Capítulo 19

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  Reconoció la voz inmediatamente, antes de voltear, Alfonso respiró profundo. No tenía la más mínima intención de pelear, mucho menos ahí, cualquier persona podría escuchar y después decirle todo a Anahí, ella sabría la verdad del porqué Alfonso llegó hasta ahí, pero sería él mismo quien le diría,

- Ángela: ¿No me vas a decir nada? Un "hola, tanto tiempo" por lo menos,
Se acercó a él,
- Ángela: Años sin vernos y mira como nos volvemos a encontrar,
- Alfonso: Habla de una vez ¿Qué quieres?
- Ángela: ¿Qué quiero? Yo diría más bien ¿Qué quieres tú? ¿Por qué estás aquí?
- Alfonso: Eso a ti no te importa,
- Ángela: Antes que llegaran tuve mucho tiempo libre para imaginarme todo lo que pasó por tu cabeza,
Se paseaba lentamente alrededor de él sin quitarle la vista de encima,
- Ángela: Me crees culpable por la muerte de Enrique, y seguramente pensaste que haciéndole daño a mi queridísima hermana lograrías vengarte, lo que me gustaría saber ahora es si nos confundiste pensando que no existía otra persona o si antes de venir averiguaste cosas sobre mí,

Las cosas sobre su vida las había averiguado después, pero no pensaba entrar en detalles.

- Alfonso: No tengo porque darte explicaciones.

Ángela se puso delante de la puerta impidiéndole el paso, Alfonso tenía sus puños apretados, probablemente de no estar adentro de la casa ya le hubiera gritado, pero no era el momento, si pensaba en alguien para no salirse de sus casillas, esa persona era Anahí,

- Alfonso: Quítate, necesito pasar,
- Ángela: Pero primero respóndeme ¿Eso fue lo que pensaste? Porque déjame decirte que si pensaste que haciendo sufrir a Anahí lograrías vengarte y pagarme con la misma moneda, siento desilusionarte, porque a mí no me interesa en lo más mínimo lo que a ella le pueda pasar

Esa fue la gota que rebalsó el vaso, Alfonso respiró profundo para mantenerse sereno

- Alfonso: Deja de creerte el centro del universo, la vida no gira en torno a ti, si estoy con Anahí es porque la quiero de verdad, pero por supuesto tú no puedes entender lo que es querer a alguien porque siempre has estado sola y jamás en tu vida vas a saber lo que es ese sentimiento,

Quitó de un empujón a Ángela de la puerta y salió, ahora su temor era haberla provocado y que le contara a Anahí las cosas a su manera.

Ángela nunca había desperdiciado las oportunidades que tenía para hacer sentir mal a Anahí y esa vez no sería la excepción, no pretendía abrir la boca, aún, pero si tenía la oportunidad de hacerla sentir incómoda e insegura no la desaprovecharía.

Al medio día alcanzó a Anahí en la terraza,

- Ángela: Buenos días, hermanita.
Se sentó frente a ella,
- Ángela: ¿Cómo amaneciste?
Le sonrió,
- Anahí: ¿Ahora si me vas a decir que pretendes con tanta amabilidad?
- Ángela: Anahí, siempre estamos peleando ¿No crees que ya es hora de empezar a llevarnos mejor? Después de todo no tenemos a nadie más,
- Anahí: ¿Perdón? ¿Eres tú la que está hablando?
- Ángela: Está bien, supongo que es normal que mi actitud te cause desconfianza, nunca hemos sido buenas amigas, pero nunca es tarde para intentarlo,
- Anahí: Si tú lo dices,
- Ángela: Claro, y como buenas amigas siempre hablar con la verdad ¿Cierto?
Su actitud era extraña, Anahí no sabía que decirle, cualquier cosa que saliera de su boca después podía ser usada en su contra,
- Ángela: Entonces, dame eso,
Le quitó la manzana que se estaba comiendo,
- Ángela: Mira que en el estado en que estás no vas a tardar en ponerte redonda como una pelota y ahí es cuando los hombres miran hacia el lado y los cuernos comienzan a crecer,
Se levantó y se fue con una sonrisa en los labios.

  Anahí siempre había sido segura de sí misma, nunca le habían importado mucho los comentarios que Ángela hiciera, eso era algo que hace tiempo le había dejado de afectar y para sus cuatro meses y medio de embarazo estaba consciente que era muy poco lo que se le notaba su estado.

