Min Ho observaba a Taemin dormir, el castaño no se había movido demasiado en la noche sin embargo Choi no había podido dormir intentando saber qué haría, porque el poco dinero que tenía era nada para los gastos que ellos requerían, ya que tenían que conseguir un lugar para vivir, y eso no era todo, porque ellos debían alimentarse y más Lee en su estado. El pelinegro tenía bastante claro que desde el momento que ellos salieran de esa casa estaban solos y no sería fácil, sin embargo algo dentro de él le decía que podía hacerlo, encontrar la forma de que Taemin y su bebé no sufrieran a su lado, no le había dicho al castaño que sus padres no los querían en la casa.
Escuchó la puerta de la entrada de la casa se cerrada y el silencio proveniente desde afuera, era la señal de que sus padres ya se habían ido a trabajar, a pesar de que su mamá era una mujer dedicada a su hogar ella trabajaba medio tiempo, que cuando Min Ho estuvo en la secundaria era durante él estaba en clases, porque el chico no podía decir que sus padres lo descuidaron como escuchaba a algunos compañeros quejarse, y otros decir que les gustaba estar solos, Choi podía decir que sus padres cuidaban de él pero él era un adolescente rebelde y curioso que cuando lo invitaron a aquellas carreras no se negó, terminado por chocar el auto de sus padres y siendo enviado a ese pueblo en el que conoció a Taemin, y tuvo su romance del momento por el tiempo que estaría ahí, o ese era el plan, ya que las cosas no fueron de esa manera y ahora tenía que cuidar del chico y de su hijo, Taemin y su bebé fueron los que le hicieron darse cuenta que él no podía ser el mismo de siempre a pesar de estar de regreso, porque sin desearlo estaba formando su familia.
Min Ho se levantó de la cama y haciendo el menor ruido posible se dirigió a su armario sacando algunas maletas de éste y comenzando a guardar la ropa que había en él, no podían quedarse todo el día en la casa porque él le pidió a su padre que les permitiera quedarse la noche anterior, porque no sabía lo que haría con Taemin, no podía llevarlo a la calle luego de hacer que dejase todo lo que conoció, y al menos ya sabía un lugar al que podía ir, al menos por ese día y si tenía algo de suerte hasta que consiguiera un lugar para empezar a vivir con el castaño. Separó dos chaquetas y la ropa que usaría para después todo guardar en las maletas, también tomó lo más importante y cosas de valor económico lo guardó en la maleta porque estaba seguro que eso de algo le iba a servir, quizás su cuenta bancaria no tenía millones pero subsistirían.
Luego de terminar de guardar todo llevó las maletas hacia la sala de estar, en donde continuaban sus cosas con las que llegaron el día anterior, dejó junto a éstas las maletas que acababa de bajar y volvió a subir a su habitación, observó como el castaño parecía no tener intenciones de despertar, pero a su parecer era mejor irse en ese momento que horas después porque le sería más difícil despedirse de la casa que le vio crecer, de los recuerdos que tenía, porque dejar a su familia no era fácil, pero estos eran los que lo echaron, él no estaba dejándolos, sólo estaba haciendo lo que ellos quisieron, que se fuera por tener preferencia sexuales diferentes a lo que la sociedad veía bien, aunque no era así en un cien por ciento, sólo que eligió para que sea su pareja a un hombre y no a una mujer como pudo hacer y se habría ahorrado el drama de su madre, sin embargo había algo que no sabía qué era que hacía que no se arrepintiera de sus actos. Se acercó a la cama y se sentó en borde de ésta, agitando suavemente el hombro de Taemin.
—Bonito, despierta, tenemos que irnos.
Observó cómo Taemin empezaba a abrir sus ojos, y pasaba sus manos sobre estos, una imagen demasiado hermosa a su parecer, sin embargo aquello se rompió por la vocecita de su cabeza que le decía que ellos tenían que irse de ahí antes de que su mamá regresara, porque él no quería enfrentar un drama como el del día anterior o peor, no sabía cómo iba a reaccionar ésta al ver otra vez al castaño.
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Pequeñas Travesuras.
FanfictionCuando sus padres lo castigaron enviándolo a un pueblo que para él tenía problemas de identidad, no pensó que iba a enamorarse, ni siquiera estaba pensando que pudiera ser eso posible en ese lugar, llevándolo a infringir muchas de las reglas de aque...