Capítulo 4
Emily Salvatore
-¡Emily, quiero que lo hagas una vez más!- deje mi botella de agua junto a mi maleta y patine de nuevo al centro de la pista, estaba por comenzar mi rutina de nuevo pero los chicos del equipo de Hockey invadieron el lugar, mire a mi entrenador fastidiada, no me gustaba que me hiciera entrenar cuando estaban aquí los del equipo- ellos te dejaran hacerlo solo una vez más, así que hazlo bien.
Me puse en posición de nuevo y Ricky, mi entrenador, hizo sonar la música, comencé mi rutina, sentía la mirada del equipo en mí, lo que me incomodaba ya que mi vestuario es muy corto y sabía que su atención estaba en mi trasero, hice todo lo mejor que pude, pero ya casi al final, uno de ellos dejo caer "accidentalmente" su palo y yo tropecé, la caída fue dura.
Sentí dolor en mi muñeca y después un golpe en mi cabeza, no me puse de pie de inmediato porque mi vista se nublo, estaba aturdida, no sabía que estaba pasando a mi alrededor pero, cuando logre enfocar bien lo primero que vi, fue a... ¿Shane?
¿Qué diablos hace el aquí?
-¿Estas bien?- su voz se escuchaba lejana, trate de hablar pero de nuevo todo me comenzó a dar vueltas.
-Lo siento tanto, Emy- la voz del chico también sonaba lejana, aún más que la de Shane, pero aun así pude identificar el tono burlón con el que lo dijo, entonces vi que Shane se puso de pie y fue a donde estaba el chico y lo golpeo, en el estómago haciendo que el cayera por suerte tenía casco y no se golpeó la cabeza, para mi mala suerte ahora veía puntos negros, alguien me levanto del hielo, sentí mi cuerpo pesado y mis rodillas no soportaban mi peso.
-¡Emily!- Ricky trataba de sostenerme, pero él no era la persona más fuerte del mundo así que ahora temía por volver a caer, y sabiendo que mis extremidades no respondían correctamente, sabía que el golpe iría directamente a mi rostro- ¡Shane!
Y entonces todo se volvió negro.
(...)
Cuando abrí los ojos de nuevo, ya estaba en mi habitación, estaba sola y era de noche, lo que quería decir que mañana era Lunes y debía ir a la escuela, cosa que no me gustaba mucho, me puse de pie y camine hasta mi baño, encendí la luz y me miré en el espejo.
El grito que salió de mis labios casi me dejo sorda.
Había un enorme golpe en mi frente y tenía el labio roto.
-¿Qué demonios?- toque mis labios y entonces vi una venda en mi muñeca, escuche que alguien tocaba frenéticamente mi puerta así que salí a mi habitación, cuando iba por la mitad mi puerta se abrió abruptamente.
-¡¿Dónde está el peligro?!- mi hermano, Shane y el abuelo Tyler entraron, cada uno con algo diferente para atacar; Shane y el abuelo tenían un Bate y un cuchillo, respectivamente, en cambio Mike tenía un aromatizante en aerosol.
-No hay peligro, sin embargo, Mike, ¿un aromatizante?- señale con mi mano.
-No hay nada de malo en querer que un asesino serial tenga olor a...- leyó en la etiqueta del aerosol- campo primaveral- sonreí no había nada que me hiciera sentir mejor que las estupideces de mi hermano mayor.
-¿Estas bien, Emy?- el abuelo se acercó a mí, he hizo que me sentara en mi cama para revisar mis heridas- luces muy bien, estos golpes sanarán muy rápido- sonreí- pero aun así iras mañana a clases- mi sonrisa se borró, y en su lugar un puchero apareció- nada de caritas tiernas, preciosa- beso mi nariz y salió de mi habitación.
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Friendzone
Teen FictionUn consejo: No te enamores de tu mejor amigo. ¡Advertencia! Historia cursi y cliché. Todos los derechos reservados, no se permiten copias o adaptaciones, historia original y registrada legalmente.