Sí, no era muy atractivo; su padre se había encargado de hacérselo saber repetidas veces durante su infancia y más en su adolescencia cuando sus rasgos fueron todo, menos masculinos. Sí, era alto, pero tampoco tanto comparado con el 1.93 que medía Ki Kwang, su hermano menor; varios años menor. El chico apenas tenía 18 años y ya le sobrepasaba más de 10 centímetros de altura, lo odiaba, aunque en el fondo no era cierto.
Sí, tampoco era un extrovertido como Taemin, su mejor amigo, quien se hacía de amistades a dónde iba y todo el mundo parecía caer a sus pies cuando sonreía o decía algo gracioso; Taemin era el agradable, él era el raro. Y no era raro porque fuese gay, al igual que Taemin, sino que era raro porque a cada fiesta que su amigo lo invitaba, sentía demasiado la presión social de agradarle a la gente que al final, todos le esquivaban y él terminaba solo sentado en un sofá o bien, se iba temprano a casa; sin amigos nuevos y sin conquista de una noche.
Sí, no era lindo, ¡Incluso él lo admitía! ¿Quién podría fijarse en su piel pálida, sus ojos fríos, sus pómulos femeninos y esa cicatriz en su ceja? Y de su cuerpo, ¡ni hablar! No era del prototipo musculoso como Ki Kwang, ni masculino como Hyeong Seop su última conquista, ni seductor como Taemin. No tenía nada de lo que Taemin tenía y, ¿Por qué pensaba en eso exactamente? Porque a unos cuantos metros de donde él estaba, podía ver a Taemin conversar animadamente con un chico, el tercero de la noche y que parecía ser quien terminaría yéndose con el castaño a su departamento.
¿Y él? él tan solo estaba ahí, sentado en uno de los taburetes de la barra bebiendo la cuarta piña colada sin alcohol de la noche; ¡Maldición, si hasta sus tragos eran poco atractivos! A esas alturas terminarían saliéndole piñas por el culo y esa sensación no era la que quería sentir precisamente en esa parte de su cuerpo.
Kibum suspiró pesadamente por milésima vez, jugando con la bombilla de su trago, distrayéndose con el ir y venir del barman que atendía siempre con una sonrisa y que cuando le veía llegar, ya le tenía preparado su trago. Después de todo, ir tres veces a la semana le había enseñado al hombre qué era lo que a Kibum le gustaba beber.
Jueves piña colada con hielo frapé.
Viernes piña colada con un trozo de la fruta en el borde del vaso.
Y Sábado piña colada con el hielo y el trozo de fruta incluido.
Charlie era agradable, con un nombre poco coreano pero agradable. Después de todo el tiempo que llevaba concurriendo al "Coyote", Kibum sabía que 'Charlie' no era el verdadero nombre del chico. A decir verdad, todos quienes trabajaban ahí parecían tener un alias especial; Charlie era el barman, Lisa, Kitty, Molly y Sally las camareras. Toby, Elias y Frank los guardias de seguridad del interior, Mark el gorila que ejercía de guardia de seguridad del exterior (y sí, era un gorila con todas sus letras a los ojos de Kibum, tanto que su sola presencia era necesaria afuera del local), Ben el administrador del local y 'Jefe' era el dueño.
Nunca había visto al tipo y rara vez oía hablar de él, y siempre cuando alguien lo iba a ver a su oficina en el segundo piso del local, esa persona era llevada por Ben y uno de los guardias. 'Jefe' era la única persona en el "Coyote" que no usaba un nombre para ocultar su nombre real.
Del año y medio que llevaba frecuentando el local, Kibum nunca vio al hombre, nunca. Al principio ni supo de su existencia hasta que Charlie sin querer mencionó al tipo en un comentario poco amistoso y nervioso, trató de enmendar su error.
- ¡Puta mal nacido, lo odio!
Kibum se sobresaltó al oír el grito de Charlie por sobre el ruido de la música. Lo miró con asombro y cuando el otro chico le devolvió la mirada, supo que quizás no había sido tan discreto como creía.
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[ Ámame ]
Fanfiction•SEGUNDA TEMPORADA••2Min & JongKey• "Quería, solo por un momento saber cómo era; ¿cómo se siente que te amen? pero nunca pensé que sería de este modo..." Para cada historia, una canción.