Capítulo 9

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Pasamos los días bien, por más increíble que pareciese sin discusiones. Que bien sonaba eso...

Sin discusiones.

Nos limitabamos a cruzar cuatro palabras, nuestras conversaciones siempre eran cortas pero con contenido, no eran simples palabras vacías que en conjunto formaban una conversación básicamente fática.

-Yo creo que empiezas a apreciarlo - dijo Zayn comiendo.

-Él tiene razón - confirmó Liam y se giró hacia él - pero sería mejor que no hablaras mientras masticas me has quitado el apetito - gruñó y Niall rió fuertemente.

-Cuando no se pelea Lou os peleáis vosotros, vaya ambiente me rodea - dijo entre risas y le acompañé.

-Yo hace tiempo que no me discuto con Harry, a quien por cierto no aprecio mucho Zayn, pero creo que ha aprendido a respetar mi espacio, y ya no se me acerca como un jodido violador - todos rieron ruidosamente. Bostecé - chicos creo que me voy a dar un baño y a dormir, buenas noches - les sonreí.

-Buenas noches Lou - dijo Niall dedicándome una sonrisa.

-Sweet dreams - me dijo Liam.

-Mañana nos cuentas tus sueños impuros - sólo Zayn podía hacer esos comentarios.

Me metí en el baño y me desnudé mientras llenaba la bañera de agua caliente. Con cuidado metí una mano y la noté a buena temperatura así que no tarde ni un segundo en adentrarme.

Empecé a pensar de aquello y de lo otro mientras entre bostezo y bostezo mi ñoña *(nombre usado en España para describir un estado de relajación o somnolencia) aumentaba y el sueño invadía cada milímetro de mi cuerpo.

No me acuerdo del momento preciso en que me quedé dormido, pero el caso es que acabé K.O..

Desperté en mi cama cubierto por las blancas sábanas que dejaban entrever mi cuerpo a causa de las transparencias del fino tejido. Sin muchas ganas empecé a entreabrir los ojos sintiéndome más débil de lo normal.

Intenté moverme un poco pero me dolió la vida y choque levemente contra otro cuerpo que permanecía a mi lado relajado.

-Pareces un ángel, tienes la piel tan blanca y esa carita inocente y fina con expresión de serenidad que va a desaparecer en cuanto abras la boca, para dejar tu faceta de indignado a la vista –no pude evitar reír entre dientes y sonreír, era verdad.

Él siempre tenía razón.

-No te cansas nunca de tener razón? –pregunté en un susurro, estaba demasiado aturdido como para moverme o alzar la voz.

-Jamás, si te molesta aprende a aceptarlo pequeño –pasó una mano por mi pelo y me revolví como un niño pequeño.

-Cuánto he dormido? –estaba tan cansado a la par que relajado.

-Una semana, casi te ahogas con el agua, tienes suerte de que te encontrara.

-No tiene gracia Harry - le repliqué, aunque el tono de voz que usó no me pareció en ningún momento de mofa o burla.

-No me río precisamente, me he pasado los últimos días tapándote y procurando que despertaras pronto –un escalofrío recorrió lo más profundo de mi columna vertebral inquietándome al ver que iba en serio, que no lo hacía para quedarse conmigo.

-Gracias –le dije sonriendo y sin tener del todo claro lo que iba a hacer, o por qué lo iba a hacer, tiré de su cuello hacia mí y besé sus labios suavemente.

-Te pones tontito cuando estás relajado –sonrió –Te traigo comida, sé que estás hambriento.

Me intenté incorporar pero un dolor agudo y punzante me golpeó la cabeza haciéndome volver a caer.

No te haré daño (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora