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Capítulo 2

Shane Parker

Gracias a mi nueva vecina, que para mi sorpresa es mi mejor amiga, todo el edificio logró dormir en paz, la niña no despertó en medio de la noche, milagrosamente. Por la mañana logré tranquilizarla antes de que comenzara a llorar, pero todo fue un caos cuando mi padre llamó para pedir que fuera a la empresa, tome todo lo que iba a necesitar para cuidar de Emma.

Y así con su cochecito, todo en su maleta, traté de salir al trabajo, la palabra clave es "tratar", porque mi padre se reusaba a que llevara a la niña.

-No puedo dejarla con una niñera- respondí a mi padre mientras apretaba el botón del ascensor- es muy pequeña, y no puedo conseguir una de último minuto- me adentre en la gran caja de metal- comprende que no lo haré- hablar por teléfono con él nunca es sencillo- no, no le pediré a mis hermanas que la cuiden- espere su respuesta- papá basta ella irá conmigo, no está a discusión- colgué justo cuando las puertas se abrieron.

-Buen día, señor Parker- saludó John, el portero.

-Buen día- respondí, me detuve junto a él para asegurarme de que la niña estuviese bien abrigada, lo último que deseaba era que enfermara.

-¡Demonios!- una chica cruzó la puerta principal tiritando de frío- Moriré congelada- sonreí, no dejaba de ser tan exagerada, su cabello negro estaba cubierto por un gorro, su nariz estaba roja, estaba bastante abrigada, sus ojos grises se encontraron con los míos, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.

Desde la noche anterior no la vi, ella prácticamente salió corriendo del departamento, no me dio tiempo de reaccionar.

-Hola- saludé, ella hizo una seña con su mano, después se percató de la presencia de Emma.

-No piensas sacar a la bebé con este clima, ¿verdad?- se arrodilló frente al cochecito para saludarla- puede enfermar.

-Pero no puedo dejarla sola, su madre se fue para jamás volver y ahora solo estamos los dos, y sabes lo que pienso de las niñeras no...

-Espera- me detuvo levantando una mano- ¿me estás diciendo que la madre los abandonó?- asentí- bueno es nuevo, por lo general el padre es quien se marcha asustado.

-No podría alejarme de ella- Emily, sonrió, y asintió.

-La cuidaré por ti, no quiero que se enferme- camino hasta ponerse a mi altura.

-No es necesario que...

-No lo hago por ti, Shane- interrumpió, de nuevo- es por ella, la llevaré a mi casa y cuando termines todo lo que tengas que hacer, sabes dónde encontrarnos.

No esperó a que respondiera, tomó la maleta de la niña, el cochecito y caminó al ascensor.

-Qué testaruda- dije tomándome el puente de la nariz.

-Pero es linda- me gire para mirar a nuestro portero era un hombre de edad avanzada, pero no puedo discutir lo que dijo, además él no lo hacía con malas intenciones, como respuesta solo sonreí- su auto lo espera señor- le agradecí y salí del edificio en para con mi padre, alias mi "jefe", ya iba tarde y no me lo perdonaría jamás.

(...)

-Lamento la tardanza- me senté frente al hombre más serie que jamás había visto.

-Así que... ese parasito por fin se alejó de ti y tu dinero- fruncí el ceño- esa chica no era buena para ti y los negocios hijo, me alegra que se fuera.

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