❝ Pasé mis brazos por sus hombros hasta juntar mis manos detrás de su cuello, acercándome más a él. Sus manos se pasaron por mi cintura y quedaron posadas ahí. Levanté mi cabeza y lo miré a los ojos ―. Me vuelves loca ― las palabras salieron de mi b...
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― Oye, Lena― oí que me llamaba Allison en su susurro. Con su mano comenzó a moverme un poco, para despertarme― . Lena, escuché un ruido a fuera del cuarto.
Fruncí el ceño y me quejé, aún sin abrir los ojos―. ¿Y quieres que te acompañe?
Me movió otra vez, haciendo que molesta abriera los ojos y me girara hacia ella. Estábamos en su habitación, ella dormía en su cama y yo en un colchón en el suelo a un lado de ella. Ayer, luego de la cita, yo la estaba acompañando a su casa para luego irme a la mía; pero cuando yo me ofrecí para acompañarla, no contaba con que Scott vendría con nosotras. Aunque no me molestó, se me hizo un poco incómodo pues yo sobraba ahí. Luego, cuando llegamos a la puerta principal de la casa de Allison, se despidieron con un beso y mi amiga me ofreció quedarme en su casa; y ahí estaba en ese momento.
― Sí, por favor― me pidió Allison tomándome del brazo para que me levantara. Llevaba su perfecto cabello negro en un rodete desordenado, pero bonito; y mi pelo parecía que tenía una telaraña enredada, pues era un desastre. Al ya estar de pie, un pensamiento pasó por mi cabeza; ¿y qué si la causa del ruido era ocasionada por esos que me habían hecho eso en los bolos ayer? Íbamos acercándonos a la puerta lentamente, cuando la tomé de la muñeca y me posicioné frente a ella para que lo que sea que quería herirnos, me lastimara a mí y no a ella.
Abría la puerta y salimos por el pasillo hasta llegar a las escaleras. Nos asomamos por la baranda para ver qué ocurría abajo, que era de donde venía el sonido. Al ver a Chris Argent con su característica campera verde, me relajé, al menos no íbamos a morir ese día―. ¿Qué ocurre?― le preguntó Allison a su padre.
Argent se dio vuelta al oír la voz de su hija venir del segundo piso ―. Tu tía Kate me mandó un mensaje. Voy a recogerla.
Oh, Dios. Kate Argent. La misma Kate Argent que hizo todas esas cosas horribles, la misma Kate Argent que odia a los de mi raza. Estoy frita. Más me vale caerle bien mañana o juro que me colgaré en el ventilador.
Allison se abrazó a ella misma, supongo que porque solo llevaba puesto su pijama y hacía frío―. Son las 2 de la mañana, ¿está todo bien?
― Sí. Solo tiene un problema con el auto― la tranquilizó su padre sosteniendo un bolso negro.
― No es nada grave, ¿no?― preguntó Allison preocupada por su tía.
― No. Un neumático pinchado. Vuelvan a la cama, chicas― dijo el padre de Allison, obviamente queriendo que dejáramos que molestar y lo dejáramos ir.
Nosotras asentimos y volvimos a su cuatro. Nos envolvimos entre las sábanas y antes de dormir, oí que Allison me susurraba―. Me están ocultando algo―. Oh, si lo supieras, cariño.
