#11

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Ambos hermanos se veían confusos así como aterrados.
--- Y que piensas hacer ?--- Preguntó Mikey desinteresado así como cauteloso
--- Mandar a hacer la maldita prueba. Mientras más pronto posible demuestre que ese bastardo no es un Way, más pronto los sacaremos de nuestras vidas.
--- Gee--- El rubio suspiro pesado restregando leve sus ojos--- Ya lo he visto y...
--- Lo sé. Frank ha pensado lo mismo.
--- Frank?
--- El idiota se la vio por dueño de la casa y empezó a pasear en ella incluyendo mi habitación donde Frank dormía. Cuando llegue el ya estaba sentado en mi cama, mi cama!!--- el menor de los Way río para ser fulminado por el pelinegro.
--- Bueno, al menos no hizo nada más.
--- Dejó mi habitación oliendo a su nauseabundo aroma!!
--- A eso se le llaman celos, Gee.--- Ambos hermanos respingaron al ver a Bernard parado en el umbral de la habitación.
--- Cee-elos?...--- Balbuceó el alfa. El pelirrojo asintió.
--- Celos. Con todo el esplendor de la palabra.--- El pelinegro pareció meditarlo para simplemente negar.
--- No son celos, solo que no me gusta que mi habitación huela a otro alfa, luego Frank olerá igual y no es bonito para mis fosas nasales.--- Tanto Bernard como Michael se vieron irónicos.
--- Nunca has tenido una plática con tu hermano de lo que la palabra celos significa?--- el rubio negó.
--- Hasta ahora no se había interesado tanto en una omega como para sentir celos.--- se encogió de hombros. Aquel comentario hizo al pelirrojo desviar la mirada desanimado, pues si Michael decía la verdad, entonces con él jamás sintió celos, lo que significaría que el amor que alguna vez sintió por el, no fue amor.
Gerard sintió la tensión que su nuevo sentimiento "celos" había creado, apretó los labios levantándose levemente pues, él ya no tenía nada que hacer ahí, ni mucho menos tenía algo para decirle a su ex.
Su lugar ahora era con cierto castaño enano que lo esperaba en su habitación.
Y al pensarlo sonrió.

--- Me retiro.--- Dijo en tono bajo. Pero ambos presentes lo escucharon levantando sus cabezas a él y asintieron.

--- Estas bien?--- Dijo Michael una vez su hermano mayor se había retirado.
--- Lo estoy.--- Respondió con simpleza él omega
--- No has respondido mis llamadas ni mucho menos mis mensajes...--- Mikey sonrió vagamente aún sin mirar al menor, sintiendo aún así su nerviosismo
--- Mikey...
--- Entiendo que no quieras salir conmigo, de verdad lo entiendo, pero al menos podrías responderme un simple mensaje, no crees?...
--- Lo que pasó esa noche... No significó nada.--- El rubio río irónico poniéndose de pie, encarando al pelirrojo que ya empezaba a sentirse amenazado.
--- Así?.... Puede ser. Aún que sé que lo disfrutaste tanto como yo.---- el carmín se apoderó de Bernard quien tenía la mirada baja ante la mirada fija que el rubio le daba. --- O no?....--- Su voz la sentía tan cerca, demasiado y su estómago no dejaba de sentirse extraño con un cosquilleo que lo hacía estremecerse cada vez que tenía a Michael Way cerca desde que regresaron de Londres.
--- Mik...key...--- Tembló. Todo el, desde la cabeza a los pies.
--- Que sucede?... --- La voz ronca del rubio junto con la sensación de su aliento topando con su cuello hicieron a sus ojos dilatarse, aferrándose de inmediato al rubio, dando un salto que lo llevó a enroscarse en sus piernas, enrollando estas al rededor de su sexy y delgada cintura, o al menos así lo pensaba el.
Mikey gruñó tomando sus piernas con fiereza bajando hasta sus glúteos, donde ahí, lo sujetó hasta quedar pegados en la pared de su habitación, quien sería testigo de la reacción química que ellos hacían.
---Pronto... Mikey!... Te necesito pronto!!....--- Gimoteo el pelirrojo haciendo al mayor enloquecer por sus súplicas. Le destruyo la camisa y de una el pantalón junto a la ropa interior, sacando sus zapatos de marca para hacerlos volar; su boca pasaba por sus labios y su cuello, bajando a su piel suave y blanca pálida, regresando así a sus labios, mordiendo y marcando todo a tu paso.
Bernard se arqueaba cada vez que su piel era succionada.
Su cuerpo, maravillosamente le respondía al alfa como un imán, y eso le daba miedo, demasiado, pues nunca había reaccionado así con nadie, incluso con Gerard, con quien siempre tuvo muchas infinidad de veces ganas de hacerlo, más jamás enloquecía como lo había hecho momentos antes.
Mikey se sentía doloroso, por qué el pelirrojo era astuto y tanteaba sus caderas por su virilidad, haciendo que esta crezca más y más.
--- Mikey.... Hmmm--- El omega demandó al alfa quitándole su ropa apresurado, quería sentir su piel contra la suya, quería que el rubio le atacase de una vez, y si tenía suerte, con su cabeza pensando al cincuenta por ciento, quería que le marcase y al fin pertenecerle a alguien, sobretodo si ese alguien era Mikey Way, el alfa que le estaba haciendo perder la cordura comenzando por un simple beso en aquella habitación en Inglaterra. --- Pronto...--- Le dolía, lo dolía como si fuera un celo, le dolía demasiado... Pero era imposible pues aún faltaba al menos una semana para ello....
Pero Miley pensaba igual, aquella necesidad que el pelirrojo mostraba no era normal...
En Londres, lo disfrutaron al máximo, en una guerra por el control.
Pero ahora, Bernard lucia adolorido y el rubio se sentía oprimido por ello.
--- Shhh... --- Su preocupación aumento al ver como el menor en sus brazos empezaba a llorar desconsolado.--- Ber... Te he lastimado?... Shhh... Qué sucede?...--- Pero él omega simplemente se aferraba fuerte a la gran y amplia espalda del alfa, enterrando sus uñas en ella para que jamás le soltase.
--- Due..le... Mik.... ---- Su voz se ahogaba. Y entonces su interior así como todo el empezó a hervir... Como el vil fuego.