Se levantó de dónde estaba sentada y subió a su cuarto para cambiarse. Luego de ir a almorzar con Maite comenzó a buscar el regalo adecuado para Alfonso,

- Maite: ¿Y ya pensaste en algo?
- Anahí: Estaba pensando en un libro,
- Maite: ¿Un libro?
Puso cara de asco y la miró,
- Maite: Anny, el que a ti te guste leer no significa que a él también le guste, además me parece un regalo un poco aburrido,
- Anahí: Te equivocas, esa es una de las tantas cosas que tenemos en común, le gusta la lectura tanto como a mí y el otro día me nombró un libro que si no se lo compro yo, estoy segura que se lo va a comprar él,
- Maite: Quien te viera y quien te ve amiga,
- Anahí: ¿Por qué?
- Maite: Porque te ves totalmente distinta a como estabas hace un par de meses,
- Anahí: Es que no te imaginas como cambió Alfonso, es otra persona,
- Maite: Me alegro mucho, de verdad,
Le sonrió,
- Maite: Y pasando a un tema más desagradable ¿Cómo van las cosas con Ángela?
- Anahí: Ni me la nombres,
- Maite: O sea van mal, igual que siempre,
- Anahí: Peor, anoche miró en todo momento a Alfonso mientras cenábamos,
- Maite: ¿Le estuvo coqueteando?
- Anahí: No dijo absolutamente nada, pero no le quitaba la vista de encima,
- Maite: Ten cuidado, ya sabes cómo es Ángela,
- Anahí: ¿Tú crees que Alfonso...
- Maite: No, pero tú sabes que cuando Ángela quiere hacerte sentir mal hace lo que sea,
- Anahí: Lamentablemente tienes razón,
- Maite: Bueno, tampoco te lo digo para que te desanimes,
- Anahí: No me desanimo, pero si Alfonso me llegara a mentir... Nunca se lo perdonaría,
- Maite: No seas tan drástica, te estoy diciendo que tengas cuidado con Ángela, no con Alfonso,
- Anahí: De todas maneras, sabes que la mentira es algo que no soporto,

Durante todo el día Alfonso esperó lo peor, esperaba que en cualquier momento Anahí entrara por la puerta de su clínica veterinaria reclamándole un sin fin de cosas, pero cuando la vio entrar ya por la noche ella le regaló la misma sonrisa que siempre le daba después de pasar un largo rato sin verse,

- Anahí: No toqué la puerta porque tu secretaria me dijo que estabas solo,
Alfonso le sonrió, se paró y fue hasta dónde estaba ella para besarla,
- Alfonso: Tú no necesitas golpear para entrar ¿Cómo estás?
- Anahí: Bien ¿Y tú?
- Alfonso: Echándote de menos, ya me había acostumbrado a estar contigo todo el día,
- Anahí: Tú fuiste el que insistió en volver,
- Alfonso: Y no sabes cómo me arrepiento,
- Anahí: ¿Cómo?
- Alfonso: Nada amor,
- Anahí: Bueno ¿Estás listo?
- Alfonso: Si, cuando tú digas nos vamos,

Tardaron 20 minutos en llegar al restaurante. Tal y como Anahí lo suponía no se había equivocado en comprarle el libro a Alfonso, aunque para él su mayor y más preciado regalo, era Anahí y ahora su bebé que venía en camino.

  Mientras cenaban a Anahí se le vinieron a la mente las palabras que Ángela le había dicho por la mañana y la conversación que tuvo con Maite por la tarde sin querer estaba ayudando a Ángela a lograr una pequeña desconfianza, aunque mínima. Comenzó a examinar con la mirada cada movimiento que Alfonso hacía, desde que estaban juntos nuevamente, él siempre se había encargo de dejarle claro lo importante que ella era para él y ella en ningún momento había tenido dudas. Dejó sus pensamientos a un lado cuando Alfonso le habló,

- Alfonso: ¿Qué pasa mi amor?
- Anahí: Si te hago una pregunta ¿Me responderías con la verdad?
Alfonso dejó su servicio a un lado y la miró algo nervioso,
- Alfonso: Claro,

- Anahí: ¿Me has mentido alguna vez?

  

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