Capítulo 17

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-Desde pequeño era débil y excesivamente delgado, mis padres pensaron que era anémico o tenía problemas en las tiroides y me llevaron para que me hicieran unas pruebas y, a ser posible, encontrar la manera de remediarlo. Encontraron en mi sangre una anomalía y al analizarla se dieron cuenta de que era portador, mi cuerpo llevaba la enfermedad pero no la incubaba, eso era en parte bueno, no estaba enfermo, pero era infinitamente malo, podría estarlo en un futuro y lo que es peor, contagiarlo a alguien. Me dijeron que no tenía porque desarrollarla y que me irían haciendo revisiones para ver como mi cuerpo se desarrollaba. La última revisión que me hice fue poco antes del secuestro y la doctora me dijo que no me tenía que preocupar por nada, no la desarrollaría, pero tenía que usar todo tipo de protección y procurar no cortarme o herirme con ningún objeto que no estuviera cien por cien esterilizado porque mis defensas eran débiles y escasas. Pero eso era mentira, en cuanto vi que la nariz me sangraba lo supe, algo no iba bien y evidentemente estoy empezando a incubarlo. Aunque el doctor dijera que era un brote, no lo era, tengo sida y ahora voy a vivir con eso el resto de mi vida. Medicación diaria, cuidado con todo lo que me rodea, cuidado con el amor… No es agradable tener una pareja con sida, pero es aún menos agradable ser una persona con sida - mi voz temblaba, todo yo temblaba, y Harry me abrazaba escuchando cada palabra intentando percibir cada pizca de sentimiento que yo transmitía.

-Vas a hacer una vida normal, vamos a hacer una vida normal. Tu saldrás adelante con todo esto y yo voy a darte libertad para que hagas lo que creas conveniente, aunque te vayas, y me dejes solo, voy a pagarte el tratamiento Louis, el mejor que haya - besó mi frente con dulce delicadeza.

-No me iré, no puedo irme Harry, no puedo, te necesito - sollocé en su camiseta - más que nunca ahora te necesito.

-Pues voy a estar aquí siempre.

Siempre.

Esa palabra resonaba en mi cabeza desde aquel día, la llevaba tatuada en el corazón.

Los días pasaron y empecé el tratamiento, poco a poco mejoraba y mi vida era cada día más normal, como antes.

Harry había dejado la empresa a cargo de uno de sus mejores trabajadores y él cubría su trabajo mientras él pasaba tiempo conmigo y me controlaba y protegía.

-Harry - rompí el silencio mientras veíamos una película - ¿te hiciste las pruebas?

Él me dedicó una mirada y negó con la cabeza.

-Estoy bien - sonrió.

-Háztelas Harry - susurré en su cuello.

-No hace falta estoy perfecto, mejor que nunca - besé sus labios con lentitud, y ganas, muchas ganas, de demostrarle todo los que sentía y me hacía sentir en un solo beso.

-Hazlo por mí.

-Lo haré Lou, por ti lo haré - dijo apretándome hacia sí.

El doctor vino a hacerme una revisión días más tarde y aprovechó para hacerle la extracción de sangre a Harry, quien miró mosqueado la aguja que agujereó su vena mientras yo reía divertido.

Un día como otro cualquiera salí a la terraza viendo a Harry sentado con la mirada perdida entre el tráfico.

Me acerqué con lentitud y rodeé su cuerpo por detrás sintiendo su calor. Besé suavemente su cuello y él me abrazó fuertemente a él dejándome de pie entre su piernas acomodadas en el sillón.

-Te quiero mucho - le susurré, pero el seguía con la mirada perdida abrazándome con fuerza a él - ¿estás bien Harry? - se levantó rápidamente y me besó con fuerza, mientras sentía que sus lágrimas caían en mis mejillas - ¿Harry?

Vi el papel en la mesita, donde venían los resultados del análisis...

Positivo.

No te haré daño (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora