Capítulo 5 "Ciudad"

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Todavía estaba en la cama con los ojos cerrados cuando comenzó a escuchar pisadas entre sueños y aunque al inicio asumió que se debía a ese hecho, el sonido pareció volverse más claro y constante, provocando que por un momento su pecho se contrajera hasta que sintió a alguien rozando su brazo -¿Yesung?- pronunció al girarse con brusquedad y ver al pelinegro de pie a un lado de la cama con la mano en el aire.

-¿Sucede algo?- iba a despertar al menor, pero este había reaccionado de forma extraña como si fuera a hacerle daño apenas y tocó su brazo.

Negó –solo pensé que eras alguien más- respondió sentándose en la cama y fue entonces que se dio cuenta que todo estaba a oscuras en el exterior al ver a través de una ventana de la habitación -¿ya es de noche?- preguntó como si no fuera algo bastante obvio, pero le sorprendió que pudiera dormir tanto, en especial si recordaba que todavía era temprano cuando llegaron al lugar y... Yesung, ¿qué había hecho exactamente? Se preguntó al recordar lo que había sucedido antes de perderse en sus sueños.

Kyuhyun recordó aquella extraña conversación sobre familia y antes de darse cuenta había abrazado al pelinegro, ¡abrazado! Como si no fuera suficiente ya el hecho de huir con un fugitivo como para agregar más razones a su posible condena para quedarse encerrado por más tiempo.

-Dormiste mucho, más de lo que esperé- respondió dejando de lado aquella pregunta que había surgido en sus pensamientos y es que el castaño había dicho algo bastante peculiar, ¿habría estado asustado de ser encontrado por uno de los suyos y no por un chico catalogado como un defecto en la sociedad, el cual le había forzado a seguirle?

-Nunca lo había hecho- susurró mirando la sábana cobijando todavía su regazo -¿sabes?, es la primera vez que duermo cuando el sol está presente-

Asintió –lo imagino, eso de seguir reglas y horarios parece ser lo tuyo- respondió con una sonrisa que al menor le pareció un poco molesta, pero no dijo nada para defenderse porque tenía toda la razón, nadie que se consideraba como un miembro respetable de la sociedad aludía tales reglas.

Todos dormían 8 horas, ni más ni menos, el reloj sonaba y apenas aquella voz genérica se escuchaba, sus pies se deslizaban a su habitación para meterse en la cama al igual que el resto de las personas o bueno, hasta ese día.

Nunca había dormido con nadie, ni siquiera recordaba haber visto a alguien más dormir en su vida, todos estaban demasiado ocupados siguiendo las reglas como para salirse de ellas y ahora que lo pensaba, ni siquiera había visto alguna vez a sus padres en su alcoba cuando la hora de dormir llegaba.

Recordó los brazos del moreno y la sensación de su pecho contra su espalda y se sintió extraño por encontrar algo prohibido agradable, ¿no se suponía que debería ser al contrario? Los abrazos no debían de existir porque no eran buenos para ellos, jamás lo fueron, pero ¿por qué Yesung le hizo sentir que se equivocaba?

-Kyuhyun- escuchó que le llamaba con una suavidad que le pareció desconocida y se descubrió abrumado al notar su mirada sobre su persona –tenemos que irnos-

-¿De qué hablas?- preguntó sin entender.

-No habrás creído que nos quedaríamos aquí para siempre o ¿si?- le dijo –no es bueno permanecer mucho tiempo en un lugar, además tenemos que arreglar algunas cosas si queremos pasar desapercibidos y quedarnos en un lugar cercano a donde nos ocultábamos apenas huir puede ser peligroso... iremos a la ciudad- agregó al notar su mirada que parecía suplicarle que se quedaran ahí.

Apenas estaba familiarizándose con un entorno que cumplía con los estándares de las leyes y ¿el mayor ya deseaba irse? Necesitaba eso para sentirse tranquilo, la seguridad de que nada saldría fuera de lo común, que todo seguía reglas y que nunca nada estaba fuera de ellas; necesitaba sentir la tranquilidad de siempre, pero el moreno parecía no darse cuenta.

