Las Ventanas

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Miré a mi padre subir los últimos escalones para subir al techo, lo miré sorprendida y regresé la vista rápidamente buscando a mi vecino en busca de ayuda.

No estaba

Huyó cuando vio a mi padre? me había dejado antes? por qué se fue?, habían muchos tados por entrelazar y yo aun seguía pensativa por el paisaje y todo lo que estaba pasando desde que me mudé.

-Vine a tomar un poco de aire fresco y a valorar si el precio que pagaste era equivalente a la vista- mi padre rió, ya estaba acostumbrado a que escapara para ver paisajes o lugares que me interesaban o quedaban cerca.

- Está a punto de anochecer, deberías bajar o enfermarás-  se acercó y me revolvió el cabello.

-Dame unos minutos mas- de verdad no quería irme, la estaba pasando tan bien antes de que llegara que no quería irme nunca.

-Lo que tardes en bajar será equivalente a lo fría que estará tu comida,tu decides- comenzó a bajar mientras yo le daba un ultimo vistazo al bosque.

-Yo también lo extraño, pero tus sueños son mas importantes que las comodidades- esperaba que no notara que estaba viendo mi antiguo hogar porque no quería que se pusieran melancólicos.

-Extrañar el bosque? yo? no no no, acá es mejor, hay menos mosquitos de los cuales preocuparse- mentí para levantarle el animo aunque no me ayudara a mi.

-Y acá hay cafés en cada esquina, eso es lo mas genial e importante- ambos compartíamos el amor incondicional por el café, de todo tipo, mi madre lo regañaba por darme café desde pequeña así que lo hacía a escondidas, recuerdo que cuando llegaba de algún viaje siempre  tenía un envase de café en la mano y cuando mamá no miraba me dejaba darle un sorbo, aprendí a identificar cada tipo de café desde hace muchos años y aun jugamos a adivinar con el aroma o el sabor que tipo de café es.

-Debo recorrer cada café .

-no habrá cafetería que se nos escape nena- me abrazó y bajamos a cenar.

Mientras cenábamos me puse a pensar en la repentina desaparición del vecino, podría volver a hablar con él en el techo? en ese momento me arrepentía de ser tan tímida y no pedirle su numero de teléfono, ahora tendría que esperar hasta el día siguiente para saber porqué escapó.

Al terminar de cenar subí a mi habitación y me recosté en mi cama mirando al techo, no quería dormir y tampoco podía hacer nada, miré la tv en busca de algo interesante pero nada, me quedé ahí, esperando que mágicamente pasara algo y mejorara mi noche.

Un punto rojo apareció un mi pared

La luz venía de la ventana, sin duda era mi vecino llamándome otra vez, me levanté lo mas rápido que pude y asomé la cabeza por la ventana, mirando al techo en su busca pero no estaba.

-psss, acá abajo nena- miré en dirección a la voz encontrándome con algo que no había notado,  había una ventana en la casa de los vecinos muy cerca de la mía.

Mi MusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora