Capítulo 7 "Peligro"

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"Como aquella flor roja que olvidó cuándo florecer y se marchitó, he perdido la cuenta de las estaciones; ni siquiera tengo fragancia..." L.H. & P. J.

"Eres la visión que estoy buscando, hazme recordar todo lo que olvidé..." –K.




Sus ojos comenzaron a abrirse poco a poco y cuando estos se acostumbraron a la oscuridad pudo ver un rostro frente al suyo que reconoció pertenecía a Yesung; sus brazos estaban sujetando su cuerpo y su cabello negro cubría parte de su rostro como siempre. Dejó que un par de dedos de su mano derecha acariciaran la mejilla del mayor y suspiró sintiendo algo raro en su pecho, un sentimiento que apenas comenzaba a sentir ese día y que había percibido cuando vio al mayor llorar; no sabía cómo describirlo con exactitud pero dolía de forma similar a ese momento en que vio a sus padres igual que siempre sin que la ausencia de su presencia significara realmente algo para ellos.

Vagamente recordó que se encontraba en la cama de la habitación que fuera del moreno antes de que lo llevaran al centro de reeducación y a pesar del desconcierto de esa cercanía que ahora parecía volverse familiar, no se apartó y solo se limitó a mirar al joven dormido frente a él que se había cobijado contra su cuerpo como si realmente pudiera ayudarle de alguna manera a pesar de ignorar cómo hacerlo.

No supo por qué dolió con fuerza ver al pelinegro tan triste, no es como que estuviera acostumbrado a verlo sonreír y siempre mantenía una expresión seria, pero extrañamente aquel gesto en su rostro le había hecho sentir extraño, no solo porque era a la primera persona que conocía que no era feliz, sino porque había algo que le lastimaba al tratarse de él, de Yesung.

Le miró y cuando sus dedos acariciaron la punta de sus cabellos con la intención de apartarlos de su rostro escuchó su voz –no lo hagas- susurró y a pesar de que se había estremecido al ser sorprendido, no fue hasta que la mano de este tomó la suya para apartarla con cuidado que la alejó.

-Solo quería...-

-Lo sé- le interrumpió, pero en esa ocasión no parecía molesto como la primera vez que intentó hacerlo y se preguntó por qué consideraba aquel gesto como algo malo cuando era mucho más inapropiado tomarse de la mano o estar en la posición en que se encontraban en esos momentos.

Y Kyuhyun se sorprendió cuando el mayor buscó refugio en su pecho, dejándole sentir su respiración en su cuello mientras uno de sus brazos se aferraba a su espalda –quiero dormir un poco más- no había descansado bien en esos días porque tenía que estar alerta, así que por esa ocasión, solo por esa vez quería dormir como debía, además de que lo necesitaba para tratar con las emociones que le habían abrumado de forma repentina al regresar a su hogar.

-E-entiendo- respondió sintiendo algo raro en su cuerpo, pero no era algo malo como la culpa, sino algo distinto y agradable, un calor que parecía propagarse por todo su cuerpo como si estuviera bajo una frazada.

Yesung todavía se preguntaba dónde podrían encontrarse, aunque sabía que lo más probable es que estuvieran en prisión, así como él había estado antes de que lo llevaran a otro lugar. Necesitaba encontrarlos, necesitaba hacerlo o no se lo perdonaría, después de todo había sido su culpa que los encontraran y eso era lo que más le dolía, saber que debido a él fueron separados.

-Kyuhyun, ¿sabes a dónde llevan o qué hacen con los adultos de clasificación "E" qué van a prisión?-

-Esa clasificación no existe- respondió luego de bajar un poco la mirada para verlo, sintiéndose tenso repentinamente por la cercanía de sus labios.

-Ellos mencionaron que mis padres la poseían; era la segunda ocasión en que los detenían- explicó de forma superficial -dijeron que los perdonarían de su condena cuando yo... deben haberlos llevado a una prisión o algo similar, ¿no es así?- cambió de tema sin desear profundizar en algo como eso –debes haber escuchado algo-

-Nunca he escuchado de un caso donde lleven a prisión a alguien por segunda ocasión- respondió sintiéndose confundido puesto que un tiempo en un centro de reeducación debía ser suficiente para mejorar el comportamiento de alguien si había problemas, pero viendo a Yesung comenzaba a creer que era posible que fueran necesarias más ocasiones en un lugar así porque en esos días no había cambiado nada con respecto a sus pensamientos –pero quizás estén en la prisión principal que está cerca de la torre de control de los líderes-

Kyuhyun no sabía con claridad a decir verdad algo acerca del tema pero quería ayudar a Yesung, porque había algo en él que había descubierto le lastimaba como si sus sentimientos pudieran invadirlo también a él.