-Está prohibido salir de noche- le recordó queriéndolo hacer desistir de sus planes pero este solo sonrió.

-Es por eso que saldremos de noche- respondió y es que el hecho de que nadie estuviera afuera era una buena oportunidad para moverse sin ser notados, excepto claro que uno de los robots que recorrían las calles buscando desertores los encontrara pero eso no tenía por qué pasar si se movían con cautela y cuidado –yo te estoy obligando a hacerlo, así que deja de pensar tanto y sal de la cama- y es que podía notarlo en su mirada, necesitaba sentir que no era su culpa, que era algo que él no haría en su sano juicio y por eso lo hizo, porque solo así podría seguir con sus planes.

El castaño dudó pero al final obedeció y Yesung se descubrió divertido al saber que no había necesitado más para que siguiera sus palabras.

Las hojas dibujadas como sombras en el cielo oscuro le parecieron tan curiosas mientras caminaba detrás de Yesung en el área de árboles que bordeaban el camino y aunque había comentado algo al respecto sobre usar el empedrado de color gris claro para caminar debido a que se había realizado con ese fin, se dio cuenta de que se había equivocado al pensar que era la mejor opción porque caminar debajo de los árboles en la oscuridad era más interesante de lo esperado.

Yesung miró a su acompañante de reojo y tiró de su mano para que acelerara su paso, pero no podía culparlo, parecía tan maravillado con algo tan simple que sintió que debía darle un momento más para mirar todo aquello que siempre veía bajo los rayos de sol.

-La noche parece tan extraña pero al mismo tiempo es fascinante- murmuró con la mirada en lo alto y repentinamente se quedó quieto al notar cientos de luces en la oscuridad cuando el follaje misterioso de los árboles desapareció.

-¿Kyuhyun?- preguntó volteando a mirar a su izquierda al sentir que no le seguía.

-¿Qué son esas luces?, ¿son drones?- cuestionó confundido y aunque dudaba que las luces de los postes alumbrando el camino alcanzaran esa altura, se dijo que podrían ser algunos de esos aparatos voladores que se usaban para algunas entregas y supervisión.

-Se llaman estrellas- le aclaró acercándose para mirar en su misma dirección y a pesar de que lo sintió perturbarse por su cercanía, este parecía demasiado entretenido para hacer algo para alejarse –esa es la constelación de Orion- apuntó un lugar en el cielo y pronto sintió la mirada del castaño.

-¿Qué es una constelación?- cuestionó y luego volvió la vista al cielo -¿qué es esa luz más grande?- apuntó y es que se sintió repentinamente curioso por todo ello.

-Se llama Luna-

-Luna- repitió -¿por qué nunca había escuchado nada de ellas?- y aunque eran extrañas admitía que era agradable mirarlas, eran como pequeños soles pero que solo estaban en la noche –no estás inventando cosas, ¿verdad?-

-¿Por qué crees que inventaría algo como eso?-

-No lo sé, siempre dices cosas extrañas- y el moreno sonrió.

-Quizás suena extraño porque no es algo de lo que hablen los altos rangos, sino más bien los que son como yo-

-¿A qué te refieres?-

-Para nosotros los de clasificación "D" todo esto es normal, o bueno, para la mayoría, no muchos tienen libros en su posesión luego de que los destruyeran hace siglos- recordó, aunque había quienes hacían libros de forma manual con aquella información que les fue pasada de generación en generación para evitar que cosas del pasado se olvidaran.

-No recuerdo que en los manuales vinieran tales cosas, además todavía existen-

-Me refiero a libros prohibidos- le aclaró.

-¿Libros prohibidos?- nunca había escuchado el término.

-Aquellos que contienen información que no pertenece a los tres conocimientos básicos permitidos para los ciudadanos-

-¿Por qué siento que cada vez que te escucho estoy más seguro de que debías permanecer en prisión?- en su vida nunca había visto un libro que no perteneciera a los manuales usados para aprender y mucho menos información sobre destrucción de ellos, ¿por qué destruir algo así? Dudaba que un poco de papel y tinta pudiera hacer daño.

