Pequeñas Travesuras.

Epílogo.

Taemin se paseaba por la habitación buscando la ropa que usaría ese día, y su mirada se dirigió a Min Ho que parecía no tener intenciones de levantarse de la cama, y tampoco era que se lo fuera a exigir, al menos no si podía quedarse ahí un poco más antes de que tuviera que ir al trabajo, además que si él se quedaba en la casa no tendría que despertar a Se Hee y Hae Woo, eso ahorraría mucho tiempo mientras llevaba a Hyung Su a su primer día en el kínder.

—¿Y si contratamos un maestro particular?

Taemin evitó bufar al escucharlo, ahí iba otra vez miles de opciones de las cuales todas tendrían una negativa, ya que parecía que Min Ho no quería que sus hijos salieran de la casa porque "algo les podía pasar". El castaño no sabía en qué momento su esposo se volvió tan protector con sus hijos, porque ni siquiera a la guardería los dejó ir, porque cuando los menores de la familia cumplieron un año Taemin creyó que lo mejor era que sus tres terremotos fueran a la guardería para que así Joo Kyun tuviera más tiempo para ella, además de que él estaba pensando en trabajar, sin embargo Min Ho no se lo había permitido, tomando dos trabajos ésta vez que con la ayuda de su padre fueron mejores que los anteriores que ocupaban su tiempo durante toda la semana, y estudiar en el horario de fines de semana, Choi otra vez había comenzando a esforzarse demasiado por su familia, pero en ésta ocasión porque no quería que Taemin trabajara y que sus hijos terminasen en la guardería, aunque tampoco le gustaba no tener tiempo como antes para quedarse con ellos.

Sin embargo ahora tenía un puesto en una empresa con un sueldo aceptable como para mantener a su familia, y aunque Min Ho no lo quería aceptar debía hacerlo, que la influencia de su papá le había ayudado a él abrirse caminos, como el tener ahora su propia casa, una que no era tan grande como la de sus padres pero les pertenecía a ellos, incluso Taemin había comenzado con un trabajo más acorde a lo que él estudió, por el momento se estaba enfocando en la escultura, encontrando su forma de estar estables, podían pagar lo que necesitaban.

—Min Ho, Hyung Su irá al kínder como todos los niños, eso lo habíamos hablado ya, además ya pagamos la matrícula.

—Pero...

—No.

—Bonito...

Taemin suspiró, Min Ho no lo iba a convencer con aquella palabra que en algunas ocasiones parecía ser su debilidad, pero a la que últimamente tenía que resistir porque Choi lo sabía y la usaba, como cuando intentó convencerlo que dejase de tomar los anticonceptivos porque "el quería tener una hija", lo cual el castaño no estuvo de acuerdo, porque estaban estables pero la casa todavía se estaba pagando, y también él había iniciado no mucho tiempo atrás con su trabajo, además de que él creía que sus hijos todavía eran pequeños como para que estuviera embarazado otra vez y no podría correr detrás de ellos cuando tenían sus momentos de hacer travesuras que parecía que destruirían la casa. Ahora Min Ho volvía a estar tiempo con sus hijos pero no era igual al que Taemin compartía con ellos por lo tanto para él era fácil desear otro hijo, y quizás si Taemin no se estuviera cuidando con anticonceptivos ya estaría embarazado otra vez, incluso años atrás le pareció ver alivio en el doctor Shim cuando ellos fueron a él para hablar de los métodos anticonceptivos que podría usar Lee porque "no era igual" el sexo con protección.

—Min Ho... —se quejó cuando tuvo a su esposo rodeándolo y mimándolo como si pudiera convencerlo —no vas a lograr que cambie de parecer.

—Pero Taemin, Hyung Su todavía es pequeño, pueden golpearlo en el kínder y...

—No lo harán.

El castaño prácticamente tuvo un berrinche peor a los que sus hijos podían hacer porque Min Ho no quería dejar ir al niño al kínder y cuando hubo golpes en la puerta seguido de la vocecita de Hyung Su todo se detuvo por un momento, con Choi corriendo a ésta, tomando a su hijo en brazos, abrazándolo con excesiva fuerza recibiendo risas por parte del niño porque para él era agradable tener de esa forma a su papá, aunque parecía que en ese momento quería romper sus huesos y asustarlo con todo lo que le decía que podrían hacerle los niños en el kínder, y Taemin no quería pensar en cómo estaría Min Ho si se enterara de que en el pasado le mintió con respecto a que sus hijos pudieran ser como él, porque tal vez todo sería más exagerado.