Soledad, hermosa soledad, dónde estás ahora que te necesito. Una extraña criatura me está molestando por haber jugado esa partida que no debí comprar.
Todo empezó cuando vi a esa rara chica de cabello naranja que estaba vendiendo vídeos, juegos, etc. Como el tonto que soy me acerqué a ella para poder coquetear como siempre lo hacía con la chicas. Ella se me quedó viendo: "Qué es lo que deseas comprar, amigo", "Nada, solo quería tu número de teléfono, nena", decía como estúpido, "En ese caso le pido que se vaya... No me gusta ese tipo de gente", dijo mientras se alejaba de la mesa en la que tenía videojuegos, "Oh, en ese caso puedo comprarte este vídeo".
Le pagué a la chica. Su nombre era Elizabeth, antes de irme, me recomendó que no borrara el vídeo, que lo había hecho su hermana muerta.
El error más grande que eh cometido fue el ver el vídeo: en las imágenes sin audio no había nadie más que una chica, la chica era Elizabeth, solo que tenia una túnica negra, su cabello estaba extremadamente largo aparte de descuidado, ella hablaba en otro idioma, creo que latín, una puerta se abrió, dejando a ver a otra mujer que podría ser la madre , venía armada con un cuchillo en la mano, se abalanzó contra su lo que creo que era propia hija, acuchillándola repetidas veces en el estómago para luego mover lentamente el cuchillo hacia un lado, abriéndole el estomago. Luego Elizabeth apareció llorando, con la cara pálida y un ojo colgando, su cabello completamente suelto, mostrando lo que al parecer eran colmillos.
Quite el vídeo con rapidez para tirarlo en la basura, después escuché el agua de el lavabo correr. Fui a la cocina a cerrarlo. Cuando quise dar un paso, algo me agarró el pie. Me volteé: era Elizabeth, solo que parecía la misma de el vídeo, un poco más tenebrosa. Corrí al armario y me escondí.
Solo recuerdo después haber visto todo negro.
Había despertado en el hospital. Me dijeron que me había intentado suicidar ahorcándome, pero sé que no es verdad... Esa chica casi me mató, pero por alguna razón me dejo vivir, tal vez para atormentarme por haber visto su vídeo.
Ahora todas la noches la escucho decir: "Nunca debiste verlo".