-Deberías estar agradecido con el hecho de que te abra los ojos-

-Tal vez no quiero que los abras- sin dudas el castaño era obstinado, pero una parte de él muy en el fondo no podía culparlo porque realmente todo aquello debía parecerle extraño y amenazar con todo lo que sabía hasta ese momento.

-Y tal vez tú deberías dejar de hacer preguntas- contraatacó –nadie te ha obligado a cuestionar o ¿si?, si lo vemos de esta manera yo solo me he comportado con los modales de un sujeto de clasificación "S" al responder cuando preguntas, deberías de saber eso o ¿no?- vio al menor desviar la mirada y sonrió, al parecer había dado en el punto.

-Aun así...- murmuró pero antes de que siguiera con aquel diálogo su mano fue sujetada y se vio siendo halado por el más bajo, escuchándolo decir algo de "no podemos quedarnos aquí toda la noche".

Tal vez en un primer momento lo había ignorado pero Yesung había tenido razón, en ningún momento este fue quien le dio información solo porque si, sino que él había preguntado, había estado cuestionando todo lo que hacía y el moreno había respondido sin siquiera dudarlo, como si no temiera que se lo dijera a alguien más, como si estuviera seguro de que no lo haría o quizás, porque podía deshacerse de él si lo deseaba así como había hecho con aquel guardia cuando intentaba escapar.

Las afueras eran hermosas, pero la ciudad de noche le pareció un poco inquietante, es cierto que había algunos postes de luz de color blanco que brindaban luz del mismo tono a ciertas áreas, pero todos los edificios estaban a oscuras o al menos eso pensó hasta que vio uno a lo lejos que parecía ser el único que si las tenía pero no pudo identificar qué lugar era ese. Casi todo era penumbras hasta que vio algo moverse y fue entonces que notó que había robots moviéndose por las calles haciendo recorridos.

-Tenemos que llegar al subterráneo- escuchó decir a Yesung y pronto este le hizo seguirlo entre las sombras.

Todo había parecido sencillo hasta que comenzaron a acercarse porque la vigilancia era aun mayor que en otras partes y supuso que se debía al hecho de que un lugar bajo tierra era más complicado de vigilar.

"¿Cómo se supone que pasaremos? Probablemente nos van a ver" pensó el castaño y antes de darse cuenta su espalda había chocado contra una pared, viendo a Yesung demasiado cerca de su persona y no pudo evitar sentirse extraño al estar atrapado entre su cuerpo y el edificio.

-Por poco- dijo viendo al robot alejarse con su luz por la calle y es que si los hubiera visto probablemente se activaría una alarma y los robots serían el menor de sus problemas con el historial que tenía, en especial si se le agregaba su reciente escape del centro de reeducación -¿estás bien?- preguntó volteando a mirar al menor, sabiendo que había sido algo brusco al alcanzar apenas a reaccionar -¿no te hiciste daño?-

-No...- susurró bajito sintiendo el aliento del moreno contra sus labios al estar demasiado cerca para su gusto aunque eso no fue lo que hizo que sus mejillas se sonrojaran sin que lo supiera, sino el hecho de que le preguntara si se había hecho daño porque era la primera ocasión en que alguien le hacía esa pregunta.

Recordó el pasado cuando era pequeño y se había caído en el jardín al tropezar haciéndose un raspón en la rodilla pero apenas había entrado a su hogar con las lágrimas desbordándose por sus mejillas, el robot guardián le puso un spray en la herida para que sanara e informó a sus padres para que le castigaran, en especial porque no tenía motivos para llorar; las personas respetables no lloraban.

"Eso te pasó por no seguir los protocolos" le había dicho su madre con la expresión inmutable de siempre y su padre había pasado la tarde aleccionándolo sobre las reglas para que no volviera a cometer errores como ese en el futuro.

-Kyuhyun, ¿sucede algo?- sabía que el castaño no era como otros de su clase, pero le había parecido extraño que se quedara callado perdido en sus pensamientos.

-Patrón... los robots deben de seguir un patrón- soltó de forma repentina.

-¿Cuál es tu especialidad de usuario?- preguntó al recordar que no conocía ese dato, pero tenía idea de cuál podría ser debido a sus palabras.