Pareció meditar y sintió sus mejillas calentarse cuando apreció su mano sobre su una de ellas y una pequeña sonrisa le agradeció por la información, y no comprendió qué tenía Yesung para hacer que algo en su interior fuera distinto, por qué se sentía tan extraño cuando estaba tan cerca de él. Y aunque a Kyuhyun le hubiera gustado permanecer así hasta que algo le dijera que se apartara, no esperó que el distanciamiento se debiera a un par de ruidos en el exterior. Yesung le había sacado de la cama antes de saber qué sucedía y se sorprendió cuando este levantó la alfombra que dormía debajo de la cama y abrió una pequeña puerta de madera en el suelo –deprisa- le indicó y su corazón se sintió abrumado por el repentino sentimiento de inseguridad y temor de saberse casi en la oscuridad hasta que el mayor le siguió un minuto después, dejando todo en penumbras.

Yesung alguna vez le había mencionado que ellos les buscarían y que tenían que tener cuidado, pero no fue hasta ese momento que percibió el verdadero temor de ser encontrado, de ser castigado por lo que habían hecho. Sintió la mano del pelinegro cubrir su boca mientras sentía su pecho subir y bajar rápidamente a diferencia del contrario que estaba apoyado en su espalda y escuchó la madera rechinar haciendo que su corazón se agitara más si podía. Estaba asustado.

Los pequeños rayos de sol que se colaban entre las diminutas separaciones de la madera del piso eran cegadas por un par de botas que hacían crujir los alrededores como si se trataran de hojas resquebrajándose en la tierra. Escuchó cristales quebrarse en distintas direcciones, el piso sonar con fuerza como si algo hubiera sido arrojado; las motas de polvo se agitaban y cuando su voz amenazaba con escapar de entre sus labios, sintió aquella mano presionar con más fuerza para evitarlo.

No estaba acostumbrado a sentir todos esos sentimientos al mismo tiempo y no sabía cómo era que Yesung podía soportarlo, pero el hecho de que él estuviera ahí en un momento tan caótico para su persona, le hacía sentirse mejor como si fuera lo único que necesitara para sentir que no sucedería nada malo.

-El sospechoso no se encuentra en el lugar- se escuchó que dijo una voz –parece que no ha pasado por aquí, las provisiones están en mal estado, pero tal vez algún animal entró para buscar comida porque hay pequeñas señas de movimiento pero nada significativo... entendido-

La comunicación pareció cortarse en ese momento y un grito de "abandonen el lugar" se extendió por la casa minutos más tarde, aunque pareció haber sido más tiempo como si todo sucediera en cámara lenta.

Si a Kyuhyun le hubieran dicho que dormiría en ese lugar oscuro habría rechazado de forma firme esa opción, pero luego de lo sucedido no tuvo el valor para hacerlo, así como tampoco lo tuvo para mencionarle a Yesung que tenía hambre y necesitaba tomar un poco de agua porque aunque este no lo dijera, asumió que podría estar igual o más preocupado que él por el hecho de que alguien todavía siguiera por ahí y pudiera hacerles algo.

La oscuridad era tan abrumadora, tan distinta a aquella noche en que caminara bajo un cielo lleno de puntos brillantes, en cambio esta era solo negro y su corazón seguía inquieto al igual que su respiración como si le costara estar en ese lugar, como si estuviera atrapado en la soledad sin poder ver nada a su alrededor.

-Shh...- escuchó el susurró a un lado de su oreja y trató de calmarse, pero era la primera vez que se encontraba totalmente en penumbras y sin saber qué hacer –solo será una noche-

-Tal vez ellos no nos hagan nada si nos entregamos-

-¿Alguna vez has escuchado la historia de por qué las flores son de colores?- cuestionó ignorando sus palabras porque internamente sabía que podía deberse a la misma razón por la que escuchaba su respiración agitada; tenía miedo y alguien como Kyuhyun no estaba acostumbrado a las emociones ni sentimentalismos, por eso debía estar de alguna manera en conflicto consigo mismo porque no sabía cómo proceder al sentir esa sensación a la que él ya se había acostumbrado desde hace tanto.

-¿Hay alguna historia como esa?- y sonrió al captar la curiosidad en su voz.

-La hay...-

Without Love {YeHyun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora