Capítulo 4 "Pensamientos"

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-Haces cosas que nunca había visto, ¿dónde las aprendiste?- y era sincero en ese momento, tenía curiosidad de la persona que le estaba dando alimento y se había tomado la molestia de quitarle los zapatos mientras dormía.

-Y tú haces cosas muy predecibles, pero también hay algo diferente en ti que te hace distinto a los demás-

-¿Distinto?- y Yesung volteó a mirarlo.

-Cuestionas lo que sucede...- respondió -¿quién eres exactamente Cho Kyuhyun?-


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Kyuhyun se sintió abrumado repentinamente por la forma en que le miraba el mayor y agradeció cuando se escuchó un ave a lo lejos porque eso distrajo al moreno –creo que es hora de seguir avanzando- murmuró observando los rastros de cielo que quedaban a la vista entre las copas de los árboles en lo alto.

Las aves comenzaban a moverse y eso indicaba que algo iba en su dirección, por ello estas estaban huyendo porque esa mañana había tenido tiempo de observar un poco el lugar mientras conseguía comida y su movimiento era más tranquilo y menos ruidoso que en esos momentos.

-¿A dónde iremos?- preguntó al ver a Yesung apagar el débil fuego que todavía vivía en el interior de la fogata.

-Ya pensaremos en eso después, lo primero es no dejar que nos encuentren-

En algún momento mientras corría siendo sujetado por el pelinegro, Kyuhyun se preguntó por qué no se había opuesto a seguirle y es que si eran personas del centro de reeducación y obediencia quienes les seguían los pasos, podría buscar regresar con ellos y decirles que fue obligado a permanecer al lado de Yesung, pero el pensamiento ni siquiera apareció hasta mucho después como una forma de cuestionarse su propio comportamiento y no como una posibilidad de escapar.

Y a pesar de las reflexiones internas que realizaba en ese momento, había algo que le hacía sentirse atraído por el pelinegro porque parecía saber cosas que él ni siquiera podía imaginar y de alguna manera sentía curiosidad por primera vez, por ello aunque estuviera seguro de que no era bueno para ninguno de los dos estar cerca del otro, quería permanecer cerca suyo solo un poco más para verlo hacer algo fuera de lo común.

Yesung escuchaba la respiración agitada de su acompañante pero le pareció extraño que no se quejara y prefirió no preguntar porque no era el momento para ponerse a conversar, además de que era mejor guardar un poco de energía hasta que llegaran a algún sitio donde pudieran ocultarse en las afueras de la ciudad porque ahí era a donde se dirigían.

El bosque era un lugar grande y desconocido para ambos, además de que podían carecer de medios para subsistir –como el agua- y aunque la ciudad era quizás un poco más peligrosa, ocultarse en las afueras para conseguir lo que necesitaran les podía ayudar a moverse sin llamar la atención entre cientos de personas, por lo que sería más complicado para sus perseguidores ubicarlos que en un lugar donde eran los únicos humanos moviéndose.

-Sígueme la corriente- le avisó el mayor y cuando vio un centro de acogida para los viajeros comprendió que se dirigían a el.

Los centros de acogida en las afueras de las ciudades eran comunes y servían para que quienes transportaban mercancías a otros lados pudieran tomar un descanso porque todos seguían patrones y moverse por la noche no era algo muy común salvo que fueras alguno de los dispositivos de vigilancia de la ciudad que servían para detectar a otros detractores –como él- u otros organismos no permitidos en un lugar que se vanagloriaba de ser "perfecto".

-Buenos días tengan ustedes viajeros- saludó el gerente del lugar y Yesung sonrió para sus adentros porque este asumía cosas que no eran, pero como nadie salía de los protocolos preestablecidos, era normal que alguien que no fuera un viajero no entrara al lugar simplemente porque ese no era su papel.

-Buenos días, mi compañero de servicio y yo tuvimos algunos problemas con el mal funcionamiento de nuestro vehículo de transporte que fue recogido por los robots de la ciudad para repararlo y pensábamos tomarnos un momento para cambiar nuestras ropas y tomar el almuerzo- el hombre no puso en duda su historia y Kyuhyun se preguntó cómo alguien podía mentir tan bien, porque incluso él le habría creído si no fuera que sabía la realidad de la situación porque había estado acompañándolo hasta ese momento.