-Matemáticas-

Los usuarios con conocimientos de matemáticas eran los más valiosos, no solo porque estaban destinados a un cargo importante en la ciudad como otros que sobresalían en el área de lengua y el de normas, sino también porque estos eran quienes estaban encargados de diseñar nuevos sistemas de monitoreo y tecnologías para renovar la ciudad; eran la élite de la élite y entonces comprendió por qué el día de su escape Kyuhyun conocía el sistema de vigilancia del lugar.

-¿Crees que puedas encontrar un hueco?- y el castaño asintió.

Yesung miraba con cierto interés al menor oculto en una de las paredes de un edificio mientras observaba al grupo de máquinas realizando sus rondas de vigilancia y aunque todavía no confiaba del todo en él, se dijo que no tenía nada que perder puesto que ya le había ayudado en una situación similar antes y dado que ambos saldrían perjudicados, dudaba que quisiera meterse en problemas por algo como información errónea.

-Lo encontré- avisó –pero solo tenemos alrededor de 15 segundos antes de que alguno de ellos nos vea- agregó cuando llegó a su lado.

-Entonces...- sujetó su mano, una acción que parecía habérsele hecho costumbre en ese tiempo –hay que apresurarnos- y Kyuhyun se sintió repentinamente cohibido bajo su mirada hasta que esta se desvió al lugar que daba al subterráneo -¿cuándo?-

-Ahora- susurró viendo su perfil y pronto se vio corriendo detrás de los pasos del mayor mientras este mantenía aferrada con fuerza su mano para que no se soltara.

A diferencia de la superficie, el subterráneo se mantenía completamente iluminado y su color blanco solo hacía que la luz pareciera intensificarse, pero no tuvo mucho tiempo para admirarlo porque sus pies trataban de seguirle el paso al pelinegro y aunque no entendió por qué seguía corriendo cuando ya habían pasado a los robots de arriba, se dio cuenta que al parecer también el lugar estaba siendo vigilado.

-Es un callejón sin salida- dijo el castaño cuando giraron a la izquierda mientras trataba de recuperar su aliento y recordaba que uno de los robots pasaría por el lugar y no había dónde ocultarse para que no los encontrara –Yesung-

-¿Podrías guardar silencio?- gruñó y es que no lo dejaba pensar mientras trataba de recordar el patrón que le había mencionado Heechul.

-Ya viene- avisó sintiendo su pecho oprimirse debido a la preocupación y cuando giró vio al moreno tocando las baldosas blancas de la pared y antes de que pudiera preguntar su muñeca fue tirada, encontrándose entre la oscuridad cuando la pared se cerró.

No podía ver nada, pero agradeció que el mayor se encontrara ahí para guiarle aunque no estaba seguro de cómo lo hacía cuando él tropezaba constantemente y temía que hubiera algo malo que no pudieran ver, que quizás se encontraran en un lugar peligroso que pudiera costarles la vida.

-¿Dónde estamos?- preguntó apenas y una luz naranja lo cegó por unos segundos.

-En un mercado negro- respondió con una sonrisa al mirar cientos de puestos hechos con carpas y cosas que seguramente habían conseguido en algún depósito de chatarra.

Kyuhyun se sentía confundido mientras caminaban, se sentía repentinamente como si estuviera en otra realidad donde fuera un extraño y la perfección de arriba no existiera. Había sujetos y mujeres vestidos con ropas extrañas que no estaban en el registro de normas ni tenían el color permitido e incluso estaba seguro de que había tantas violaciones en una sola persona que enfrentaría una condena perpetua, así como una joven que usaba una extraña ropa negra que mostraba sus piernas y sus brazos y aunque llevaba encima una tela larga de color marrón dudaba que esta pudiera hacer gran cosa para ocultar su piel, ¿acaso no recordaba que mostrar su piel a los demás estaba estrictamente prohibido salvo que se tratara de su rostro? Incluso Yesung llevaba guantes y dudaba que fuera mejor que ellos cuando había escapado del centro de reeducación y obediencia.

Yesung por su parte había visto a muchos como él en prisión antes de ser llevado a uno de esos lugares donde buscaban "enderezarlos" y aunque sabía que había más, no esperó que fueran tantos, pero le hizo sentirse como en casa ver a todos esos extraños haciendo distintas cosas como alguna vez él las había hecho con su familia.

