-Lo siento, Harry, lo siento, es culpa mía - sollocé entre sus brazos.
-No sé cómo pudo ocurrir - susurró - usé protección.
-Oh dios - lloraba sin intención de parar, ni poder controlarlo - Te acabó de destrozar la vida.
-Louis, no es tu culpa, todo va a estar bien, ¿vale? Saldremos de esta, tú ya haces vida normal.
-Es mi culpa, Harry me siento fatal.
-No lo es, tú no tienes culpa, nadie tiene la culpa de que rompiese el condón, nadie, ¿me escuchas? - Harry hablaba lento y bajo, como intentando autoconvencerse de lo que decía y asimilar la situación.
-Harry… -susurré.
-Dime.
-No quiero vivir así.
-¿Qué estás diciciendo?
-No quiero esta vida.
-Louis, no vuelvas a decir eso, ni se te ocurra pensar en eso, simplemente no lo hagas, es una idea horrible.
-Escuchate, no tiene sentido lo que dices, tú tampoco quieres…
-Louis saldremos adelante.
-No quiero, no quiero, no quiero - golpeé su pecho débilmente - no quiero levantarme cada mañana y depender de una pastilla, no quiero vivir con miedo de pincharme o hacerme un mínimo corte y salir corriendo para el hospital, no quiero sentirme débil, no quiero verte como a mí, no quiero perderte por culpa de esto, no quiero esta vida - lloré y sollocé sin parar.
-Pero si me dejas, voy a hundirme, no voy a ser feliz sin ti Lou, ¿no lo entiendes? Quiero salir adelante por ti, tú me das animo, me das esperanzas, tú me completas y sin ti, estoy vacío.
-Hundamonos juntos, Harry, vayamos a un sitio mejor, no pienso dejar que esta enfermedad me mate, no lo haré soy demasiado orgulloso - rió levemente - Huyamos Harry, huyamos.
Harry no respondió, bueno, si respondió, pero no con palabras.
La puerta de su habitación se cerró tras nosotros, ya no había escapatoria, ya nada importaba éramos él y yo, nada más.
Su mano acarició mi mejilla con delicadeza y poco a poco bajó por mi cuerpo resiguiéndolo y retirando las prendas a su paso. No había prisas, después de observarme con ternura sus labios atraparon los míos en un intenso beso.
Pasito a pasito nos dirigimos a la cama y empecé a quitarle prendas a Harry hasta que quedó igual que yo.
Ahí estábamos, otra vez, desnudos entregándonos, como si no fuese a haber otra vez, con la diferencia de que esta vez estábamos seguros de que no la habría.
Se tumbó encima de mí y abrazándome fuertemente me besó el cuello haciéndome suspirar y gemir sin filtro ninguno. Subió por mi barbilla hasta mis labios y dejó un dulce beso.
-¿Estás seguro? - susurró.
-Más que nunca.
Harry me dió una de las dos cuchillas nuevas que habíamos rescatado del fondo de un cajón desordenado del baño. Las manos nos temblaban pero la decisión estaba tomada. Un dolor punzante resiguió mi brazo verticalmente y gemí levemente, de igual manera que el suyo. La sangre era nuestro único problema, nuestro único motivo y esa era la mejor forma de purgar nuestros cuerpos.
No hubo muchos rodeos, sus labios volvieron a atrapar los míos, y bajaron por mi pecho resiguiendo el tattoo.
Besé su mandíbula y di una mordida que le hizo soltar una leve risita y dejé por todo su cuerpo pequeños besos
-No va a haber otra - le susurré - pero sin duda va a ser la mejor.
Esta vez Harry con delicadeza me tumbó boca arriba y unió nuestras manos ya llenas de sangre.
Me penetró levemente y sus embestidas empezaron suaves.
-Vamos a estar juntos para siempre Louis, serás mío para siempre - susurró entrecortadamente en mi oreja.
La embestidas aceleraban y me empezaba a marear por la falta de sangre que ya teñía las sabanas del escarlata más puro y se filtraba cayendo lentamente gota a gota sobre el suelo.
-Te amo Harry.
-Te amo Louis.
Sentí el orgasmo por todo mi cuerpo y junto con un apasionado beso, todo acabó. Dejé de respirar, ya no sentía mi cuerpo y por supuesto tampoco el suyo, pero había algo que aún sentía, mi corazón, el amor aún latía en él.
Y aquí estamos, tu y yo, nadie más con una eternidad por delante.
En la lápida se puede leer:
Aquí yacen los cuerpos inmortales de Louis Tomlinson y Harry Styles, que aunque ya no respiran, sus corazones aún laten y seguirán latiendo toda la eternidad gracias a la fuerza de amor.
Harry sonríe, por primera vez le he visto siempre sonriente, porque es feliz, feliz conmigo.
-Vamos Lou, ¿no querrás que nos quedemos mirando nuestra lápida lo que nos queda de eternidad?
-Anda calla grosero, estaba teniendo un momento sentimental - le pego en el brazo.
-¡Oye! - responde acariciando su brazo.
-No te quejes que ya no tienes cuerpo, no te puede haber dolido.
-Como te pille… -amenaza juguetón.
-Inténtalo - empiezo a correr entre el tráfico sin miedo.
-¡Louis! ¡Cuidado! - grita al ver un camión muy cerca de mí, pero me atraviesa sin más dejándome intacto.
-Ya no hace falta - le guiño un ojo y en pocos segundos aquí esta, a mi lado.
Manos entrelazadas, mirada fija y labios insaciables de amor.
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Sólo quiero dar las graciasa todos los que la habeis leido, votado y comentado ha sido un placer :)
Empezare a subir otra en breve
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No te haré daño (Larry Stylinson)
Fanfiction-Decir "no te haré daño" es una gran mentira, al menos vas a tener sinceridad en nuestra relación-concluyó cerrando la puerta. Recuerdo la subasta, bueno, no la recuerdo ni tampoco tengo la certeza de saber que eso era una subasta.