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Capítulo 14

Emily Salvatore.

-Mike...- me interrumpió antes de poder decir cualquier cosa.

-Por favor solo piénsalo, te necesito en mi vida, el abuelo te necesita, Jake, Ayden, mamá y papá te necesitan, te lo suplico- la desesperación en su mirada me decía lo mucho que me echaba de menos, y siendo sincera, extrañaba a mi hermano, él siempre fue mi confidente y ahora me sentía un tanto sola.

-Debo pensarlo- respondí, solo asintió- aun hay muchas cosas que necesitan de mi atención, por ejemplo el asunto de la compañía que ahora te pertenece- acusé, sus ojos azules rehuyeron a mi mirada.

-Respecto a eso...

-Mike después hablaremos de eso, lo que me preocupa en estos momentos es la campaña para la línea de ropa de Han, perdimos todos los archivos desde que Camille, casi las mata- hace dos semanas que Emma y Hannah dejaron el hospital, yo visitaba todos los días a la niña y porque no decirlo a su padre, vivía con la rubia, por lo que no tenía que preocuparme de visitarla, pero sí me preocupaba de las visitas constantes de Luke, ese modelo iba con frecuencia al departamento.

-¿No hicieron copias?- Mike comió de su muffin, asentí como respuesta, ¿Por qué no las utilizan?- bebí de nuevo a mi café.

-Porqué Camille se encargó de destruir mi oficina, mis computadoras y diseños, todo quedó inservible- me pase las manos por el rostro, agradeciendo internamente de no haberme maquillado por la mañana, de ser así, ahora sería un lindo mapache.

-Tuvieron que hacer más copias- negué- no pueden ser tan irresponsables, al menos debe existir una persona realmente inteligente en tu compañía, Emily- estaba por protestar pero entonces el nombre de Sonia vino a mi mente.

-¡Eres un genio!- grité llamando la atención de los ancianos al final de la cafetería.

-Casi haces que me dé un infarto, niña- tenía una mano en el pecho, dramatizando todo como siempre.

-No seas nena, ¿me llevas al estudio?- mi hermano mayor alzó una ceja, negó- ¿Qué?, ¿Por...?

-Con una condición- me interrumpió- hice una seña indicando que hablara- ¿Me perdonas?- mi corazón se estremece, me pongo de pie, y camino hasta su asiento, me siento sobre sus piernas como cuando éramos niños, me abrazo a su cuello, ocultando mi rostro en el hueco de este, sin darle importancia a la mirada reprobatoria de los ancianos, Mike me toma por la cintura.

-Ya te he perdonado, Mike- sentí sus brazos apretarme con más fuerza- de otra manera no habría venido aquí por voluntad propia.

-Gracias- besé su mejilla.

-Ahora llévame al estudio necesito encontrar a mi asistente- prácticamente lo arrastre hasta su auto y cómo conductor a lo rápido y furioso, aceleró para llegar lo más pronto posible.

(...)

-¡Sonia!- entré gritando, espantando a las personas que estaban trabajando, la chica llegó de inmediato apareció.

-¿Emily, que sucedió con tu ropa?- se acercó con la intención de tocar mi abrigo, pero la aparte.

-Mi hermano quería detenerse por un helado, algo salió mal y...- me detuve al darme cuenta de que comenzaba a divagar- es una larga historia.

-De acuerdo- me miró frunciendo el ceño, en estos momentos debería parecer una loca con comida en su ropa pero no me importaba, la tomé por los hombros, abrió los ojos de par en par.

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