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Capítulo 8

Shane Parker

La mirada gris de Emily penetraba mi alma, no podía apartar mis ojos de los suyos, además estaba molesto, por razones que no comprendía, me sentía engañado, incluso por mi hija, ¡Mi propia hija!, que no tiene el año de vida, me sentía traicionado, ella reía y se veía muy feliz en brazos del sujeto que las acompañaba y yo cuando estaba conmigo la mayor parte del tiempo, dormía, lloraba y comía, casi nunca sonreía.

Pero ahora estaba ahí en brazos de un desconocido riendo y pestañeando como nunca antes la había visto, esto era traición, una muy grande por cierto.

-Es un cliente, Shane- respondió Emily cruzándose de brazos, se giró un poco y con un gesto hizo que el desconocido se fuera con mi hija- te lo dije, tenía una reunión importante, tengo un negocio importante que resolver, y si todo sale bien...- me miró interrumpiéndose- solo quiero que todo esté bien entre nosotros.

-¿Saliendo con ese?- señalé a donde antes estaba el hombre.

-Shane Parker... ¿Estás celoso?-su pregunta me hizo relajar el ceño, di un paso en su dirección y la tomé de la cintura y la pegue a mi cuerpo, el aroma dulzón de su perfume me embriagó.

-Sí- admití- es malditamente celoso, él puede cenar a tu lado, tomar tu mano y hacer reír a mi hija, mientras yo tengo que soportar a Camille, estoy celoso, porqué quiero ser yo quien este a tu lado- vi las mejillas de la chica enrojecer, me sonrió, sentí que mi corazón se aceleraba cuando sus ojos dieron con mis labios, deseaba poder besarla.

-No es lo que quiere tu padre- dio un paso atrás y se alejó, por extraño y estúpido que parezca sentí frío al no tenerla en mis brazos.

-¿A quién lo interesa lo que él quiere?- se cruzó de brazos.

-A ti debería importarte, después de todo, tu compromiso con Camille ayudará a tu familia y es algo inminente- respondió, no tenía argumentos para responder, todo lo que decía era verdad, si me casaba con la hija del señor Cox, las dos compañías se unirían y encabezarían a todas, serían imparables, todo acosta de la felicidad de sus hijos, o por lo menos de la mía.- Pero...- aun con brazos cruzados se acercó- lucharé por evitarlo.

-¿Qué?- una sonrisa fue lo único que me dio.

-Si todo sale bien- continuó- no tendrás que casarte con ella- sus ojos grises destellaban con genuina esperanza.

-¿Y si no es de esa forma?- chasqueo la lengua.

-Lo peor que sucedería es que compartirías la misma cama con Camille, tu padre encontraría la manera de sacarme del panorama, abandonando a mi "hija"- hizo comillas con sus dedos- y tu serías la persona caritativa que la adoptara después de que su madre desnaturalizada la deje en tu puerta- hizo una mueca y después suspiró, solo podía estar sorprendido por lo que decía.

-Tu padre tiene todo planeado- bufó- habló conmigo hace unos días, dijo que tenía que desaparecer de nuevo y no volver esta vez- mordió su labio inferior, vi sus ojos llenarse de lágrimas que luchaba por no dejar correr- no sabía...- su voz se cortó- la pasaste mal, por mi culpa- tomo aire, mientras cerraba los ojos las lágrimas rebeldes corrieron por sus mejillas- lo siento mucho, no quería... hacerte eso.

Quería decirle que no se preocupara, pero la había pasado mal después de que no supe más de ella, no quería salir, o ver a nadie, muchas veces llegaba ebrio a casa sin saber realmente como lo hacía, trate de suplantarla muchas veces, no funcionó, y gracias a eso ahora tenía una hija, me arrepentía de meterme con esa mujer, pero agradecía tener a Emma en mi vida, esa niña había llegado a llenar el vació que Emily dejó en mi vida, desde el momento en que supe de su existencia, no hice nada más que cuidar de ella, me enamore de la pequeña y rosada bolita humana que vi por primera vez en el hospital.

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