Capítulo 27

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  - Alfonso: Pero no se quede callado, hable,
- Doctor: Las dos están bien, el peligro ya pasó,
Alfonso sonrió aliviado,
- Doctor: Pero la niña se va a tener que quedar unos días más en la incubadora, como es prematura el pediatra quiere ver cómo evoluciona,
- Manola: ¿Y Anny?
- Doctor: Ella está descansando, en un rato más la trasladan a su cuarto,
- Alfonso: ¿Y la bebé? ¿Dónde está?
- Maite: Sí, yo quiero conocerla,
- Doctor: Me temo que hoy no la van a poder conocer, ya es muy tarde,

Era la medianoche y esa no era hora de visitas, pero el doctor que había tratado durante todo el embarazo a Anahí, como un caso especial dejó pasar a Alfonso para que pudiera conocer a la niña. Al llegar al cuarto dónde la tenían la miró a través de un cristal, se veía tan frágil e indefensa, era parte de él y de Anahí, había nacido de lo más bonito y verdadero que jamás había sentido, lo inundó un sentimiento inexplicable, el verla lo emocionó hasta las lágrimas. Hace un poco más de un año, cuando recién conoció a Anahí, nunca se habría imaginado en la situación que se encontraría en ese entonces. La contempló sonriendo por unos segundos hasta que una enfermera le pidió que abandonara el lugar. Insistiendo un poco más, también logró que lo dejaran estar unos minutos con Anahí, aunque él no estaba muy seguro que ella quisiera verlo y corriendo el riesgo que su presencia no fuera de su agrado, entró al cuarto en donde estaba haciendo el menor ruido posible cuidando su sueño, pero Anahí no estaba dormida, apenas sintió que alguien se acercaba a ella, teniendo la seguridad de quien se trataba, abrió lentamente los ojos. Alfonso se acercó y le tomó la mano,

- Alfonso: Si estás cansada puedo volver mañana,
- Anahí: No. Quédate,
- Alfonso: ¿Cómo te sientes?
- Anahí: Cansada,
- Alfonso: Es normal después de tener un bebé,
- Anahí: Supongo que sí,
Ninguno de los dos dejaba de mirarse y mientras hablaban Alfonso le acariciaba la mano a Anahí,
- Anahí: ¿Ya la viste?
- Alfonso: Sí, pero no pude estar mucho tiempo con ella,
- Anahí: Mañana podrás verla de nuevo,
- Alfonso: Mañana y todos los días, porque no me pienso ir de tu lado,
- Anahí: Alfonso... Yo...
- Alfonso: Sé que no es ni el lugar ni el momento para hablar del tema, pero necesitaba decírtelo,

Cada vez fue agachando más su cabeza hasta rozar su nariz con la de ella, Anahí cerró los ojos casi por instinto y segundos más tarde sintió los labios de Alfonso junto a los de ella haciendo contacto en un beso que le llegó hasta el alma, no hizo ningún esfuerzo por dejar por apartarlo, cuando él dejó de besarla se separó de ella solo milímetros, juntó su frente a la de Anahí y la miró,

- Alfonso: Que descanses,

Le sonrió e inesperadamente volvió a besarla fugazmente para después salir del cuarto. Anahí se quedó sintiendo aún el sabor de los labios de Alfonso y sin querer sonrió, al cabo de unos minutos se durmió vencida por el cansancio, sin duda había sido un día muy largo.

Al otro día las demás personas que se habían quedado con las ganas de conocer a Mía el día anterior, por fin la pudieron ver pero solo a través de un vidrio,

- Maite: Está divina,
- Guido: Se parece a Alfonso,
- Maite: Mentira, ella es bonita,
- Alfonso: Gracias, que amable,
- Manola: Los niños a esta edad no se parecen a nadie, esperen que crezca,
- Alfonso: Manola tiene razón, mi niña es única,
- Guido: Amor ¿Te acordaste de traer el babero para Alfonso?
- Manola: No lo molesten, ya los quiero ver a ustedes en un tiempito más,
- Maite: No te enojes Manolita, son bromas,
- Alfonso: Graciositos,
- Maite: Es más, Guido también tiene uno ¿Cierto, amor?
- Guido: Cierto,
La besó,
- Manola: Ya, vamos a ver a Anny, se debe estar preguntando por qué no hemos llegado,
- Guido: ¿Y Ángela no va a venir?
Alfonso y Manola se miraron,
- Maite: ¿Pasó algo?
- Manola: Mejor después habla con Anny,

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