Narra Alison
Entre a la habitación y lo que encontré fue a dos personas desnudas en una cama, al principio creí que me equivoque de habitación, pero al encender las luces.... ERAN JOS Y ALINA????
Me derrumbe al instante, no podía soltar alguna palabra o lagrima, solo... estaba en shock. Mi mejor amiga y el... Sin reacción alguna decidí salir corriendo de allí. Entre rápido al elevador y cerré las puertas rápidamente.
Es increíble, seguía en shock. No podía derramar lagrima alguna, o decir algo, era un gran nudo en la garganta el que sentía, quería llorar y llorar, pero no podía. Es decir, a quien engaño? Soy tan desagradable, que chico querría un desastre como yo? Fui una estúpida para empezar, por crearme fantasías felices junto a el. Es tan irónico como mi mente me atormenta completamente en estos momentos. La mente a veces puede ser tan extraña y llevarnos a creer realidades que no son. Y lo acabo de descubrir. Un engaño de mi mejor amiga es algo peor, la conozco desde que tengo memoria, jamas creí que me haría algo como esto. Por fin pude derramar mis lagrimas. Salí corriendo del hotel, camine kilómetros, pero no a casa, camine a una vieja casa de campo donde papa solía llevarnos. Esta al sur de la ciudad, no muy lejos. Camine hasta llegar, estaba abandonada, hace años que no vengo. Entre y lo primero que hice fue enviar un mensaje a mama para avisar que no llegare. Ahora si... me quede en el porche de la cabaña sentada en un columpio observando la luna. A quien trate de engañar al pensar que el se interesaría en mi? Era mas que obvio que jugaría con mis sentimientos. Derrame mil lagrimas, soy una estúpida, simplemente ahora no se que hacer, estoy sola. Me he quedado sola...
Sin amigos, ni nadie con quien desahogarme. Me senté en el suelo hasta quedar recostada y luego dormida.
Me desperté con los rayos del sol. Estaba en la sala de la cabaña. Como llegue aquí? De repente vi a un lindo chico sentado del otro lado de la estancia.
-Valla, al fin has despertado, creí que estabas muerta o algo así.
-Quien eres y que haces aquí?
-Mi nombre es Aaron y bueno, me pagan por cuidar el lugar, la pregunta es quien eres tu y que haces aquí?
-Me llamo Alisson y esta cabaña es de mi padre, y vine aquí y eso...
-Oh ya, y por que te quedaste tirada en el suelo en lugar de entrar? pudiste haber sido robada o algo así.
-Ah larga historia...
-Por cierto, si vas a salir antes de que te vallas lava tu cara, esta llena de cosa negra alrededor de tus ojos.
-Que??- saque un espejo, el rimel se corrió.- Rayos, creo que me iré a lavar.
Subí a lavar mi cara, dios parecía un panda. Lave mi cara y baje a tomar mis cosas.
-Y que fue lo que te deprimió tanto que quedaste afuera llorando?-menciono Aaron mientras limpiaba la casa.
-Me viste?
-Dios, tu lloriqueo se podría oír a kilómetros considerando que aquí no hay mucho ruido.
-Ah, problemas personales.
-Puedes contarme, anda.-dijo indicando que me sentara.
-Te acabo de conocer y pretendes que te cuente mi vida?
-Bueno, te escuchabas tan desconsolante anoche, yo solo decía.
-Ah, ahora solo quiero ir a casa.
-No sera fácil, vives lejos, me sorprende como llegaste aquí tan fácil anoche.
-Solo corrí dramáticamente, yo misma me sorprendo.
-Bueno, explicaciones luego, te llevo a desayunar y después a tu casa?
-Y por que confiaría en ti?
-Por que trabajo para tu padre así que si te hago algo me pasara algo mas grave a mi, anda yo invito si?
-Claro... Gracias. Iremos caminando?
-Nah, tengo coche, vamos.
Subimos a su coche, el camino era silencioso. El sol salia de su escondite, cada vez era mas fuerte. Entramos a la ciudad y se estaciono en una cafetería en el centro. Bajamos y nos sentamos a conversar.
-Y ahora me dirás que paso?
-Hey, acepte venir contigo, pero no dije que te diría... No eres un amigo ni nada para darte explicaciones...
-Tal vez pueda ser tu amigo?
-Bueno... Amm... no me opondré a eso.-Llego una mesera a tomar la orden, yo pedí un moka y Aaron un cappuchino.
-Bueno, al menos platícame un poco no?
-Ah, fue una decepción... Algo de lo que no puedo hablar, o no podría sin derrumbarme.
-Oh rayos...- la mesera trajo nuestras ordenes junto con los panecillos que vienen con las bebidas.
-Y bueno, platícame de ti.- dije tratando de sonar lo mas interesada posible.
-Ah, bueno trabaje desde toda la vida para tu padre como ''guardia'' de sus propiedades, no tengo padres ni mucho menos familiares, la única persona con la que vivo desde los 6 años es un hombre al cual llamo abuelo.
-Es extrañamente conmovedora tu historia.
-Si... Ahora platícame tu de ti.- dice apoyando su cabeza en la mesa.
-Bueno, se supone que estaría en un internado ahora a punto de salir y graduarme e ir a la universidad, pero tome un receso y vine a visitar a mi madre, pero creo que volveré, necesito olvidar tantas decepciones...
-Te iras? Vaya, yo quería conocerte bien...
-Dije creo... aun no decido...
-Ojala y no te vayas, me encantaría conocerte mejor.
-Enserio?
-Bueno, nos conocimos hace dos horas y me llevo una buena impresión de ti.
-Tal vez me tenga que ir, mientras mas largo sea mi receso mas tardare en graduarme.
-Si te vas te volveré a ver después?
-Claro...
-Iré a pagar para llevarte a tu casa, si?
-Si...
Vi como Aaron se dirigía al mostrador, debo admitir que es muy dulce, o al menos mas caballeroso que el idiota de Jos. Salimos de la cafetería para que el me llevase a casa.
Llegamos a casa.
-Te volveré a ver?
-Lo mas probable es que si...
-Ojala y pronto, me encanto conocerte. Bueno, me tengo que ir.
-Adiós...