CAPITULO VIGESIMO QUINTO

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Hoy... serás mi juguetito

— el... es... un compañero de trabajo... se llama Samuel

— ¿ahora solo soy tu compañero de trabajo? — Dijo aquel chico.

— ¿para qué vienes? — me meto en la conversación.

— vengo por Candelaria y MI hijo

— ¿Qué?

— Samuel... por favor ¡vete!

— no Candelaria... yo te amo, quiero estar contigo, y ahora que estas embarazada formaremos una familia los tres

— No entiendo lo que está sucediendo — Digo mirando a ese tal Samuel.

— ¿Qué no entiendes?... Candé te fue infiel, conmigo tuvimos relaciones y ahora está embarazada, conmigo no estaba en tratamiento, ni siquiera usamos protección, así que... creo que es obvio de quien es ¿no? dile Candelaria, dile que ese hijo que esperas es mío.

— vete... por favor — Decía al borde del llanto.

— Candelaria ¿eso es verdad?

— Ruggero... lo siento tanto — esta vez, ella ya no pudo contener las lágrimas — desde el primer momento que te vi me gústate, pero... no necesariamente te amaba, trate de aferrarme a ti, de amarte pero me fui imposible, conocí a Samuel y el me hizo sentir cosas que jamás, jamás sentí, no pude evitarlo y me acosté con él, con... contigo siempre utilizaba tratamiento, pero cuando llegue a estar con Samuel lo abandone, días más tarde de la última vez que estuve con él, me entere que estaba embarazada, justamente con la fecha que... que había estado por última vez con el... lo siento.

— debí imaginármelo... primero con Gastón y ahora... ahora con Samuel... Candelaria no busco ofenderte, pero... —me interrumpió — ¡ya se! ¡Ya se! que soy una puta, una cualquiera, una zorra, lose.

— no justamente iba a decir eso

— Ruggero... déjame quedarme hoy aquí, y te prometo que mañana por la mañana me largo— se dirigió a Samuel— luego te hablo por teléfono ¿sí?

Él le sonrió, se despidió de ella y salió.

— Lo siento mucho... ten — me pasa el anillo— dáselo a alguien, que de verdad valga la pena, alguien que de verdad te sepa amar... lo siento

Se dirigió hacia su habitación, yo me quede en la entrada, mirando el anillo; mi estómago daba más de mil vueltas, pero al saber esto, no sé por qué sentí... sentí un gran alivio.

Cerré la puerta y me fui a mi habitación, me di cuenta que Candelaria en su cuarto, estaba guardando sus cosas; deje de mirarla y me limite a ir a mi cama, a dormir.

A la mañana siguiente, me levanté, fui a la habitación de Candelaria, y ella ni sus cosas estaban; lo que más me sorprendió, fue el no sentir tristeza, es que... al contrario, me encontraba feliz, pues... yo mismo me estaba engañando con ella... yo no la amaba a ella... yo amo a Karol.

Me arreglé y me fui a mi oficina, el trabajo alejo de mí, todos mis pensamientos; hasta que, a la hora del almuerzo, me dirigí a una cafetería fuera del edificio donde trabajaba. Estaba leyendo el periódico, mientras tomaba un café, cuando de reojo veo a Karol pasar.

Rápidamente, le pago a la camarera y voy en dirección hacia donde paso Karol, al final la alcance y la cogí del brazo; noté que esta se asustó un poco, pues con su mano libre, la iba a alzar para pegarme, pero al notar que era yo... relajo la mano.

Amor Prohibido "Ruggarol HOT" [APT1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora