Recuerdo cuando te vi... Eras simplemente bella y perfecta a mi vista, tenías tu pelo y tu cara... Tus labios... y tus ojos, esos ojos que eran simplemente tan oscuros como la noche, cuando los vi sabía que eras para mí, sé que eres la indicada...
Lo recuerdo todo muy bien, estabas sentada en una banca en la plaza, y yo estaba caminando a mi casa, fui pasando y miraba a mi alrededor esperando encontrar algo bello.
Cuando te miré sabía que después de tantos giros y vueltas había simplemente encontrado lo que buscaba, perfección, inocencia y belleza que se pueda reflejar en todo, sabía que tenía que hablarte, así que solamente dije "Hola" y me senté a tu lado.
"Em... ¿Hola...?" Me respondiste, tenías una voz tan cálida y clara, era como escuchar pájaros cantar, tenías unas cuerdas vocales que no se pueden explicar con palabras.
Como sabía que todo se perdía en ese silencio pregunté "¿Cómo te llamas?".
"Me llamo Yade, ¿y tú?" Me respondiste, y luego preguntaste.
Iba todo bien, y después de una larga conversación me di cuenta de que tenías mis gustos, que odiabas lo que odiaba yo, éramos iguales hasta de gustos de camas, pero había un detalle, mi vida siempre fue horrible e iba de mal en peor, unos días antes de conocerte había perdido mi empleo y de hecho me dijeron que tenía probabilidades de perder la casa así que me iba a matar.
Lo único que deseo, lo único que deseo Yade, es morir contigo a mi lado, con tu cabello blanco, tan blanco como la nieve, lacio y suave tal y como tocar algodón, con tus zapatos y tus vestido, con el atuendo que llevabas en la plaza.
Tu vestido corto, con corazones blancos y un fondo negro, esas zapatillas que combinaban con el vestido, las zapatillas color negro que nunca voy a olvidar, pero en especial quiero solamente morir viendo esos ojos oscuros, y llamativos que me hacen recordarme a la noche, por eso te digo en esta carta que te envié, esto:
"Nosotros vamos a morir juntos, pero sé que no te vas a querer matar como yo, porque me dijiste que tenías una buena vida, así que voy a tener que perseguirte hasta encontrarte y poder matarte en el lugar indicado, moriremos agarrados de las manos, lamento causarte este daño, pero en el cielo estaremos juntos y nos encontraremos solamente nosotros dos, cuando te mate, me mataré y seremos felices ambos allá arriba".
Firma: Ya sabes quien.
