¿Otra vez?

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Efectivamente; tomé la micro equivocada... Creo que quedé en el centro de la ciudad...No estoy segura...¿A quién puedo llamar?
Mis amigas trabajan a esta hora (eran las 21:34 p.m.) Familiares, se fueron a la punta del cerro y volverán el día del níspero...¡Diablos! Solo me queda una opción; llamar a Tiago. Marco su número (el cual me he aprendido de memoria) y le llamo; apenas suenan 4 timbres y me contesta.
-¿Si?
-Hola, soy yo.-
-Ya me he fijado.- Sé que el maldito se esta riendo.
-Como sea, ¿serías tan amable de hacerme un favor?- Le pregunte, demostrando con mi tono de voz que no estaba para juegos.
-Depende...-
-¿Me puedes venir al buscar al centro? He tenido una situación...algo difícil.- Él ya sabe un poco (muy poco en realidad) de mi situación.-Me encuentro frente a la carnicería "La vaca Lola"-
-Ahh...Conozco ese lugar, venden muy buena carne.-
-Deja de ser tan idiota y ven a buscarme- Le exigí, ya estaba muy cansada.- Por favor...-Susurré, sabiendo que Tiago me escuchó...Él, por su lado soltó un suspiro. No se cuánto estuvimos son decirnos nada, pero esto no podría estar así por siempre; empezaba a helar y estaba gastando plata al llamarle.
-Oye, es mi plata la que se esta gastando.-
-Bueno, eres tu la que quiere el favor.-
-No te pongas pesado...-
-Se que igual me quieres, pesado o no.-
-Ajá, dicen que soñar es gratis así que...-
-No es un sueño, querida, y lo sabes...-
-Querida ni nada, ¿me puedes ayudar?-Le dije con un tono de cansancio total...Las horas sin dormir me están cobrando factura...
-Claro, vecinita, ya voy...-Me colgó y yo solo me quedé ahí, esperando a que apareciera...

No entendía nuestra relación (si es que había una), pero ya tengo suficientes problemas como para agregar un dilema amoroso (o lo que sea esto) a mi lista.

Espere como 45 minutos (en realidad solo espere 13, pero para mi, con todo ese cansancio, fueron como tres cuartos de hora). Luego de que pasarán esos interminables 13 minutos, un auto (un muy bien cuidado Z06 del año 2007) se detuvo en la esquina de la carnicería; el dueño del auto se bajó, se dio la vuelta por el frente y se apoyó en la puerta de copiloto, sin quitar en ningún momento una sonrisa... No era la primera vez que Tiago se comportaba como un chico ricachón que lo tiene todo a su alcance.
Me dirigí hacia él y nos quedamos mirando un buen rato. Lo admito, no era la primera vez en que le quedaba mirando; pero esos ojos verdes me atraen mucho, guardan tantos secretos...
-Y ya estoy aquí...Otra vez.-Dijo, sin eliminar esa sonrisa de su rostro y sin dejar de mirarme a los ojos.
-Ya me he fijado...Muchas gracias.-Le respondí lo mas sincera que pude (la verdad es que nunca en ha gustado mentir, pero si lo hago me sale muy bien).
-¿Tan ácido es tu "muchas gracias"? Mínimo dame un abrazo...-Hizo un intento de puchero, que le salio mas como una carcajada reprimida.
-Ya no hagas eso, que te pones mas feo de lo normal.- Estaba mintiendo, ¿ese hombre como puede ser feo? Le hice caso y le abrace, simplemente pase mis brazos por su cintura y el envolvió mi cuello con los suyos. No duró ni un minuto, porque yo me separe.

-Que corto...-
-No te quejes, estoy cansada...-
-En ese caso, señorita, por aquí por favor.- Dejo de apoyarse en la puerta y haciendo un exagerada reverencia me abrió la puerta. Yo no quise comentar nada (¿de que serviría?) y solo me subí al Z06 blanco...Él rodeo el auto por el frente y subió en el lado del conductor y puso en marcha el lujoso vehículo.

-Y dime...¿Qué paso esta vez?-Ya era demasiado raro que no me metiera conversación.
-Otra vez fue a mi trabajo...-Él soltó un suspiro.
-Ya te he dicho varias veces que te puedo conseguir trabajo en cualquier otro lado...¿Por qué no aceptas mi ayuda?-
-Porque puedo hacerlo sola...-
-Y si que te ha ido muy bien estando sola...-Dijo con sarcasmo. Yo le mire con molestia estaba muy cansada y me venia con esto...
-Si, me ha ido muy bien...-Le conteste con molestia.
-Sabes que podrías irte a vivir conmigo.-
-Gracias, pero no gracias.-
-Oye, pero ¿por que no?-
cada noche tienes una fiesta nueva, no conoces el orden y no quiero toparme con alguna polola tuya en el baño por la mañana...- Le fui enumerando con mis dedos, pero él me detuvo al frenar de golpe, estábamos a 4 cuadras de mi casa. ¿Por que de detuvo?

-Ya entendí, ya entendí...Pero, seria mejor que vivir en una casa pequeña tocando la guitarra a una pareja inexistente a la luz de una pequeña vela.- Me miro fijo, con una cara molesta, pero que no se comparaba con la mirada que yo le dirigí luego.

-¿A si? Pues yo soy muy feliz así como estoy; tocando la guitarra a la luz de esa pequeña vela y yo estoy feliz, muy pero muy feliz; porque esa pequeña vela es la única luz que tengo en mi vida desde que ese maldito se fue...-Ya no lo soporte; abrí la puerta y me puse a caminar a paso rápido, no quería que me viera llorar...

Escuche a lo lejos como él dio un portazo y luego oí sus pasos rápidos detrás de los mios; me estaba siguiendo. Él había corrido y ahora estaba delante mio, no quiero mirarle... Y Tiago menos me lo permitió ya que me abrazo, pasó sus brazos por mis hombros y yo no pude si no aferrarme a su polera y hundir mi cabeza en su pecho; sin quererlo empecé a llorar...

No era la primera vez que nos dábamos un abrazo...pero siento que esta vez fue diferente...

En busca de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora