[ Ámame ]

Capítulo IV: Mirrors

Iba a ser la primera vez que se presentaría en un público tan grande como el que aquella noche y estaba nervioso, más por él mismo. Un estudio de televisión y una cantidad reducida de personas no era lo mismo que un estadio lleno gritando, coreando las canciones y pendiente de no perderse ni el más mínimo detalle.

Minho lo sabía. Taemin también.

Estaba de pie junto al escenario, tras bastidores, en uno de los espacios de ingreso a la tarima junto a la enorme pantalla LED. Tras bambalinas todo era un caos, asistentes yendo de un lado a otro, maquilladoras, vestuaristas, productores que iban coordinando cada una de las presentaciones; y aunque sabía que debía estar en el camerino viendo la presentación de Taemin que era televisada solo para el interior del recinto y de los otros artistas, él simplemente no podía estar sentado viéndolo por una pantalla. Tenía que estar ahí, a su lado. Ya que no podía simplemente subirse con él al escenario, verlo a escondidas a un costado de éste, debía servir.

Y entonces, el momento llegó.

Las luces se fueron atenuando para dar paso al brillo de mil luces que se movían de un lado a otro al compás de la música que crecía como un rugido; los gritos de las fans por un momento le dieron la impresión de que la voz de Taemin no se escucharía, pero no.

En medio del escenario, el cabello platinado hacía contraste con la chaqueta negra y roja a rayas, con lentejuelas que le daban esa impresión de: 'Hey, mírenme, soy yo'. Y eso no pudo ponerlo más feliz. Minho mordió su labio cuando Taemin giró y comenzó a cantar y bailar rodeado por otros tantos bailarines en camisa blanca y corbata que le daban el favor de ser él quien brillase ese momento. Ese era SU momento. Solo de él.

La mano del rubio se movió abriendo un par de botones de su camisa negra, moviendo sus piernas eternas y todo su cuerpo con una fluidez sensual que acaparaba miradas. Minho no quería voltearse, pero tras él, podía oír como suaves susurros los comentarios de las personas que se daban una escapada para ver el debut del maknae del grupo.

Su debut como solista había sido toda una sorpresa, al igual que el impresionante cambio de look y la imagen que querían darle; de hombre, de un rompecorazones, de un chico rebelde capaz de alcanzar sus metas sin dejarse minimizar por nadie. Minho no podía negarlo, en un principio tuvo dudas y más aún cuando Kibum parecía no muy contento con lo que estaba sucediendo. Sus miedos de que el debut solista de Taemin opacara al grupo, era algo que le ocasionaba temor y fiel a su personalidad, el rubio no podía ocultar aquello. Era demasiado honesto y ya había tenido una que otra discusión con él al respecto.

"Tú tampoco nos hablaste de tus planes para debutar, no entiendo por qué ahora te molestas tanto Kibum"

"Lo mío es diferente, fue completamente diferente..."

"Oh, ¿en serio? No digas bobadas Kibum, sabes que es lo mismo; nos ocultaste que estabas trabajando en tu debut, no supimos nada hasta días antes de que todo el mundo supiera y, además, ¿Woohyun...?"

"Es mi amigo, no tienes que hablar de él como si no lo conocieras"

"¡Y Taemin es nuestro compañero, nuestro hermano! Escúchate Kibum, solo te estás justificando. Taemin tiene todo el derecho de querer repuntar aún más en su carrera al igual que tú lo has hecho ¿Qué pasaría si Jinki hyung hiciera lo mismo? ¿Estarías igual de molesto?"

"¡Sabes que no Minho!"

"¿Y si fuera Jonghyun hyung...?"

"¡Por supuesto que no y lo sabes!"