Una charla con mi suegra

1.3K 56 13
                                    




Hola besties, aquí está el primer capitulo de LUHDA5, espero les guste, comenten que les pareció y voten. Un abrazo!

*******************************************************************************************

Elizabeth (P. O. V.):

Todo estaba yendo bien, los romanos no nos habían matado (a pesar de la insistencia de Octavian en no confiar en nosotros), incluso estaban preparando la cena para todos. Annabeth se había ido con Reyna un momento para hablar de cosas importantes, Jason se había llevado a Piper para mostrarle todo el lugar. Casio y yo nos acercamos a Percy y a sus dos amigos.

Abracé a Percy—No podemos dejarte solo un segundo sin que algo te pase ¿cierto?

—Soy el peón favorito de los dioses—contestó en parte como una broma y en parte como queja—te presento a Frank y Hazel. Chicos ella es Elizabeth.

Saludé a un chico alto y robusto pero con cara redonda, era como un bebé muy grande adorable pero letal; también saludé a una chica de piel oscura con cabello rizado y hermosos ojos dorados.

Presenté a Casio también, Percy se sorprendió de saber que mi novio era un romano al igual que sus amigos—¿Cómo...?

—No es la primera vez que visito este campamento—confesé—pasaron muchas, a ellos no solo les gusta jugar contigo, tuve mi propia perdida de memoria—miré brevemente hacia el suelo ya que en realidad mi problema no fueron los dioses exactamente, si no Gea.

—Deberíamos hablar—dijo Percy, no pude evitar sonreír, estaba feliz de haber encontrado a mi amigo—pero después, buscaré a Annabeth...espero que no tarde mucho con Reyna.

Asentí con una sonrisa y observé a Percy irse, sus amigos lo acompañaron.

—Así que ese es el gran Percy Jackson—dijo Casio—lo imaginaba más...grande.

Reí—Espera a verlo en batalla, no lo parece pero Percy es poderoso, creo que es el semidiós más poderoso que conozco. Incluyendo a Jason.

—¿Y yo que soy?—se quejó el chico.

Rodé los ojos—Tu también eres fuerte, muy fuerte—me miró complacido—un fuerte dolor de cabeza.

El chico me miró con cara de pocos amigos—Ja ja, graciosa—Casio paso un brazo sobre mis hombros—hummm...quiero preguntarte algo.

Su mirada y tono de voz se tornaron serios, lo miré preocupada—¿Qué?

—Estuve pensando, ya que te vas a quedar aquí, tal vez sea momento de que—el chico respiró hondo—¿conozcas a mis padres?

Salté ligeramente lejos de él, sorprendida y (aunque me cuesta admitirlo) asustada.

—¿Tus padres?

—Sí—Casio se ruborizó, algo muy difícil con su piel bronceada, por lo que me imagino estaba igual o más nervioso que yo—a menos de que no quieras, lo entendería perfectamente.

Mordí mi labio inferior—Supongo que estaría bien—no, todos mis instintos como hija de Artemisa gritaban que huyera, pero quería a Casio y sí quería conocer a sus padres, a pesar de que la idea me aterraba más que enfrentar a Gea.

Casio sonrió y me dio un corto beso—Genial, vamos.

—¿Ahora?

Antes de poder protestar por más tiempo para prepararme mentalmente. Casio me guió hacia pequeña Roma.

Durante el camino a casa de sus padres se me ocurrieron un millón de formas en las que podría escapar, y no porque no quisiera conocer a los padres de Casio. Pero...que pasaba si no les agradaba, yo era griega para empezar eso ya era un problema; Casio detestaba a los griegos así que sus padres deberían de ser iguales o podrían incluso detestarme más. Además, me imaginaba que eran super inteligentes y disciplinados, en cambio yo era un desastre y destruía todo a mi alrededor.

La última hija de Artemisa-Una antigua profecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora