Capitulo 6: No es cuestión de belleza.

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-Que quieres?
-No lo sé- respondí.
-Solo tienes que desearlo, y si lo deseas lo bastante y comprendes porqué lo haces, lo sabes de verdad, entonces sucederá.
Alice Sebold, Desde mi Cielo.

(Byegone de Volcano Choir)

Habían pasado varios días desde la cita y Alec y Magnus eran mas cercanos desde entonces, claro que las cosas aún seguían con la normalidad y ambos, sentían que aún había un muro que los separaba y Magnus decidió romper ese muro: esa noche besaría a Alec y se le declararía formalmente.
Aunque ambos se habían confesado en aquél teatro y tales consesiones mantenían viva alegría y esperanza en los corazones de ambos.
Podriamos estar juntos y si todo marcha bien, lo liberare y estaremos juntos formalmente se decia Magnus. No le importaba lo que su padre pensara. Magnus amaba a Alec y lucharía para que estuvieran juntos. Le daría una vivienda digna y hablaría con sus amigos para que lo ayudaran a conseguir un trabajo de arquitecto para Alec. Magnus sabía que muchos arquitectos son esclavos libres o arquitectos griegos. Aunque el trabajo de arquitecto no es muy respetado, sabía que a Alec no le importaba ese detalle. Sabía que lo que Alec veía era la labor de crear edificios que permanecerían grabados en la historia en la historia, el arte y la cultura. Un regalo del pasado hacía el futuro.
Mientras tanto, Alec también planeaba declararse a Magnus aquella noche y trataría de buscar la forma de que estuvieran juntos y no le importaba como. Solo le importaba lograr su propósito.
No paraba de pensar en el valor que había tenido al decirle Te quiero, dos palabras que pueden hundirnos o elevarnos. Pero la felicidad de que Magnus le dijera Yo también te quiero, era mas satisfactoria que el habérselo dicho primero.
Y mientras limpiaba la sala, no paraba de sonreír como un tonto enamorado. Sentía, que el tiempo se había detenido y sabía que mas allá de donde estaba, el mundo continuaba girando.
Todo continuaba.
Pero para Alec, el mundo brillaba mas que nunca y no había nada que perturbara esa visión de de la vida.
Cupido, que potentes son tus flechas! Que los enamorados no quieren hacen esperar su unión!.

Sin que Alec lo notara, Magnus lo estaba espiando.
Le gustaba ver a Alec, tan concentrado y tan perfecto.
Le hubiera gustado ir tomarlo en sus brazos y besarlo. Instintivamente, se llevó la mano a sus labios, recordando la sensación de Alec en su boca. El que siempre se preguntó como sabrían sus labios, descubrió que eran mejor de los que esperaba y recordó que no los había probado en su totalidad y esplendor.
Pensó que Alec sabía como la lluvia en verano y el encanto de la primavera.
Por los Dioses, pensó Magnus, el amor me ha convertido en poeta. Escribiría poemas de amor y todos serían sobre Alec. Solo escribiría sobre Alec.

***

Esa tarde, Alec acompañó a Magnus a sus clases. Ambos llegaron al hospital y en cuánto llegaron, vieron el escenario que se mostraba ante ellos diariamente: los enfermos, heridos y la estatua de Esculapio, dios de la medicina.
La estatua de aquel idolo para los médicos tenía su mirada ante todo el hospital, como si tratara de curar todos los males de Pandora con una sola mirada.
Catarina les dijo una vez, que los sacerdotes tenían pensado, poner una estatua de Esculapio en los baños y gimnasios. Magnus estaba que desfallecía por tal ocurrencia y se preguntó que tenían en la mente aquéllos hombres de túnica barata.
Alec se río de lo que Magnus y dijo y ambos casi reciben una reprimenda de los demás doctores.
-Estaré en el pasillo esperándote- le dijo Alec.
-Yo trataré de terminar rápido. No te aburres en la sala de espera.
-Sala de espera?
-Si, así le puse.
-Le queda bien. Pensaré en ti.
Alec le dio a Magnus un beso en la mejilla y se fue.
Magnus se dirigió rápidamente a los cuartos y Catarina le empezó a enseñar como preparar antídotos contra venenos y para curar la tos.
-Gracias, Cat- dijo Magnus un momento después.
-Porqué?- dijo confundida.
-Por darme ese maravilloso consejo sobre Alec.
-Me alegra haberte ayudado- le dijo feliz- Y, ya andan juntos?
-No. Pero me le declararé esta noche para ser pareja y luego encontraré un momento para liberarlo y buscarle una vivienda.
-Lo amas demasiado, verdad?
-Oh, Cat, no sabes ni la mitad.

Caigo Cautivo (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora