Capitulo 8

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***Narra Patricia***

José estaba absolutamente borracho. Me dedico una sonrisa con los ojos entrecerrados. Desde luego, ¿como podía ser tan descuidado?

"¿P-porque has dicho que eras mi novia?" me cuestionó con los ojos ahora cerrados. Sus manos buscaban las mías. Este chico me volvía loca. Yo sé las agarré y le respondí.

"A lo mejor... ¿Para evitar que te pegaran una ostia? No me gustaría que estropearan ese hermoso rostro tuyo" le acaricie la cara suavemente mientras le respondía sarcastica.

"¿Seguro?¿No será que estas celosa?" pregunto José mientras abría los ojos y me miraba con superioridad.

"Claro que no idiota" le di un codazo. No pude evitar sonrojarme.

"Ya claro..." dijo, "¡AHHHHHHH!" José aterrizó en el suelo porque lo solté.

"¿A que venía eso?" me pregunto una vez que lo volví a agarrar.

"Por tu gran ego" le dije cómo si fuera lo más obvio del mundo.

"¡AJA! Sabía que estabas celosa" grito haciendo que toda la discoteca nos escuchara.

"Mira que lo vuelvo hacer" le dije señalando el suelo. Estaba avergonzada porque ahora mucha gente nos miraba extrañada.

Aunque me sacara de quicio admitirlo era cierto, estaba celosa. El simple hecho de que lo tocará otra chica me sacaba de mis casillas, pero no iba a darle la satisfacción de admitirlo.

Estábamos sentados en el sofá del reservado, rodeados de personas por todas partes. Evitaba que José perdiera la consciencia dándole golpecitos en la cara, pero me preocupe cuando me di cuenta de que estaba tan blanco como la leche.

"Mmm vale, creo que deberíamos ir al baño" comenece a decir, mientras le cogía el brazo y lo posicionaba por encima de mis hombros para elevarlo y así agarrarlo de la cintura para poder sostenerlo mejor.

"Uy, uy, uy ¿Para que quieres ir al baño conmigo?" dijo echandome una mirada picara.

"¿Tú quieres besar el suelo?" le pregunté amenazante.

"Hombre, prefiero besarte a ti si no te importa" comenzó a acercarse lentamente. Me empezaba a poner nerviosa, decidí apartarme.

"Si me importa" le dije, y el no dijo nada más. Y así pusimos rumbo hacia el baño. Cuando llegamos decidí entrar en el de las chicas, ni loca me metería en el de tíos. Me las apañe para abrir la puerta. Nada mas entrar, apoye a José en la encimera del lavabo. Abrí el grifo y lave la cara de José. Sabía que eso no haría nada, pero a lo mejor lo despejaba un poco. Después cogí papel y se la seque. El no quitaba su mirada de mi.

"¿Que estas mirando?" pregunté.

"Eres jodidamente sexy" dijo tan natural.

Entonces empezó a acercarse. Esta vez no impediría que me besara, tenía tantas ganas como el o incluso más.

Cuando ya estaba apunto de juntar sus labios con los míos, los rozó, cuando unos ruidos procedentes de uno de los servicios hizo que nos aparartaramos del asombro. Bueno, más que ruidos, sonaba más a gemidos.

"Si, más rápido, más fuerte, mas" se escuchaba desde el otro lado de la puerta. Estaba tan concentrada en los sonidos, que no me di cuenta de que ya no sostenía a José. Me gire a buscarlo preocupada de que se me hubiera caído inconsciente, pero no, José estaba pegado a la puerta donde se escuchaban más gemidos. Donde se encontrarán de seguro dos mandriles haciéndolo.

"¿Pero que haces ahí? ¡Ven aquí!" le grite mientras me acercaba para despegarlo de la puerta de un manotazo. "¿Se puede saber que estas haciendo?"

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