Sé que no es muy largo pero espero les guste, mañana (hoy más tarde porque estoy subiendo esto el lunes en la madrugada) subiré el resto del capitulo. Un abrazo y feliz año nuevo atrasado <3
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Elizabeth (P. O. V.):
Nos seguían tres águilas, las águilas más grandes que he visto en mi vida.
—Son del Campamento Jupiter—dijo Jason al verlas.
Usualmente me gustan los animales pero no cuando representan un peligro para mis amigos y para mí. Saqué mi arco y apunté a la primera, lo único bueno de que estuvieran tan cerca es que derribarlas no sería tan difícil.
—¡No!—Casio me tomó por detrás—no puedes atacarlas.
—¿Por que no?—me sacudí hasta que me soltó—si no lo hago avisaran a Octavian y al resto nuestra ubicación, no podemos permitirlo.
—Son animales inteligentes Eli—dijo Casio—esquivarían tus tiros.
—¿Estas dudando de mis habilidades?—puse una mano en mi cadera.
—Solo digo que no es un buen plan—Casio me dirigió una mirada.
Jason se acercó—Tiene razón. Lo mejor sería alejarnos. Hay que intentar distraerlas con algo. Lo suficiente para poder aterrizar.
—Puedo hacer eso—acepté.
Llevaba un tiempo sin pedir un tipo especial de flecha, no me gustaba mucho ejercer las habilidades de Artemisa. Sí, usaba el arco no podía evitarlo era buena con ellos. Pero evitaba camuflarme, correr rápido y sobre todo evitaba pedir flechas especiales al carcaj mágico que llevaba en mi espalda. No sabía en qué términos me encontraba con mi madre, seguramente no eran buenos. Había perdido la tiara que me había regalado y me había ido a un campamento romano cuando mi madre era una diosa griega. Sí, prefería llamar la atención de Artemisa lo menos posible.
Me concentré y una larga flecha negra apareció, la saqué y la acomodé en mi arco. Miré a las águilas que nos seguían a toda velocidad, sus pequeños ojos negros se fijaron en mi. Definitivamente eran inteligentes. Doblé mi codo tensando la cuerda el arco, esperé unos segundos y dejé a flecha ir. Las águilas empezaron a dispersarse cuando vieron la flecha dirigirse a ellas pero en ese momento la gruesa flecha negra se dividió en tres flechas más pequeñas. Si había logrado concentrarme lo suficiente, las mini flechas empezaran a perseguir a las águilas alejándolas de nuestra posición.
Observé orgullosa como mi plan se ejecutaba según lo planeado.
—Bien eso deberá mantenerlos ocupados el tiempo necesario—dije.
Percy me sonrió—Gracias Eli—en ese momento sentí el brazo de Casio rodear mi cintura lo observé de reojo y pude advertir ¿celos? en su mirada. Rodé los ojos pero sonreí para mis adentros.
En ese momento se escuchó un extraño chirrido. Leo sonrió—Gracias Festus—dijo Leo—está en piloto automático, debemos estar cerca de Atlanta...así que uh, ¿donde aterrizaremos?
Todos miramos a Percy.
Jason habló—Tu eres el capitán agua salada ¿alguna idea del experto?
Percy miró unos segundos a Jason probablemente tratando de decidir si el romano lo estaba insultando.
El chico terminó encogiendo los hombros—No estoy seguro—admitió—alguna parte en el centro y que sea alto para poder ver toda la ciudad ¿tal vez un parque con un bosque? No queremos aterrizar una nave de guerra en medio de la ciudad, ni siquiera la niebla podrá cubrir eso.
—Estoy en ello—dijo Leo y se dirigió a su silla de control.
—Cuando lleguemos exploraré Atlanta—dijo Percy—Frank podría usar tu ayuda.
—¿Me convertiré en dragón otra vez?—dijo Frank con una mueca—honestamente no me agrada ser el taxi volador de todos.
Percy rió—No, te necesito porque tienes sangre de Poseidón podrías ayudarme a encontrar agua salada. Además eres bueno en una pelea.
Las orejas de Frank se pusieron rojas, evité reír. Se veía adorable, lo cual era raro considerando su musculoso cuerpo ¿cómo alguien con su complexión podía lucir adorable?
—Claro...supongo.
—Y necesitaré a alguien más...Annabeth.
—¡No!—Hedge interrumpió a Percy y se interpuso entre la pareja—aún estas castigada jovencita—dijo el entrenador a Annabeth—tu y Jackson no irán juntos a ningún lado. Yo iré con Frank y Jackson—el entrenador miró a Percy desafiándolo a que protestara—el resto de ustedes—el entrenador se dirigió a nosotros—cuiden el barco y aseguren de que Annabeth no rompa más reglas.
La rubia se veía indignada pero no dijo nada, era obvio que Hedge no cambiaría de opinión. Después de eso, Leo se preparó para aterrizar.
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La última hija de Artemisa-Una antigua profecía
Fanfiction(Quinta parte de la serie de La última hija de Artemisa) Cuando el niño deje de serlo la tierra prohibida habrá de visitar, como guía de una amiga nuevas alianzas forzará, fracasa y todo en guerra se perderá.