Epílogo.

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Epílogo.

Cuatro años después...
19 de agosto del 2005

—¿Estas lista? —preguntó Darren por vigésima vez.

—¡Siempre lo estuve! —afirmé.

Entonces, saltamos.

Creo que jamás había gritado tanto en mi vida, creo que jamás me había sentido tan libre. La sensación fue espectacular, en un momento sentí que el estómago me saldría por la boca. El viento chocaba con mi rostro agresivamente dándome a entender que nuestro peso con la gravedad nos daba bastante velocidad.

Abrazada a mi novio y riendo a carcajadas por su cara, pude observar el bonito paisaje de cabeza, y un espectacular puente del que estaba colgada literalmente.

Fue la caída más alucinante que experimenté en mi vida, un sueño hecho realidad. Saltar desde ese puente junto a esa persona especial eran deseos que se hicieron realidad.

—Feliz cumpleaños, de nuevo. —habló el moreno y me besó.

Un beso invertido que causo mariposas en mi estómago, esa sensación no se ha extinguido luego de dos años, hasta creo que se ha hecho más intensa. Sus besos, sus caricias, sus gestos... cada vez me gustaban más.

—¡Como te quiero, Taylor Morgan! —gritó a todo pulmón luego de finalizar el beso.

—¡Como te quiero, Darren Lewis! —grité en respuesta. 

Los instructores que observaban la escena desde arriba se reían por nuestro comportamiento aniñado. Y creo que decidieron hacernos una maldad: soltaron las cuerdas que nos sostenían y caímos al agua.

Nuestras carcajadas resonaban en todo el lugar, jugábamos como niños chapoteando y ahogándonos uno al otro. El momento era perfecto pero comenzaba a hacer frío y decidimos salirnos. Al llegar a la orilla, los instructores nos esperaban con un par de toallas y nuestro cambio de ropa.

Fue el mejor regalo de cumpleaños.









Después de estar cambiados y bonitos, me invitó a cenar. Cosa que no pude negar puesto que tenía muchísima hambre, así que partimos a uno de mis restaurantes favoritos en Italia.

Un chico nos abrió la puerta y nos consiguió una cómoda mesa donde nos sentamos a ojear el menú, luego de decidir que cenar nos sentamos tranquilamente. O por lo menos eso creía yo, ya que Darren se levantó de la silla e hizo que yo me levantara con él. Se notaba nervioso, como si fuera a hacer algo muy importante.

—¡Por favor, necesito toda su atención! —pidió él y todos los comensales que se encontraban esa noche voltearon a verle.

Ahora era yo la que estaba nerviosa, las manos comenzaron a sudarme y mi corazón no dejaba de latir fuertemente.

—Quiero que todos esta noche sean testigos de mi amor por esta señorita. —continuaba hablando él, ¿qué estaba tratando de hacer?— Los últimos cuatro años han sido los mejores años de mi vida y no me arrepiento de haberlos vivido contigo.

Abría mis ojos como platos en un intento para callarle y sentarnos como las personas normales lo hacían pero el, como tenía claro, no me haría caso. De fondo podía escuchar los gemidos de ternura que la gente soltaba con sus palabras y fue allí cuando comencé a prestarle atención.

—Ella es hermosa, tierna, inocente pero también puede ser muy cabezota, rabiosa y testaruda. —Rió— Aunque eso no me importa, porque la adoro. -Una sonrisa gigantesca creció en mi rostro gracias a ello.

Y de repente cuando creí que no habría más sorpresas, él se arrodilló y dijo...

—Taylor Morgan, ¿te casarías conmigo?

Creí que estaba a punto de colapsar, su cuerpo inclinado sobre el suelo, sosteniendo una pequeña cajita de gamuza que contenía el más hermoso anillo jamás.

Era simplemente perfecto.

Él era perfecto, y era mío.

—¿Qué dices, amor? —se le notaba realmente nervioso.

Era hora de responder...

—¡Acepto! —exclamé. Él se levantó y me envolvió entre sus brazos. La gente aplaudía alegre de ver tal escena y algunas mujeres soltaban exclamaciones de ternura. 

Mi prometido se separó centímetros de mi, apenas rozando nuestras narices y sin pensarlo mucho nos unió en un beso, corto pero tierno.

—Te amo. —susurró a centímetros de mi.



N/A:

EEEELLLL FIN. Pues ahora si doy por finalizada mi obra. Espero y les haya gustado muchísimo, esta escrita con amor y es un triunfo gigante para mi el haber terminado esto. No esta demás decir que fue gracias a ustedes, por su apoyo y perseverancia.


Las quiero muchísimo.


No soy buena con esto de los agradecimientos pero en serio le estoy eternamente agradecida.


Espero muchos comentarios sobre lo que piensan, es importante para mi. No te abstraigas, ¡comenta!


Para cualquier ayuda, consejo, información, etc. Aquí estoy yo, no duden en escribirme.


Nos veremos en próximas historias, hasta luego.


Besos desde Venezuela.

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