# 12

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Aquel día era significativo, demasiado a decir verdad.
Will había accedido tranquilamente a hacerse una prueba de ADN para saber si realmente era un Way.
Gerard había sido el que dio su sangre para ver la compatibilidad de su supuesto "hermano" y ese día, les entregarían los resultados.

Había pasado al menos un poco más de una semana.

Frank se sentía tranquilo, a gusto.

Gerard y el progresaban cada vez más y más en su relación.
No habían tenido intimidad desde Londres, pero eso estaba bien para el, pues sabia que para el pelinegro era difícil además de que ahora estaba estresado  por el hecho de tener que ver todos los días a Donna en su casa.

Y todos sabemos quién es la culpable de la fobia hacia los omegas de Gerard.

Ese día el castaño se levanto con un sentimiento extraño.
Sus ojos se abrieron a la par mirando la habitación confuso.
Gerard seguía a su lado, igual que anoche, con la boca entre abierta y el semblante relajado. Pero Frank no estaba bien.
Y minutos después lo comprobó al levantarse como un rayo dirigiéndose directo al baño para empezar a vomitar como nunca en su vida.

--- Frankie?....--- El pelinegro de inmediato se había levantado llendo hasta donde el castaño se hallaba arrodillado tirando su vida al excusado.
--- Es...toy bien..., vete!--- Gerard suspiro hincandose a con el.
--- No me iré Frankie....--- Le sonrió y el menor lo agradeció con una débil mirada para luego volver a tirar la vida.

Cuando ya sintió haber terminado bajo la palanca, tomando el papel que el mayor le ofrecía para limpiarse.
Se levanto débilmente con Gerard aún ayudándole, se cepillo los dientes para quitar aquel ácido sabor y se dirigió a la cama.
--- Como te sientes?...--- Preguntó su esposo. El castaño sonrió negando
--- Como si un auto se me hubiera caído encima.--- Pero en vez de reír el gesto del mayor se oscureció--- Estoy bien, Gee....--- Frank notó como su alfa se llenaba de preocupación de un momento a otro.--- Estoy bien.--- le dijo seguro y aunque le tomó un momento creerlo, al final solo asintió.
La puerta sonó interrumpiendo su momento a solas.
Gerard se encaminó a abrirla viendo ahí a Bernard que con una simple palabra a penas audible hizo al mayor asentir y cerrar la puerta.
--- Frankie?...--- Volvió a él sentándose leve a su lado para depositar un beso profundo en su frente. --- Las pruebas han salido, tengo que ir.
--- Quiero ir contigo!--- insistió el menor, pero Gerard negó rotundamente al instante.
--- No. Tú debes descansar.
---Estoy bien, Gee, de verdad!
--- No, Frankie. Descansa o te llevo al hospital---Sentenció el pelinegro haciendo al castaño rendirse.
--- Está bien.--- Digo sin ganas. Gerard sonrió depositando ahora sin pensarlo y tomando por sorpresa al menor, un beso cálido, profundo y significativo en sus labios.
--- No tardaré.--- Aseguró y Frank solo pudo sonreír con los ojos cerrados, asintiendo mientras depositaba otro beso rápido pero aun así cargado de sentimientos en su alfa.
--- Te espero aquí.

Untaba la mermelada en el pan tostado una y otra vez mientras que untaba también mantequilla en la otra.
--- Eso se ve delicioso ---Frank respingo al oír al intruso invadir su espacio, mirando irritado y amenazante al chico a la vez que parpadeaba y se relajaba instantáneo.
--- Bernard.--- Dijo quedo. El nombrado se acercó algo cauteloso y se sentó frente a él mirándole apenado
--- Yo... Verás....--- El castaño seguía atónito pues ya lo había notado.--- Quería pedirte una disculpa por todo el inconveniente con Gerard y de más.... Yo soy su pasado y tú su presente y no pienso acercarme a él jamás.---- Pero no hizo falta preguntar la razón, pues con sus ojos avellanas divisó la respuesta.
--- Tienes un alfa.--- Dijo con simpleza pero con una pizca de asombro en su voz. Bernard asintió con una tímida sonrisa para luego respingar sorprendido ante las tostadas que el pequeño Frank le ofrecía. --- Hueles a celo. Ya se ha terminado?--- El pelirrojo asintió de nuevo, tomando amablemente estas.
--- Hace apenas un día....
--- Bajaste de peso.--- Bernard sonrió, el castaño era muy observador.
--- Uno pasa la alimentación al último plano en esos casos, me entiendes, no?--- Frank río cómplice dándole la razón. El pelirrojo suspiro empezando a morder las tostadas mientras el castaño se preparaba otras.
--- Es Mikey, no?--- Preguntó una vez sintiéndose más en confianza. Bernard le miro algo sorprendido pero no lo negó--- Es... Bueno reconozco el aroma.  Es un gran chico sabes.... ---
---Lo sé. Lo es. --- Y Frank supo que Michael era alguien con suerte pues Bernard no era un mal tipo, él lo sentía, su omega se lo decía.
Y sabía que ambos terminarían amándose muy pronto, así como Gerard y el estaban empezando a hacer. --- Por cierto, felicidades--- Frank frunció el ceño mirando al chico extrañado.
--- Como?--- Pudo decir
--- Hmm ya sabes.... Tu olor.... Es diferente... Amm--- Bernard bajo la mirada, pues aún no sentía demasiada confianza como para conversar libremente con el castaño. --- Estas... En cinta, no?--- y el castaño palideció.
--- Como?...--- repitió pero esta vez, divagando.
--- Bueno, no tengo mucha experiencia con eso, pero tengo amigos omegas y han tenido hijos y... Su aroma cuando están en cinta es como el tuyo ahora...--- El castaño balbuceo algo que el pelirrojo no pudo descifrar para luego solo mirarlo fijamente
--- Podrías acompañarme a una farmacia?--- Dijo con ruego pero a la vez con miedo, Bernard asintió preocupado.

