Yo tu Alfa, tu mi Omega.♡ (Frerard)

#23

Sentía la boca pastosa y un leve temblor en las piernas.
Trató de abrir los ojos más la luz lo cegaba al instante.
Intentó moverse llevando por inercia sus manos a su vientre.
Respiro.
Su bebe seguía ahí.
Pero...
Pronto ya no.
--- Aghh...--- ahogo un gemido, gritando algo asustado.
Le dolía.
Le dolía mucho.
Abrió los ojos de inmediato a pesar de sentir que se quedaría ciego.
Vio todo borroso al principio obligándose a volver a la realidad.
--- Ayuda!!!--- Grito. Noto que estaba en el hospital y su embarazo definitivamente estaba más avanzado.
La mordida casi no la sentía y entonces.... Y Gerard?...--- Gee...--- Se sentía a morir.--- Gerard!!--- Chilló.
Las enfermeras entraron corriendo hasta el intentado tranquilizarlo.--- Donde está Gee!?, donde está mi alfa!?--- Sollozaba. Sintió un nuevo oleaje de dolor en el vientre que le saco el aire.
--- Por favor señor, tranquilícese....---
--- Mi bebe...--- Gimoteo. Se calmó un poco al sentir como algo chorreaba entre sus piernas. Las enfermeras lo notaron igualmente pues después empezaron a decir demasiadas cosas que en definitiva el no entendía.--- Mi bebe...--- Repitió al borde del delirio.
Necesitaba a Gerard.
Necesitaba a su alfa.
--- Al quirófano para intervención, ya!--- Abrió los ojos notando cuan apretados los tenía, escuchando una voz muy conocida.
Raymond.
--- Ray!!--- Chilló. El moreno le sonrió estando ya a su lado.
--- Bienvenido de nuevo, Frank.--- Ray le sonrió mientras la camilla avanzaba.
--- Ray... Mi bebe...
--- Está bien, está fuerte y sano. Sé que no es buen momento para preguntar pero, recuerdas lo que sucedió?---- Entonces a su mente vinieron todos los sucesos que tuvo que vivir, mareandolo al punto de querer vomitar. Asintió.--- Gerard te trajo al hospital y tuvimos que hacerte muchas intervenciones para que sobrevivan. Lo logré y están vivos, pero te auto indujiste a un coma demasiado largo Frankie...--- Río el moreno, pero al castaño no le daba gracia.
Cuánto tiempo?
Y Gerard?
Qué pasó con Donna?
--- Fueron tres meses, Frank. Estuviste vegetal unos tres meses. Casi matas a Gee. Viene a verte todos los días aunque solo algunos pasa en las noches. Tenía que trabajar y ver el caso en contra de la bruja de su madre.
-- El caso?... Aghhh--- Una nueva oleada de dolor le llego, esta vez retorciéndose en el proceso.--- Ray...---
--- Calma.--- Entaron al quirófano, empezando a moverse a su alrededor mientras el solo se abrazaba a su vientre.
--- Ray...--- Su voz era solo un hilo, muy delgado.--- Gerard...
--- Si, Frank. Ya lo he mandado a llamar. Él llegara si, tranquilo.--- Pero él omega solo negó una y otra vez.--- Necesito aplicarte la epidural así que...
--- No!--- Estaba sudando frío.--- No, Ray. Quiero a Gerard, no traeré a mi niño al mundo sin Gerard.
--- Frank...
--- No!... Quiero a mi alfa. Por favor...--- Sollozo. El moreno suspiro. Rápido conecto el monitor de ultrasonido aplicando el gel al vientre del castaño y observando a la criatura.
--- Bien. El bebe estará estable al menos unos veinte minutos dentro. Démosle ese tiempo a Gerard de llegar.--- Accedió.
-- Si, si... Gracias.--- Agradeció él omega.

***
--- Maldicion Gee!--- Grito Michael.--- Te pasaste otro alto!!
--- Creo que deberíamos empezar a contar cuánto pagaremos de multa.--- Dijo Will quien se agarraba a los costados de las puertas.
Desde que el pelinegro había recibido la llamada del hospital su pecho había comenzado a doler en demasía.
Frank estaba muy angustiado.
Pero eso a él le ponía feliz!, su omega al fin estaba despierto.
--- Cuidado!!!--- Michael soltaba feromonas de furia mientras William reía. Gerard estuvo a punto de chocar de nuevo.--- Cabron!, aprecio mi vida!--- Pero eso poco le importaba ahora al mayor.
Solo quería ver a sus pequeños.
Llenar a su omega de mimos y abrazar su gran y Hermoso vientre.

Freno de golpe ocasionando que sus hermanos menores se golpearan de frente.
--- Gerard!!--- Gruño por milésima vez el rubio.
--- Luego me golpeas, Michael.--- Dijo sin más antes de salir corriendo, dejando el motor encendido.
Ambos alfas aún el auto se miraron cansados e irritados suspirando.

El pelinegro corrió como nunca, tomando las escaleras en vez del ascensor.
Llego a la habitación de su pequeño abriendo la puerta emocionado y golpeándose con una pared invisible al notar que no había nadie ahí.
Su corazón se aceleró.
La habitación entera olía a Frank, pero no estaba ahí!!
--- Frank!!?--- Grito.
Salió de el lugar corriendo a la recepción de aquel piso.
--- Señorita, mi marido no está en su habitación!--- exclamó con el corazón en la mano. La enfermera le reconoció enseguida.
--- Señor Way! Qué bueno que llega!, su marido está con el Doctor Toro en quirófano dos.
--- Quirófano!?--- Y el aire se le fue de los pulmones. La beta pareció notarlo enseguida negando.
--- Tranquilo señor Way, no se altere. Su esposo a entrado en labor de parto!--- Entonces un hermoso sentimiento floreció en su interior.
--- C-como?--- La enfermera sonrió volteándose para salir del cubículos donde se hallaba.
--- Sígame.
***
Tenia una fina capa de sudor en su rostro.