Cuando él chico de se alejaba de la cafetería alcancé a ver una pequeña guitarra de metal roja salir de su bolsillo, pensé que caería y yo tendría una pista sobre quien era o donde volverlo a encontrar pero sintió que caía y la volvió a meter.
Rayos
Ahora me había perdido de la única oportunidad de saber algo de él sin parecer una loca acosadora, no podía ir mas mal con ese chico, intentaba guardar en mi memoria todos los detalles que podía sobre el aspecto pero había sido todo muy rápido así que no obtuve mucha información útil.
-Chica aquí tienes tu café- me llamó la encargada mientras ponía un vaso en la barra.
-¿Ese chico viene seguido?- pregunté, era mas que obvio que lo conocía, lo había llamado por su nombre.
-Viene mas seguido de lo que piensas y lo verás menos veces de lo que crees- y se fue sin darme tiempo de reaccionar. Tomé el dinero necesario para pagar el café lo dejé sobre la barra y salí con la esperanza de que aquel chico no se hubiera alejado demasiado pero a esa hora ya había mas gente y coches de los que me gustaban, intenté buscarlo con la mirada pero todos se movían en grandes grupos y muy rápido por lo tanto lo perdí.
Me resigné a que ese día ya no lo volvería a ver y caminé de regreso a la escuela, ya había tres cuartas partes de los estudiantes esperando para poder entrar, se reunían en grupos, charlaban y jugaban pero a mi nunca me había gustado estar entra tanta gente así que me recosté en el pasto usando mi mochila como almohada y cerré los ojos para pensar en cosas menos estresantes que casi mil alumnos a mi alrededor.
De la nada una pequeña rama me golpeó el abdomen pero no le presté atención, supuse que había sido el viento pero pocos segundos después cayó otra ramita en mi pierna, no podía ser coincidencia así que abrí solo un ojo encontrando al chico serio del trabajo en equipo, ni siquiera sabía su nombre pero me agradaba.
-Arriba bella durmiente, esta es un área prohibida y si alguien te ve tendrás problemas feos antes de terminar tu primera semana- dijo suavemente mientas me miraba con otra ramita en mano, su acento era hipnótico, ahora que lo tenía casi encima de mi me di cuenta de que tenía unos ojos espectaculares, grandes y negros, sus labios carnosos y un poco descuidados adornaban perfecto esa blanca sonrisa. Estaba concentrada viendo los pequeños detalles que no pude notar cuando estábamos trabajando porque tenía la cabeza baja cuando estiró su mano para ayudarme a levantar.
-¿Por qué esta prohibida esta área?- no sabía que mas decirle.
-La directora se vuelve loca si estas acá.
-No conozco a la directora- en ningún momento me la presentaron y si la vi pensé que era una maestra, necesitaba mas información sobre las reglas y el personal.
-No querrás conocerla enojada, no sería una buena idea conocerse cuando estas bajo su árbol favorito.
-Tiene un árbol favorito y por eso no quiere que estemos aquí?- dije levantándome de su mano.
-No es solo un árbol- señaló a una rama gruesa y seca que estaba arriba de nosotros de donde sobresalía una cola de ardilla-esa pequeña amiga tiene mas atención y privilegios que cualquier estudiante.- reímos un poco y salimos del lugar, ya iban a comenzar las clases así que entramos directo al salón, por el camino bromeamos y reímos sobre si la directora le había construido un pequeño departamento en el árbol o si le había comprado un pequeño coche, extrañamente se reía de mis chistes malos y contaba otros que me mataban de risa, en esos escasos 5 minutos que hablamos me reí mas que en los dos días que llevaba en la ciudad, era muy amigable, no entiendo porque estaba siempre solo y callado.
-¿Donde te quieres sentar?- preguntó señalando todos los lugares vacíos.
-Aquí- dije sentándome en un banco del fondo.
-Perfecto- Me guiñó un ojo y se sentó en el banco de al lado.
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Mi Muso
RandomAndy se acaba de mudar a la ciudad para seguir su sueño y como bonus encuentra a un chico que le roba el corazón