Michael Way, el mismo Michael Way, hermano de su ex novio al cual nunca le prestaba atención, acababa de hacerle entrar en celo, reclamando en su interior el derecho de ser su omega.

Se retorció queriendo huir.
Pero el rubio era más ágil.
--- Bernard...--- Las fosas nasales del alfa absorbieron el aroma del omega, su omega, en una grande. Lo dejo aún más atrapado en las redes de sus manos, apretado más su virilidad al menor, el cual solo gruño desconsolado una vez más, con las lágrimas que no dejaban de caer a cascadas.
--- Mikey!....--- Gimoteo--- Duele mucho.... Mikey....--- y el rubio sabía que no había vuelta atrás.
Pero su cuerpo le estaba reclamando, el alfa en su interior le estaba diciendo que aquel pelirrojo, hecho un lío, a punto de desfallecer a sus ojos, era suyo.
Así que lo reclamó.

De una, bajo la poca ropa que le quedaba, para luego introducirse al menor lentamente, haciendo que este suspire aliviado así como atormentado.
Permaneció quieto al menos unos minutos, donde él omega empezó el vaivén con sus caderas y el las tomo con fuerza tomando el control, para así penetrarle a su gusto.
Bernard gimió con fuerza al sentir las estocadas del mayor, firmes, pronunciadas pero lentas, lo cual solo hacía que agonice.
Los gruñidos del rubio se volvieron fuertes, incluso desesperantes.
--- Más!--- y como si eso fuera lo que el alfa estuviera esperando, accedió a la petición del menor en menos de un segundo, empezando a arrasar con ambos, en un sutil, ágil, duro y firme movimiento.
El punto que en ese momento tocaba el alfa en el lo hacía quebrarse sin hacerlo literalmente.
Lloro aún más por placer en vez de dolor, tomando el cabello del rubio ya algo mojado por el sudor, juntando sus frentes.....
--- Mikey....--- gimió su nombre, el alfa sonrió besándole posesivo y él se dejó poseer.
Cuando empezó a sentir aquel indicador de que llegaría a venirse, el mismo se apartó un poco del mayor abriéndole espacio para darle el completo acceso a su cuello.

Michael lo sabía, su alfa lo sabía.

Y a pesar de contrabajo conocer realmente al menor, a pesar de saber que fue ex novio de su hermano, a pesar de conocer la vida que el pelirrojo llevaba realmente, a pesar de la nula relación que tenían, y muy a pesar de que la poca Neurona viva en su cabeza le dijera que aún no era tiempo, Michael reclamo en una sola mordida profunda y significativa al menor, que los hizo alcanzar el extasís de inmediato, sintiendo a la vez un sin fin de emociones desbordantes.
Un comienzo en sus vidas de la cual, extrañamente, empezaban a añorar.

Yo tu Alfa, tu mi Omega.♡ (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora