❝ Pasé mis brazos por sus hombros hasta juntar mis manos detrás de su cuello, acercándome más a él. Sus manos se pasaron por mi cintura y quedaron posadas ahí. Levanté mi cabeza y lo miré a los ojos ―. Me vuelves loca ― las palabras salieron de mi b...
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Abrí los ojos con dificultad, y al principio, estaba un poco desorientada. Miré a mi alrededor. Estaba en una habitación de hospital, todo era de color blanco o celeste claro: cosa que me molestaba, eran colores demasiado suaves. ¿Por qué estaba ahí? ¿Qué me había pasado? ¿Y si todo había sido un sueño porque estuve en un coma o algo? La cama sobre la cual mi cuerpo estaba apoyado era muy incómoda, tan dura como si estuviera acostada en el suelo. Mi mirada pasó a una mesa que había a un lado de la pared opuesta; ahí había toda clase de regalos, una bolsa de colores (muy bonita) con un cartel en frente que decía "Kit para sobrevivir en un hospital", otra era una canasta (de esas típicas que se usan en los picnics de las películas) y dentro había chocolates y dulces (Sour Patch Kids, Skittles, X-treams, Reese's, Nerds, Hershey's, M&M, Swedish Fish, Kit Kat), luego otra en una caja forrada de blanco (de los costados habían colgados globos que decían cosas como "mejórate" y "te queremos mucho) y dentro de la caja había libros, muchos libros (en otras palabras, el paraíso). Puede que yo no parezca la clase de chica a la que le gusta leer, pero en realidad lo soy, solo que últimamente no he tenido tiempo para relajarme y leer, pero lo disfruto mucho. Volviendo al tema, había muchísimos regalos más (ositos de peluche, bolsas misteriosas, revistas, juegos de mesa) ¿Desde cuando tenía tantos amigos y personas que se preocupaban por mí?
Miré para la izquierda y vi que en vez de haber una pared, normal y corriente, había una ventana. Me sentí observada, cualquiera podría verme, incluso los que no me conocían. Por suerte, en ambos lados de la ventana gigante, había unas cortinas blancas.
Decidida, intenté pararme, pero sentí un dolor punzante en la pierna. Me dejé caer nuevamente sobre la camilla y bajé mi mirada. Subí levemente la bata de hospital y había una venda cubriendo la parte de arriba del muslo. Temerosa y lentamente, me saqué un parte de la venda y quedé helada al ver lo que había. Una mordedura como de un lobo; la parte de abajo de lo dientes estaba muy marcada y estaba cubierta de sangre. Al rededor, había muchísimos moretones violetas. Intenté tocarla, pero el mínimo contacto que hice, liberó un intenso dolor que se expandió por la zona. Entonces no había sido un sueño... Me sentía diferente, como si toda mi vida me hubiera faltado algo, y por fin lo tenía. Me sentía completa.
Alguien abrió la puerta, y del susto di un saltito. Levanté mi mirada y ahí, junto a la entrada, estaba parada Melissa McCall. De repente, todos los recuerdos de lo ocurrido, llegaron a mi cabeza, Peter me había mordido, toda mi familia había muerto en un incendio, y yo era una bruja ksahnae; cosas que yo ya sabía, pero no recordaba que sabía. Suspiré, aliviada de que todo fuera real.
― Elena, cariño― me llamó Melissa, la madre de Scott. La miré sobresaltada por recibir toda esa información de golpe, todos esos recuerdos―. No intentes pararte, quédate recostada. ¿Recuerdas algo de lo que ocurrió?― Negué con la cabeza, a pesar de sí recordarlo―. Todos creen que fue Derek Hale el que te atacó, pero eso no explica la mordida de animal que tienes en tu muslo derecho.
