Una madre para Yoogeun

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Incomodo, ¿De que otra forma se sentiría al tener a Key frente a el jugueteando con Yoogeun y mirándolo de esa forma tan... Perdida?

El día era una mierda, al igual como se sentía. Bien, se sentía culpable de besar a su mejor amigo, un hombre, pensando que por un momento Key luego lo odiaría, no estaba bien, era claro que terminaría todo mal si no arreglaban pronto el tema. Aun así, siempre que su mirada se dirigía a Key, este parecía no estar incomodo en absoluto, al contrario, esa mirada le estaba poniendo completamente nervioso, pues sabia de que se trataba.

Con el mal clima no lograron tener un día de picnic como lo tenían pensado, pero tampoco fue un día tan malo, al contrario, después de tener tantas cosas en su cabeza, un día de juegos, mañana más bien, se distrajo lo suficiente para disfrutar del programa. En un salón lleno de cámaras junto con los demás, se sentó con Yoogeun, era el momento de pasar tiempo con el bebé, era la mejor forma de distraerse. Entre risas y miradas con Key. Debía admitir que aun sentía nervios al verlo, pues de solo encontrarse sus miradas lo recordaba. Ese beso.

Sus labios finalmente se tocaron. Sabía que estaría arrepentido luego, pero en ese momento lo necesitaba. Aunque fue apenas un roce, tímido, donde sus labios se tocaron nada más para acariciar los contrarios, sentir ese dulce sabor y separarse.

Con Key acorralado, sus manos se perdieron en la cintura de este, se aferró a el de tal forma en la que sus cuerpos se mantuvieran en un pequeño roce, donde lograba sentir el corazón del más alto latir contra el propio. Sintió como los brazos de Kibum rodearon su cuello, provocando que sus rostros se ladearan, profundizo aquel beso.

Cierto temor en él le estaba deteniendo a profundizar el beso, era su mejor amigo, un hombre. ¡Estaba besando a un hombre! ¿Eso lo volvía gay?, ¿¡Era gay!? No, no, no. No era gay, no le gustaba Key, no sentía nada por el, era simple curiosidad, ¿No?. Tampoco lo llamaría curiosidad, no se sentía como eso, más bien era un deseo, deseo por besar esos labios. Probablemente eran las hormonas que a esa edad comenzaban a afectar bastante, sobre todo al tener un contrato en el cual las citas y las novias no estaban permitidas. Si bien era un niño, necesitaba descargarse sexualmente, no podría estar siempre tomando duchas frias y atendiéndose a él mismo. Pero claro, a esa edad, sobre todo en su país, era mal visto. ¿Qué pensarían sus fans de saber que pasaría la noche con una mujer?... ¿Qué pensarían de saber que beso al todo poderoso Key?

Antes de que las cosas se escaparan le escaparan de las manos, dejo con lentitud los labios de este. El beso fue apasionado, pero no así sexual. Sería la gota que derramara el vaso tener alguna atracción sexual por el menor, solo era un beso, el deseo de un beso, necesitaba probar esos labios, y ya al hacerlo... Mierda. Realmente había sido un error. El arrepentimiento llego antes de tiempo, no por no disfrutarlo, no porque se tratara de Key, no porque fuera un hombre, no porque este fuera su mejor amigo... Era más bien... Porque se volvería adicto.

Apenas había tocado los labios de Kibum y ya sentía que los necesitaba de nuevo.

Su mirada se encontró con la contraria quien tenia una leve sonrisa en sus labios, como si estuvo esperando mucho tiempo por ese beso. ¿Por qué Key no se veía tan confundido como él?

-Key...-Susurro.

-¿Hm?.. -

-Esto no esta bien...-Pronunció en voz baja.

-Quizás no.... Pero se siente muy bien. -Admitió.

Aun tenía al más alto abrazado a su cuello mientras sus manos seguían aferradas a la cintura de este. Aun acorralado, mientras sus labios seguían con ese deseo de continuar el trabajo. Pero estaba seguro que de hacerlo, no podrían contenerse a continuar.

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