieras, me da igual.
Alfonso suspiró sin quitarle la vista de encima,
- Alfonso: Hasta mañana.

Se acercó a ella y la besó lentamente en los labios, Anahí no estaba preparada para aquel impulso, cerró los ojos y se dejó llevar junta con él. Alfonso la besó tan delicadamente que se llegó a estremecer, la piel se le erizó y su pulso se aceleró, cuando abrió los ojos pudo ver como él se alejaba.

Al entrar a su casa Maite la esperaba al teléfono, durante la tarde Derrick había hablado con Guido sobre la ruptura, y Guido en seguida se lo hizo saber a Maite.

- Maite: Fue lo mejor que pudo haber pasado.
- Anahí: No sé, lo hubieras visto. No sabes lo mal que me sentí.
- Maite: Sé que debe haber sido difícil, pero si no lo quieres no hay de otra. Además él es joven, agradable y guapo, estoy segura que va a encontrar a alguien más.
- Anahí: De verdad eso espero, debe estar pensando lo peor de mí.
- Maite: No creo, Anny. Sabes que él no es ese tipo de personas y la pena se le va a pasar, con el tiempo todo se olvida.
- Anahí: Gracias por llamar, necesitaba hablar contigo.
- Maite: Ahora lo que realmente me preocupa eres tú, me has hablado de Derrick todo el tiempo y de ti nada ¿Cómo estás?
- Anahí: Supongo que mejor que él,
- Maite: Ya deja de pensar en Derrick, tú misma dices que cuando en una relación hay problemas es por culpa de los dos, deja de echarte la culpa de todo.
- Anahí: Tienes razón.
- Maite: Si te pregunto cómo estás es porque no te escucho bien, y después de lo que pasó con Alfonso...
- Anahí: No me hables de Alfonso.
Suspiró,
- Anahí: Hoy estuvo aquí. Dijo que mañana vendría,
- Maite: ¿Y qué piensas hacer?
- Anahí: Primero veré que piensa hacer él, nunca lo he visto entusiasmado conmigo, no quiero hacerme falsas ilusiones.
- Maite: Ni quien te ayude.