-Tengo un par de habitaciones libres así que pueden quedarse- respondió mientras tomaba dos pequeños óvalos de color blanco que fungían de llaves para las habitaciones –solo serán 100,000 wones-

-Sobre eso, nuestras cosas se quedaron en el vehículo pero le damos nuestra palabra de que le pagaremos después- y Kyuhyun notó que el moreno le daba una mirada y comprendió lo que buscaba decirle.

-No tiene que preocuparse- agregó el castaño mostrándole su brazalete y el hombre asintió con una sonrisa al ver la letra "S" grabada en el metal.

-Será un placer tener a un par de usuarios "S" en mi centro de acogida- dijo de buen humor entregándole las llaves al mayor de los dos.

Ambos avanzaron por el lugar tomando las escaleras que llevaban al segundo piso donde estaban las habitaciones y Yesung miró de forma discreta a las personas que parecían estar en el comedor en ese momento, para saber si alguno de ellos parecía estarlos mirando de más porque no se podían confiar de nadie en su situación.

-Nos quedaremos juntos- le avisó el moreno al saberse a solas con el castaño y no le dio tiempo de rebatir sus palabras, sabiendo que diría algo como que "estaba prohibido" salvo que fueras un integrante de las cárceles.

Tomó el óvalo poniéndolo en la ranura del centro de la puerta y una pequeña luz verde brotó de ella para analizar su rostro, y después configuró la cerradura para que también permitiera entrar al castaño, asignándole el nombre de "compañero de servicio" cuando le pidió especificar la relación de ambos para permitir la entrada y salida de este cuando no era el propietario de la habitación.

-Esto irá a mi expediente- murmuró Kyuhyun cuando miraba la habitación después de ser empujado al interior de ella antes de que el moreno cerrara la puerta.

-Solo fue una mentira, tus lideres te han mentido toda tu vida y no vez que se haga un escándalo o ¿si?- se burló mientras revisaba las gavetas de los muebles para ver si tenían suerte y encontraban algo que pudieran usar porque la ropa que llevaban puesta los delataba, en especial si tomaban en cuenta la suya porque esta solo era asignada a personas de la última categoría que buscaban "enderezar" su camino en uno de los centros creados por la sociedad.

-Ellos no mienten- aseguró.

-Cree lo que quieras entonces- dijo sin importarle mucho realmente si al fin de cuentas hacía lo que le ordenara.

Había creído que sería un inconveniente llevar al castaño consigo pero en momentos como ese comprobó que era bastante útil esa categoría que había conseguido luego de cuatro años moldeándose en manos de los lideres y es que todos en la sociedad no ponían en duda de que un sujeto de élite pudiera hacer algo que no era correcto, por ello el hombre encargado de manejar el lugar no había preguntado más, asumiendo que no tenía nada de qué preocuparse.

"Tiene un mensaje del gerente, cliente de la habitación " se escuchó una voz robótica femenina y vio la luz parpadeando de la llave incrustada en la puerta, por lo que se acercó a ella y la presionó–"como vi que no traían maletas, me tome la molestia de conseguirles algunas ropas usuarios S, por lo que pueden venir a recogerlas en la recepción"- presionó nuevamente para cerrar el mensaje y sonrió al ver lo sencillo que parecían ser las cosas en ese momento.

-Yo bajaré, espera aquí- le ordenó y salió de la habitación dejando a solas al menor.

El hombre le había mencionado algo y este solo agradeció como recordaba haría alguien como su acompañante, pero cuando subía las escaleras escuchó a una persona mofarse susurrando algo como "fue una excelente actuación", por lo que detuvo sus pasos y un momento después se encontraba afuera del lugar con este.

-¿Quién eres?- cuestionó con seriedad viendo al sujeto de cabellos largos de color negro.

-Eso debería preguntarme yo, aunque a mi parecer eres un prófugo- sonrió –pero tu acompañante no parece serlo... es extraño y curioso si me lo preguntas, nunca había visto a un usuario de la élite mentirle a alguien antes- comentó sin preocuparse –ah, ya veo, eres de los que no confía, pero no debes preocuparte, estamos en el mismo bando... mi nombre es Heechul-

-Yesung- respondió, ambos se habían alejado un poco para tener privacidad y sabía que nadie los escucharía, así que podían hablar sin preocuparse de que alguien que no debía los oyera.