Un par de personas parecían estar tocando con instrumentos hechos de su propia creación y sonrió divertido al notar que el chico caminando a su lado parecía escandalizado, probablemente era la primera vez que escuchaba música en su vida y se dio cuenta cuán diferente era Kyuhyun de él, cuán triste debía haber sido su vida regida por reglas que no le permitían desarrollar ninguna emoción salvo aquello conocido como perfección, obediencia y lealtad.

"No será difícil ubicarlo, es un sujeto fortachón con pinta de matón"

Recordó las palabras de Heechul y no tardó mucho tiempo en encontrarlo y se dijo que era tal y como lo había descrito aquel extraño; el tipo parecía poder arrancarle el brazo a alguien a la mínima provocación.

-Buenas noches, ¿les interesa algo de mi mercancía?- dijo con una voz un poco grave y una mirada altanera que en otro momento le habría molestado, pero que en esa noche le daba igual –no los había visto por aquí antes- agregó al mirarlos.

-¿Tienes brazaletes?- cuestionó sin responder a su comentario, incluso entre ellos dudaba que fuera bueno dar información de más y la vida le había hecho una persona desconfiada.

Kyuhyun se había alejado un poco mientras parecía mirar todo con curiosidad, así que se sintió más cómodo para hablar.

-¿Así que quieren moverse allá arriba sin llamar la atención?- sonrió –por supuesto que tengo- agregó levantándose de su silla para ir a buscar algo en una carpa que parecía ser la trastienda del puesto –yo mismo los hice así que puedo garantizar que son los mejores que verás- dijo poniendo una caja de cartón encima de la mesa que estaba en la parte de enfrente y Yesung tomó uno para revisarlo, notando que lo de hacerlos parecía ser cierto porque tenía un par de cosas usadas para trabajar el metal en la parte del fondo.

-Si yo fuera tú dejaría de mirarlo, él es mío- murmuró mientras revisaba el metal entre sus manos, pero ya había notado que el sujeto parecía interesado en el castaño y era mejor ponerle un alto –solo necesitamos uno y una luz para el de él, pudimos robar un brazalete antes- mintió, pero era peligroso revelar información que delatara que era un sujeto de clasificación "S", en especial porque el lugar estaba lleno de desertores que tal vez buscaban venganza y probablemente no les importaría tomarla contra alguien inocente que no tenía control de lo que sucedía.

-La luz la encontré en un depósito así que no la cobraré- comentó sacando una de una pequeña cajita -pero tu brazalete va a costar y a menos que tengas plata deberías alejarte o espantarás a mis clientes- agregó de forma mezquina y Yesung se dijo que quizás había sido porque no le había gustado que el castaño no pudiera pertenecerle.

-¿Plata?- se escuchó una tercera voz y ambos voltearon a mirar en la misma dirección.

-Dinero- aclaró el más viejo –verás, las cosas aquí no son gratis- dijo con un tono un poco más amable, diferente al que había usado con el pelinegro.

-Pero no tenemos dinero- le recordó Kyuhyun a Yesung, de suerte las ropas las habían conseguido por la amabilidad del gerente de aquel lugar, pero dudaba que volvieran a tenerla.

-Entonces supongo que no hay tra...- y se calló cuando una mano golpeó la mesa haciendo que esta sonara.

-¿Puedes esperar por allá? Creo que vi algo que necesitamos- el castaño obedeció y cuando se quedó a solas con el vendedor cambió su mirada volviéndola menos hostil -creo que podemos... llegar a un acuerdo- susurró de forma seductora inclinándose ligeramente sobre la mesa para dejar que sus palabras acariciaran la piel del extraño.

Kyuhyun había visto desaparecer al pelinegro junto con aquel sujeto de cabello castaño oscuro en la parte trasera de su puesto y aunque se preguntó a dónde iba, se dijo que quizás era porque iba a ver otras cosas que no estaban en exhibición ahí afuera.

-¿Te interesa algo?- escuchó de forma repentina y dio un pequeño respingo al asustarse.

-¿Dónde estabas?- preguntó y cuando volteó a mirarlo se sintió confundido al notar que parecía sudar y su respiración estaba agitada como cuando corrieron para entrar en el subterráneo y llegar a ese lugar.

-Solo estaba haciendo un trato- respondió –vamos, busquemos un lugar para descansar y arreglar estas cosas- agregó refiriéndose al metal que abrazaba sus muñecas –fue un gusto hacer tratos contigo, Kangin- murmuró con una sonrisa ladina cuando pasaron frente a su puesto para seguir con su camino.

Yesung se sentó en un borde de concreto que sobresalía del suelo que parecía alguna vez haber pertenecido a una construcción del pasado y tomó la muñeca del menor donde estaba el brazalete, y aunque este parecía haberse resistido un poco a sentarse en aquel lugar sucio -debido a costumbres muy arraigadas-, al final lo hizo. Había pedido prestadas un par de herramientas y aunque la joven no había estado dispuesta a hacerlo, solo tuvo que usar su encanto para convencerla de que sus palabras eran honestas.

-¿De dónde sacaste eso si no tenemos dinero?- cuestionó sin saber lo que le esperaba mientras el moreno revisaba una bolsa que parecía de cuero donde estaban varias herramientas organizadas a lo largo sujetas por pequeños cinturones.

-Digamos que una "amiga" me los prestó- mintió, tampoco iba a ponerse a darle explicaciones sobre que había usado su apariencia para conseguir que se las prestara un momento para arreglar el metal que les clasificaba como si se trataran de ganado.

-¿Qué es eso?-

-Veamos- suspiró quedándose un momento quieto con un adhesivo magnético que planeaba usar para colocar la luz en el brazalete del castaño sin que se notara que era falso y que reaccionaba como uno normal –un amigo es una persona que está para ti de manera incondicional y que te apoya cuando tienes o no, problemas- respondió antes de inclinarse un poco, tratando de ser cuidadoso con todo aquello de la reparación o serían atrapados antes de que se dieran cuenta.

En ocasiones olvidaba que Kyuhyun era tan ignorante de todo a pesar de ser listo.

-¿Así... como nosotros?- preguntó titubeante porque no estaba seguro de clasificar lo que sea que sucedía entre los dos de esa manera cuando en parte él había sido obligado a seguirle.

-No te preocupes, no le diré a nadie que somos amigos si eso te preocupa- murmuró mientras colocaba con unas pinzas la luz roja en la ranura y es que cualquier tipo de relación estaba prohibida o no existía en otras palabras, salvo para personas como él que vivían de forma distinta a la permitida.

Negó –no es eso, es solo que es extraño... además, nunca he tenido uno- confesó y no se sintió mal al respecto como estaba seguro de que habría hecho en otro momento al saber que infringía la ley, pero le gustaba la sensación que experimentaba cuando el mayor le preguntaba cosas sobre su bienestar, algo a lo que no estaba acostumbrado.

El pelinegro elevó la mirada sintiéndose un poco confundido por aquella confesión y aunque pensó que el castaño se habría escandalizado, fue todo lo contrario, una reacción extraña para alguien que había vivido una vida sin sentimientos de por medio que no sabía nada de la preocupación ni nada más salvo que debía ser feliz porque los gobernantes así lo decidieron.

-Cada vez me siento más curioso por ti- murmuró viendo sus ojos marrones –ya está, ahora solo falta el mío- agregó apartando la muñeca ajena de su regazo para proceder a cambiar el metal en su muñeca.

Kyuhyun se sintió extraño al escucharlo, no de la forma usual sino de una distinta, como si algo en su interior reaccionara a sus palabras como si se tratara de un sistema que apenas era activado y no supo por qué algo fue diferente esa vez, por qué se sintió repentinamente tímido cerca de él, por qué repentinamente no le pareció tan malo permanecer a su lado.



"El peligro parece estar en todos lados, pero ¿por qué siente que es más peligroso mantenerse cerca de él? Y no lo sabe con seguridad porque nunca lo ha experimentado antes, eso que hay en su interior ahora donde antes había un vacío"

Without Love {YeHyun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora