Capítulo 7

125 16 2
                                    

Kayla

Me moría por llegar a la oficina y ver a Álvaro. Mi padre y Axel se habían ido de viaje de negocios a Italia lo que significaba que compartía el despacho con Álvaro y tendría más tiempo a solas con él. Me había levantado antes aposta para poder tener tiempo de prepararme. Me vestí con un top rosa que no era ajustado con cuello de camisa blanco y una mini falda blanca también. Entré a la habitación que tenía por zapatero y me recorrí con la mirada todos los zapatos de tacón hasta que di con unos rosa casi iguales que el top. Sonreí y los alcancé. Me los puse y me miré al espejo. Perfecta. Solo tenía que maquillarme y el pelo estaba bien así.

Si quiero gustarle, lo mejor será se natural, sí. Me maquillé lo mínimo y tras cerciorarme de estar perfecta, salí de casa. Esta vez sí que me llevé el coche para llegar pronto. En cuanto llegué al edificio, me metí en el ascensor y subí a la planta veintidós. Me bajé del ascensor tras mirarme en el espejo y volver a asegurarme de estar bien. Fui directa a mi despacho donde me esperaba Álvaro. Abrí la puerta y le vi sentado con un traje azul que me enamoró. Alzó la mirada y se me quedó mirando embobado.

― Buenos días, señor Gango.― dejé mis cosas en mi escritorio y fui al suyo.― ¿qué tal está usted?

― Yo... Emm...― se ajustó la corbata.― Hace calor, ¿no?

― No...― me reí y le dí un beso en la mejilla― ¿cómo está mi hija?

― Nuestra hija...― me corrigió.― Está bastante resfriada... La tendré que llevar al medico.

― Ay pobre mi niña...― hice un puchero.― Pues hoy me iré contigo a casa que sino me quedo sola y así te ayudo a cuidar de Soph, ¿te parece?

― Perfecto.― me sonrió.― Estás preciosa, como siempre, pero... Wow...

― Ay, gracias Álv...― le sonreí.― Me alegra que compartamos despacho...

― Si tú supieras lo que me alegra a mi...― se sonrojó al darse cuenta de lo que había dicho haciendo que me riera.― Por cierto, ha venido antes Julliette, tu secretaria por algo de una entrevista que tienes...

― ¡Casi se me olvida!― di un salto.― Es que hoy tengo la entrevista en persona con un chico que va a entrar a trabajar aquí.

― ¿Debo ponerme celoso porque vayas a estar sola con otro?― le miré sorprendida y él sonrió para después levantarse y agarrarme por la cintura apoyándose en su escritorio.― Responde, ¿no?

― Pues no... No deberías.―me sonrojé por el contacto tan íntimo.― El... El chico me debe estar esperando...

―¿Y? Que espere más.― me acarició la mejilla y cuando se me empezó a acercar me aparté.― Kayla... Si él no está.

― Ya... Es que no quiero engañarle.―él me miró a los ojos y me sentí hipnotizada por su belleza.― Aunque supongo que si no se entera...

Él se me acercó de nuevo y rozó sus labios con los míos. Cerré los ojos y esperé al beso pero justo cuando volvió a rozarlos, tocaron a la puerta. Maldije y me separé de él. La puerta se abrió y se asomó Julliette. Miró a Álvaro con deseo y después se giró a sonreírme falsamente. Zorra. Respondí sonriendo de la misma forma y pegándome de nuevo a Álvaro.

― Kayla, te espera el chico nuevo desde hace un buen rato.― me miró de arriba a abajo con desprecio.

― Julliette, ¿te das cuenta de que me tienes que tratar de usted? No me tutees.― apretó los dientes.― Llévale a la sala de entrevistas y que me espere allí.

Ella asintió y salió. Miré a Álvaro que se aguantaba la risa y le di un golpe en el brazo. Él se rió y me abrazó.

―Si es que casi la matas con la mirada.― se rió.― Eres una celosa...

― Habló.― me crucé de brazos y me separé para irme.― Hasta luego, cari.

―Hasta luego amor.― inesperadamente me dio un pico dejándome en shock.

Reaccioné y cogí lo que necesitaba para la entrevista. Salí del despacho roja como un tomate y fui directa a la sala de entrevistas. Entré y vi a un rubio sentado en una de las butacas. Él me miró y puso cara de sorpresa.

―¿Tú también? No, no soy Elena.―me reí.― Bien, Carlos, empecemos.

Paula

Fui al despacho de Álvaro y Elena para comentarles una propuesta que me habían mandado.

Elena no estaba así que sólo se lo enseñé a Álvaro a quien le pareció una muy buena propuesta. Me dijo que le había dado un pico y se le notaba lo emocionado que estaba por cómo le brillaban los ojos. Qué suerte... Se veía que Elena estaba en una entrevista así que fui a la sala y toqué a la puerta. Me abrió ella sonriendo y la miré de arriba a abajo. Qué arreglada y que destapada...

― Hola, Kayla... Es que necesito comentarte una propuesta urgente, ¿puedo interrumpirte?

―Claro, pasa y lo hablamos aquí.― entré con la mirada en los papeles.― Bueno Carlos, el contrato ya lo firmaste con mi padre así que bienvenido... Mañana empiezas, ¿vale?

― Perfecto, será un placer trabajar con vosotros.― esa voz... No. Alcé la vista y le vi mirándome con una sonrisa maliciosa.― Pues hasta mañana.

― Adiós...― él salió de la sala mientras yo seguía inmóvil.― ¿Paula? ¿estás bien?

― No.― la miré.― Él no puede trabajar aquí ni de broma... Despídele o lo hago yo.

― ¿Qué? ¿Por qué?― preguntó con preocupación.― Es el mejor que encontraré, no le pienso dejar escapar.

― Yo debo estar por encima de él así que lo haré yo.― ella me miró negando.― ¿Qué?

― En verdad, él es superior a ti...― se encogió de hombros.― Lo siento, pero Carlos se queda.

― Joder... ― me senté en uno de los sillones con las manos en la cabeza. Ella me acarició el hombro.― ¿En serio no puedes despedirle?

―De verdad que lo siento Paula pero es que profesionalmente hablando es impecable, el mejor.― se sentó frente a mi.― ¿Es un ex o algo?

― Sí, me engañó...― me pasé una mano por el pelo.― No quiero tener que verle cada día...

― Me sabe fatal pero tendrás que aguantarte.― suspiré frustrada.― Si parece buen chico y creo que aún le gustas.

―No lo dudo, pero el hecho de que me engañara me sigue atormentando. Es algo que duele y muchísimo...

― Lo único que se me ocurre es la venganza... ― nos miramos sonriendo maliciosas.


Stranger |II Temporada de Pillowtalk|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora