Mi Muso

Café

Eran las 2:30 pm y la nota decía que debía estar ahí a las 5, también había quedado de ir con Chevalier, pero aún no sabía a que hora así que decidí ir a casa a bañarme y arreglarme para ambos lugares, era todo un lío hoy y aun no había comido nada, pasé a una pequeña tienda de abarrotes y compré unas mini donas para calmar un poco los rugidos de mi estomago, en lo que conseguía algo mas decente para comer.

Llegué a casa y asalté la nevera, no había nada ya preparado así que me preparé el sandwich mas sencillo de la vida y lo comí mientras subía a mi habitación y dejaba mi mochila sobre mi cama, estaba muy alterada y nerviosa por tener que acudir a ambos lugares, él chico que me entregó la nota sería alexis? o alguien mas la había puesto en mi mochila y él solo me ayudó a no perderla?estaba tan distraída con es tema que no le presté atención a mi teléfono para nada, busqué en todo mi guardarropa y eso quizá fue lo mas difícil , no sabía como iría vestida la otra persona, y si solo era una broma? me vería demasiado ridícula tomando un café con un atuendo muy elaborado para una cita , y si el chico llegaba con unos vaqueros y una camisa simple y yo llevo un vestido elegante? y si él lleva traje y yo un atuendo sencillo? estaba hecha un manojo de nervios, era como una cita a ciegas y nunca me había gustado esa idea, terminé tirada un mi cama con un short simple, un vestido a medio poner y el cabello completamente revuelto después de tanto probarme ropa, suspiré y justo se me vino el atuendo perfecto a la mente, me puse unos pantalones negros ajustados y una camisa blanca con detalles de encaje era bastante sencilla pero elegante, recogí solo un poco de cabello de los lados haciendo unas pequeñas trenzas y uniéndolas, nunca me ha gustado usar mucho maquillaje así que solo me puse un poco de mascara para pestañas y un brillo labial color durazno y me miré en el espejo.

Pasable

No era exactamente lo que usaría para una cita pero me gustaba, tomé mi teléfono y lo puse en la bolsa trasera de mi pantalón, tomé algo de dinero y salí con el tiempo justo para llegar, mis padres salieron a divertirse con los vecinos así que no tenía que preocuparme por llegar a cenar. Por todo el camino le di vueltas en  mi cabeza a los posibles chicos que me citarían en el café.

Ningún candidato

Pasaba tan inadvertida que los chicos de la escuela ni siquiera me notaban y el único que lo hizo fue Chevalier, él no podía ser porque él me citó en el techo, cierto, tenía que averiguar cual era su insistencia en ocultarme su nombre y que fueron todos esos mensajes y las notas en clase, nadie hace eso solo porque si y menos con alguien que acabas de conocer hace tan poco. Estaba tan concentrada en mis pensamientos y teorías sobre el chico del café y Chevalier que cuando regresé a la realidad estaba a un par de metros del café, comencé a mirar por las puertas de cristal en busca del chico que me había citado pero todos los que estaban ahí estaban acompañados.

Es una broma

 Pensé, pero esta vez en lugar de irme a mi casa triste y reflexionar en lo crédula e ingenua que soy decidí quedarme y tomar un café, quizá el chico que me citó se retrasó un poco. Tomé asiento en la mesa mas alejada del todos que pude, era una pequeña mesa que estaba entre tres paredes donde solo podían sentarse dos persona, esta vez la usé solo yo, llegó la mesera y con una sonrisa amable me tomó la orden, le eché un vistazo al menú de postres y me decidí por un pastel de choco-café y un café con crema irlandesa, mientras la señorita traía mi pedido comencé a juguetear con las puntas de mi cabello, estaban un poco maltratadas por el cambio de clima pero nada que no pudiera solucionar, justo en ese momento escuché que alguien se aclaró la garganta detrás de mi, no le presté atención pensando que había sido alguno de los clientes que estaban en otra mesa pero descubrí que no era así cuando escuche por segunda vez a esa persona, miré hacia atrás y era Chevalier sosteniendo mi café y mi pastel mientras sonreía.