-Un mote bastante peligroso, se nota que tienes valor; me agradas- se rió y es que el hecho de que alguien se llamara así mismo con algo que hacía referencia a la música y al canto era digno de admiración, en especial si ese pequeño detalle fuera acreedor de una condena porque la música estaba prohibida, probablemente desde mucho antes de que ambos nacieran.

-¿Y qué es lo que haces exactamente, "Heechul"?- cuestionó sin apartar su mirada de su persona, alerta ante cualquier movimiento que pudiera indicarle problemas.

-¿Por qué, acaso piensas deshacerte de mí si no es conveniente para ti?- rebatió de forma sencilla y le mostró una pequeña arma oculta en una de sus botas altas de color blanco que hacían juego con el resto de su vestimenta del mismo tono –debes tener cuidado pequeño, no creerás que un traficante de armas no traería una cosa o dos consigo para defenderse o ¿si?-

-Traficante de armas... ¿también eres?-

Asintió –un desertor puede reconocer a otro cuando lo ve o al menos eso dicen, ¿no es por eso que me miraste cuando recién llegaron? Ya sospechabas de mi, ¿cierto?- sonrió –hay más de nosotros de lo que crees-

-Lo sé, vi muchos de ellos en prisión-

-¿Prisión? ¿Quiere decir que escapaste?- preguntó incrédulo y es que las probabilidades de huir cuando te atrapaban en uno de esos lugares era de 1% y en ese porcentaje solo una milésima parte significaba no ser exterminado en el interior. Recordó entonces que las ropas que usaba le parecieron conocidas y fue entonces que entendió el por qué de eso, era porque eran ropas de un centro de reeducación, el último paso antes de decidir si te exterminaban para siempre o te dejaban vivir un poco más hasta que volvieras a caer -¿cómo lo hiciste?-

-El chico que me acompaña-

-¿Un usuario "S" te ayudó? Y yo creí que ya lo había visto todo- Heechul se podía dar cuenta por la forma de vestir de ambos, la manera de moverse, algo en el pelinegro le había dicho que no era como el resto, pero el castaño era una clara de representación de los modelos comunes entre los de alta clasificación, así que había preferido no mencionar nada hasta que vio a Yesung solo al creer que podría delatarse a sí mismo -¿hay algo entre ustedes?- cuestionó porque no le encontraba sentido a ello –porque dudo que alguien como él te haya ayudado por buena voluntad cuando ni siquiera sabe qué es eso-

Yesung sonrió –solo nos une nuestro escape, me acompaña porque le obligué a hacerlo, nada más- pero a pesar de que lo dijo con seguridad, la realidad era que él tampoco estaba seguro de por qué se había ofrecido a ayudarlo cuando tenía todos los pronósticos a su favor para que lo atraparan antes de siquiera poder poner un pie fuera sin verse involucrado en nada de ello.

-¿Entonces hay una oportunidad para mí?- cuestionó con aire seductor, tomándose la libertad de acariciar su mejilla pero el menor ni se inmutó por el gesto –eres un tipo duro, ¿no?- dijo al notar que no funcionaba su actitud con él.

-Solo hay una cosa que me interesa y esa está muy alejada de ella- respondió con seriedad –pero hay algo que quería preguntarte, ¿dónde conseguiste el brazalete?- dudaba que lo hubiera obtenido legalmente porque distaba mucho de ser un usuario de élite, pero eso podría facilitarles mucho las cosas porque en algún momento notarían que el suyo estaba dañado y que la letra "D" estaba grabada.

-Puedo darte esa información a cambio de otra- murmuró peligrosamente cerca de sus labios.

-¿Qué información?- sabía que nada era gratis y debido al peligro de lo que ambos hacían, necesitaban algo a cambio, en especial si tomaba en cuenta que el contrario era un traficante de armas que posiblemente estaba acostumbrado a ser cuidadoso y tener trucos bajo la manga para no ser atrapado.

-Dime cómo escapaste de ese lugar- la información importante tenía un valor muy alto, por lo que podía utilizarla en distinta situaciones, incluso si se metía en problemas y necesitaba ayuda.

Without Love {YeHyun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora