***Narra José***
Estaba preparando la clase de mañana no muy concentrado la verdad. No paraba de pensar en el error que había cometido. Porque eso era lo que era, un error ¿verdad? Si estaba mas que seguro de que lo era. De repente un ruido proveniente de la puerta me saco de mis pensamientos. Alguien había dado un portazo. Me volteé para ver a Patricia de pie mirándome congelada. Yo entré por unos segundos en estado de shock, pero reaccione pronto y decidí hablar.
"Dijiste que estudiabas en la Facultad de Medicina" dije dando después un gran trago de aire. Era como si al verla hubiera dejado de respirar.
"No, yo te dije que quería estudiar allí no que ya lo hacía" dijo saliendo de aquel trance en que estábamos ambos sumergidos. Comenzó a caminar lentamente hacia mi mesa. Cuando llego a esta apoyo sus manos sobre la mesa muy cerca de las mías, y entonces mi respiración se volvió irregular. ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué cuando está cerca mío me comporto así? Tengo que dejar de hacerme preguntas estúpidas.
"Mira Patricia, lo que ha pasado esta mañana ha estado muy bien, quiero decir ha estado mal..." Dije corrigiendo me a mi mismo.
"¿Pero, por qué?" Pregunto con la voz debilitada a la vez que hacia un puchero.
" ¡Porque soy tu profesor y tú mi alumna! Es absolutamente imposible" le exclamé no muy alto para evitar fisgones.
"Esta mañana no eras mi profesor"
"¡Porque no lo sabía! Verás... " empecé a suspirar "la chica que he conocido esta mañana era genial, pero..."
"Sigo siendo esa chica, Jose" Me interrumpió antes de que pudiera terminar.
"Patri eres una buena chica. ¡Pero es que tienes 16 años! Y no se olvida que eres alumna mía, podrían despedirme o peor que te expulsaran" dije explicando los pros y los contras.
"Pero..." empezó a tartamudear pero antes de que pudiera seguir le interrumpo. Me levanté de la mesa poniéndome mas o menos a su altura, ya que le sacaba unas dos cabezas, le agarré las manos y comencé el discurso que ya tan preparado tenia.
" Patricia tienes 16 años y mucha vida por delante y tiene que ser con un chico de tu edad y bueno para ti" ella me interrumpió.
"Por favor no te comportes como si fueras mi padre" ella se zafó de me agarre y se alejó de mí. Yo me levanté y me acerqué a ella haciendo que quedáramos cara a cara y a un pie de distancia.
"No lo hago, yo sólo te hago entender una cosa" iba a continuar cuando me interrumpió capturando mis labios.
Las manos de Patricia estaban en cada una de mis mejillas. Mis manos estaban alzadas al aire sin saber qué hacer. No lo pensé dos veces antes de acercarla más hacia mí, agarrándola de la cintura. El beso comenzó suave pero acabó siendo cada vez más intenso. No paramos de besarnos. Nuestras lenguas recorrían cada centímetro de nuestras bocas. Por mucho que quisiera continuar sabía que esto tenía que acabar por mucho que no quisiera.
" Patricia por favor no me hagas esto, no podré parar si continuamos..." empecé a rogar con falta de aire. Es como una droga para mí.
"Pues entonces no pares..." me susurró al oído demasiado excitante. Yo la agarré de los muslos para luego bajar a su culo el cual agarre fervientemente. Cogí impulso y la eleve haciendo que ella enroscara sus piernas en mi espalda y la lleve detrás de las perchas de la clase para que si alguien pasaba por la puerta no pudiera vernos. Esta chica me ponía muchísimo y sabía que me iba a meter en un montón de problemas, pero supongo que no me importa. Una voz, que no era ni la mía ni la de Patricia, se empezó a escuchar cerca de la clase. Caí en la cuenta tarde al reconocer esa voz. Oh no.
CONTINUARA.....
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