Pequeñas Travesuras.

Capítulo 5.

Miró al techo de su habitación como llevaba días haciéndolo, no había buscado a Taemin y no salió de su casa más de lo necesario porque no sabía cómo debía enfrentarlo si lo encontraba en el pueblo, todavía estaba intentando entender que el chico podía concebir y entre más lo pensaba, más confundido estaba, porque de acuerdo a lo que dijo el castaño él no era el único con esa capacidad sino que había más hombres como en él en el pueblo, Choi estaba algo asustado con eso pero sobretodo con el tema del bebé, él no pensó en que todo podía terminar de esa forma pero ya estaba hecho, porque la noche que Lee apareció en su habitación y cayó inconsciente Min Ho lo cuidó, dándose cuenta que se necesitaba un botiquín en esa casa porque no tenía ni siquiera alcohol para hacer que despertara, quiso usar su perfume pero el castaño si de verdad estaba embarazado iba a ser muy fuerte, quedándose dormido mientras esperaba que despertase por sí solo, sin embargo cuando él volvió a despertar Taemin ya no estaba en su cama ni en la casa y desde esa madrugada que apareció en su habitación no lo había visto.

En las pocas salidas que hizo de su casa escuchó que en efecto, Taemin estaba comprometido y que pronto se casaría, que la boda sería en menos de un mes, había escuchado que hablaban que el chico estaba embarazado del hombre que sería su esposo por eso se casaría tan rápido y a otras personas defenderlo porque él era un Lee, integrante de una familia demasiado prestigiosa y de las que seguía las reglas del pueblo mejor que nadie, con aquello que escuchó él había entendido el dicho: "pueblo chico infierno grande" porque las personas sí que podían destruir con su boca a otras, había sido una suerte que lo que ellos tuvieron en ese corto tiempo el pueblo no se hubiese enterado, pero ahora cada palabra que el chico dijo la madrugada que apareció en su habitación tenía algo de sentido para él.

Escuchó que Ye Won le informó que el almuerzo estaba listo y luego de decir que iría a comer, se levantó de la cama para bajar a comer, tenía que preguntarle a la mujer de la manera más sutil todo lo dicho por Taemin aquella madrugada porque él no podía permitir que lo azotasen al chico frente al pueblo, pero tampoco quería casarse con el castaño, debía haber una forma para ayudarlo si es que de verdad estaba embarazado de él como le dijo, era muy poco tiempo como para saber si lo estaba, al menos para Min Ho porque él iba a cumplir un mes ahí, lo que decía que el chico no podía tener ni siquiera un mes de embarazo como para que pudiera estar seguro de su estado de gestación.

Tomó asiento en el lugar de siempre, solo en aquella mesa mientras observaba a Ye Won volver a la cocina por la comida faltante en la mesa, suspiró, tenía que armarse de valor para tocar los temas con ella, no porque tuviera miedo a la mujer o estuviese avergonzado, sino que él antes le mencionó a Taemin y si ella lo recordaba podía relacionarlo todo, no quería causar más caos del que suponía era para el chico si de verdad estaba embarazado.

—Señora Ye Won —habló cuando la mujer dejó los platos en la mesa —quería preguntarle algo —la mujer esperó por su pregunta en silencio —tome asiento, no debería dejarme comer solo.

—Joven Min Ho, no es correcto que yo coma en la misma mesa que usted.

—Disculpe señora Ye Won pero son demasiado extraños aquí, yo le estoy permitiendo que se siente en la misma mesa, usted no está tomando ninguna atribución que no se le permita.

Min Ho de verdad quería que la mujer se sentase en su misma mesa para hablar de todo por lo que sentía curiosidad, porque verla parada a su lado sólo lo hacía sentir nervioso, más de lo que ya estaba porque debía cuidar sus palabras, no podía causarle un problema a Taemin o a él mismo. El pelinegro quería saltar de felicidad cuando la mujer dijo que comería en la mesa con él, pero que ese sería el único día que lo haría, y con eso bastaba para él, porque tenía que obtener de ella toda la información que pudiera.