Y quince minutos después, aún con algunos problemas para salir de la mansión Way, ambos omegas lograron encontrar una farmacia, comprando al menos unas cinco pruebas de las más caras y efectivas que había en el lugar.

Ya en casa, decidieron entrar al baño de la cocina para así poder empezar con ellas, siendo obviamente Frank el único en utilizarlas.
Y otros cinco minutos después, ambos estaban mirando aquellos cinco aparatos sin expresión alguna.
Todos con dos rayitas adornadas en la pequeña ventana.

--- Gee....
--- Ahora no, Michael!--- ambos omegas respingaron al sentir la tensa y pesada presencia de sus alfas, viéndolos con duda y preocupación.
--- Hola...--- Dijeron ambos a los mayores que al verlos expresaron confusión en sus caras.
--- Bernard?, qué haces aquí!?--- Acusó el mayor de los Way
--- Yo... Bueno...
--- Te ha dicho algo, Frank? Por qué si solo vienes a causar problemas...
--- Ya basta Gerard. No le hables así!--- Michael se apresuró a ponerse en medio de los tres jalando al pelirrojo para quedar este tras suyo. El pelinegro miro lo que acababa de pasar con confusión para luego solo sostener asombro.
--- Acaso tú... Acaso el... --- Los miraba a ambos para luego dirigir la vista en una sola cosa, la reciente roja y aún algo abierta marca que Bernard poseía.--- Vaya...--- Suspiro neutro--- Bueno... En hora buena.--- Dijo con simpleza. Michael respiro de nuevo mientras el pelirrojo a su espalda sonrió sosteniéndose inconsciente de su alfa.
--- Gracias--- Respondió el rubio con una mueca que parecía alegre.
--- Como sea, me alegro que ambos hayan encontrado a alguien. Y...--- Gerard rasco su barbilla mientras Frank sonreía divertido dándole un codazo leve para que continuase--- Bienvenido a la familia Ber...---
--- No es el único al que deberías de dar la bienvenida.--- El ambiente regreso a su estado original de tensión con la nueva voz que invadió la cocina.
Gerard y Michael se pusieron en defensa protegiendo con sus cuerpos a sus omegas, como si de un monstruo se tratase.
Donna sonreía victoriosa mientras Will tras suyo tenía la mirada incomoda.
--- Debió haber ocurrido algún error.--- Dijo el pelinegro con los labios apretados y la voz tajante.
--- No hay ningún error en ello, Gerard. Will es tu hermano y tú tendrás que acatar lo que habíamos acordado. Un lugar en la empresa y un lugar en esta casa.--- El alfa gruño rodando los ojos para luego mirar a William.
--- Bueno, si todo esto se tratara de bienvenidas, también quiero dar la bienvenida a otro miembro más de la Familia Way.--- Soltó Bernard. Frank le vio de inmediato con los ojos bien abiertos--- No es así Frankie?..--- Sintió que el aire le faltaba, pero el pelirrojo le miro seguro y supo que su pequeño retoño que aún no se formaba en su interior tenía que ser "El Salvador" de la mala vibra que había en el momento.
--- Así es...--- Su voz le tembló. Carraspeo leve para aclarar su garganta y poder mirar a todos los que ahora le prestaban absolutamente toda su atención.--- Yo.... Estoy embarazado...--- Dijo aún con miedo. Pero solo le bastó la cara iluminada con la sonrisa sincera de su alfa para que aquel miedo se esfume, trayendo a su paso, emociones desbordantes en su corazón.

Yo tu Alfa, tu mi Omega.♡ (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora