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Una vez más preparado para salir al escenario, los nervios ya eran cosa del pasado, un poco tal vez, ya no era lo mismo de siempre, ahora más bien estaba ansioso, mostrar otra vez más al mundo que SHINee estaba más vivo que nunca. Después de tantos rumores de separación, más bien, posible separación por la reputación de la empresa, un gran susto a sus fans, pero demostraban en cada entrevista que eso no pasaría jamás, al menos no era algo que tenían en consideración, todo era perfecto para ellos. Solistas, MC, grabaciones de dramas, si, en definitiva SHINee estaba más vivo que nunca y estaban por demostrarlo una vez más.

Arreglaba su ropa frente al espejo, a veces las estilistas no lograban esa comodidad o esa esencia tan suya, terminaba el mismo arreglándose, unos cuantos movimientos en su cabello, en su ropa, y se sentía listo para salir frente a una cámara. Arreglo el micrófono en su mejilla, dejando que los encargados del sonido acomodaran la caja en su pantalón, de tal forma que no se notara la presencia de esta en el lugar. Había extrañado tener agenda atareada, tuvo un tiempo libre, solo para él, aunque no podía evitar extrañar a su otra mitad, le hubiera encantado llevarlo con él a esos viajes. No era su intensión mostrar en las fotografías de Instagram algunas expresiones de tristeza, simplemente no estaba de ánimos, pero le gustaba tomarse fotos, ¿Extraño, no?, bien, él era así, una caja de sorpresas.

Termino sentado a la espera del llamado a SHINee para salir a escena. Su mirada se enfocó en el televisor, el programa había comenzado hace unos minutos, las presentaciones junto con este, por lo que era consciente que la espera no sería demasiada. Entre su mirada perdida en tantos bailes, lo vio ingresar al camerino. Arreglado, maquillado y con esa sonrisa tan característica de él. Jonghyun siempre había tenido un atractivo que lo volvía loco, desde los inicios del grupo, claro que en esos inicios no pensó en verlo con otro tipo de perspectiva. Era un atractivo envidiable, como cualquier hombre que envidiara a otro. Recordaba como en aquel tiempo esas dudas lo llevaron a una gran confusión, un gran cambio en su vida, probablemente cualquiera se lo esperaba, por su personalidad, pero viéndolo de su punto de vista, más bien de su propia vida no era algo tan fácil de asumir.

Jonghyun entre todas las personas que se encontraban en el camerino, cámaras, maquilladoras, staff, sus compañeros, se acercó dedicándole una de esas sonrisas que sabía, solo era para él. Sintió su peso a su lado al sentarse junto a él y su mano sobre su muñeca, con un simple contacto, uno que conocía bastante bien, con el tiempo, todos esos pequeños contactos aprendió a deducirlos, todo por seguir protegiendo su imagen.

—¿Dónde estabas? —Pregunto Key.

—Por ahí —Dijo entre risas Jonghyun.

—¿Estabas de coqueto? —

—Siempre. —Respondió sin quitar la sonrisa. — Solo contigo..

Key sonrió de inmediato.

Sin importar las personas en el interior, ellos hablaban con normalidad, ya la gran mayoría se había acostumbrado a escucharles hablarse de esa forma, no porque estuvieran conscientes de lo que ocurría, sino porque esa relación de amistad que tenían llevaba años y años de cercanía. Probablemente a muchos les tomo tiempo acostumbrarse, más al staff, sus maquilladoras, las personas que no les rodeaban a diario, puesto que sus amistades más cercanas, ya podían imaginarse lo que ocurría tras esas sonrisas cómplices.

Así es, Key estaba enamorado.

Cualquiera que le hablara de las relaciones falsas que tenían los grupos idols, diría que de falsas no tienen nada, si el lo experimento, ¿Por qué otros no?, es más, Key aseguraba que todo lo que vivió, lo había vivido alguien más, era imposible que fuera el único en confundirse de esa forma. Incluso, cada vez que lo pensaba, asumía que grupos femeninos pasaban por lo mismo, aunque tenía un claro ejemplo cercano, Amber, de ahí creyó que todo era posible, no era único, aunque gracias al cielo, había logrado mantener su relación estable hasta el momento, no sin antes pasar por mil obstáculos, nada en la vida era fácil, mucho menos el cambio donde el mundo no estaba preparado para aceptar.

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