32 || Eyes filled with fire.

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.    𝘌𝘺𝘦𝘴 𝘧𝘪𝘭𝘭𝘦𝘥 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘧𝘪𝘳𝘦    .

[Gif, Margeret Le Fay.]

Podría haber hecho un hechizo para correr de manera más veloz, pero aunque sabía cómo hacerlo, no lo hice ni le dije a Margaret que lo hiciera

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Podría haber hecho un hechizo para correr de manera más veloz, pero aunque sabía cómo hacerlo, no lo hice ni le dije a Margaret que lo hiciera. Yo nunca lo había practicado antes ni tenía la capacidad de hacerlo sin tener que parar en el lugar para concentrarme, y Margaret estaba (probablemente) cansada, pues la habían torturado, me había contactado telepáticamente, me había controlado para que yo la buscara y realizado un hechizo para ocultar la apariencia de los tres. Sin embargo, había logrado lanzar pequeños hechizos (mientras corría) hacia los cazadores.

A mitad del camino, los cazadores se cansaron, se atrasaron y logramos escapar de sus vistas. A paso parcialmente acelerado, comenzamos a dirigirnos a la casa de Derek.

Todo muy callado hasta que llegamos ―. Si quieres puedo ayudarte a subirlo por las escaleras― ofrecí a Margaret, pues Derek estaba muy débil y no podía mantenerse por sí solo; y Margaret (quien lo llevaba) estaba débil también.

La mujer de ojos claros asintió y me acerqué a ellos. Pasé un brazo de Derek por encima de la parte trasera de mi cuello y generé que apoyara la mitad de su peso en mí.

♥ 

Desplomamos al pobre de Derek sobre el sofá, exhaustas―. Bueno, si eso es todo, creo que me iré...― comencé, pero Margaret me cortó.

― Espera, necesito hablar contigo, quedate unos minutos― se apresuró a decir apoyando su mano sobre mi  hombro. Curiosa, asentí y me guió hasta la mesa. Me senté en una silla y ella en una enfrentada a la mía―. Quería agradecerte, nos salvaste.

Negué con la cabeza―. Yo no hice nada, todo fue gracias a tí―. Le sonreí y ella me devolvió el gesto. Mi expresión cambió cuando recordé algo, y fruncí el ceño―. Cu-cuando tú hiciste el hechizo hoy, tu ojos... No le presté mucha atención al principio, e incluso cuando los ví bien lo ignoré ―. Hize una pausa para respirar―. Brillaban y eran naranjas, casi como los de mi amigo Scott cuando se transforma, era como si tus ojos... estuvieran incendiándose; y los míos se vuelven completamentre negros, ¿por qué?―. Margaret abrió la boca para contestar, pero la corté añadiendo―: Supongo que es porque tenemos diferentes habilidades o somos de diferentes linajes.

La bruja sonrió―. Dentro de la clasificación de brujas, están las del tipo ksahnae, y dentro del tipo ksahnae están los diferentes tipos de habilidades. Tú tienes los ojos así porque puedes hacer rituales más poderosos y efectivos, y además tienes una clase telekinesis; yo los tengo naranjas porque además de las cualidades de las brujas ksahnae normales, puedo controlar el clima y a las personas.

Asentí satisfecha con su respuesta, pero volví a hablar―: Sabes que mi apellido es Phoenix, ¿pero sabes por qué cada vez que me presento las personas se alteran?

― Es simple. Tú vienes de una familia y un linaje de brujas muy conocido; y demás eres la hija de una de las bujas más importantes de la historia. Derrotó a los Nawke.

Iba a pedirle que me contara más, pero al verla tan cansada, decidí dejarla tranquila.

♥ 

― No me pasa nada, solo tengo muchas cosas en mi cabeza― dijo Allison a Lydia.

― Al menos, podrías sonreír― insistió Lydia.

Suspiré comenzado a perder la paciencia―. Lydia, déjala. Si no quiere sonreír, que no lo haga. A veces está bien estar amargado, a veces algunos sentimientos se vuelven demasiado y es necesario.

Obviamente, Lydia me ignoró y volvió a hablar―. ¿Has escuchado el dicho: "No funzas el ceño, alguien podría enamorarse de tu sonrisa"?―. Para que me invitan si no van a oír lo que tengo para decir? Es mucho mejor animar objetos inanimados y contarles mis frustraciones que hablar con la rubia rojiza, pensé―. Sonríe, Allison. Te compraré un vestido.

― Es una buena manera de pedir perdón― subió y bajó sus cejas Allison.

― Exelente― susurró Lydia mirando hacia el costado y posando como una modelo mientras subían por la escalera mecánica.

No había muchas personas en el shopping, aunque eso era de esperarse. Las tiendas del edificio eran muy prestigiosas y costosas, pues solo las personas con dinero de sobra o las personas con poco dinero y gran determinación para ahorrar, compraban ahí.

Nosotras habíamos ido a comprarnos vestidos para el baile. Lydia iría con un idiota del equipo de Lacrosse, Allson iría con Jackson y yo... Se supone que iría con Isaac, pero él no me había invitado. Esa era una de las razones de por qué estaba de mal humor.

― Pero será mejor que aceptes lo que te pediré― sonrió malevolamente mi compañera―. Quiero que canceles tu cita con el idiota al que le dijiste que sí, y vayas con otra persona.

― ¿Con quién?―Lydia funció el ceño y la miró desilucionada.

Allison giró la cabeza hacia su izquiera y sonrió miando a Stiles (quien estaba oliendo perfumes y se tiró en la nariz, causnado que comenzara a estornudar―. Él.

En la serie, no podía dejar de sonreír al ver esa parte; pero en la vida real, donde sabía que a mi amiga le gustaba Stiles, no podía evitar sentime enojada con Allison (a pesar de que ella no sabía el secreto de Tina).

― No funzas el ceño, Lydia. Alguien pude enamorarse de tu sonrisa― Allison se burló; me habría reído con ella, pero me sentía culpable por no intervenir. Aunque, ¿qué podía decir? ¿"No lo hagan"? Necisitaba una razón, y sin contar la real, no había ninguna otra razonable.

♥ 

Introducí la llave a la cerradura y abrí la puerta. Estaba cansada, había tenido un día largo. La puerta chocó contra algo que estaba en el camino. Fruncí el ceño, no recordaba haber dejado nada por ahí. ¿Alguien me había dejado un regalo? ¿Cómo logró dejarlo del lado de adentro?

Cerré la puerta detrás de mí y me agaché a la altura de lo que había irrumpido la tranquilidad de mi puerta. Era una caja banca muy bonita con un moño rosa de tela envolviéndola. Sobre la tapa decía "¡Ábreme!". Dentro había un perfume Victoria's Secret que tenía un post it pegado que decía "¿Quieres venir al baile conmigo? - Isaac".

Una sonrisa involuntaria se plantó en mi rostro.


My World  |  Isaac Lahey  |  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora