Paula
― ¡Paula, espera!― corrió detrás de mi aún abrochándose los pantalones.― ¡Paula, por favor!
― ¡Que no, que me dejes y te vayas ya joder!― llegué al coche y lo abrí. Antes de entrar en él, me cerró la puerta y me giró quedando a centímetros de su cara.― Que te alejes de mi, no me toques.
― Paula, escúchame por favor...― me suplicó acercándose más a mi.
― ¡Que no! ¿Qué me vas a decir? ¿Eh? ¿Lo buenas que son esas zorras? ¡No quiero ni verte joder!
― Paula... Yo te sigo amando y...
― Para el carro. No, tú no me amas, nunca me has amado.―él abrió la boca para hablar y le paré.― No, no intentes justificarte. No me has amado nunca porque sino, no me habrías engañado y no lo estarías haciendo con la zorra esa.
― Pero amor... Vale, sí, he cometido errores y varias veces pero eso no significa que no te ame.― agachó la cabeza.― Ademas, tú ya estás con otro.
― Lo primero, no me llames amor y segundo, cuando me pusiste los cuernos no tenía a otro. Te tenía a ti sólo en mente las veinticuatro horas del día. Solo deseaba verte y estar contigo y a la mínima que me despisté, me engañaste.― sentí que se me formaba un nudo en la garganta.― ¿Puedo irme ya?
― No.
Me besó. Me quedé quieta sin saber que hacer y le empujé alejándole de mi. Me miró sorprendido. Joder, ¿por qué si me encantan sus besos? Soy idiota, le amo y... Espera ¿Le amo? Dios, sí. ¡Le amo, joder! Pero él no lo puede saber porque entonces sólo habré sufrido yo y él saldrá ileso de todo esto. Abrí de nuevo la puerta del coche y me metí en él.
― Paula por favor...― le miré.― No te vayas...
― No tienes derecho a decirme que me quede y lo sabes.― él me miró triste.― Adiós.
― Dame otra oportunidad y si fallo me alejaré para siempre.― me rogó.― Por favor....
― Buenas noches.
Arranqué y me fui. En cuanto le perdí de vista empecé a llorar. No entendía por qué me hacía esto. ¿Por qué me hería de semejante manera y después me decía que me seguía amando? ¿Se burla de mi? ¿Acaso sabe que sigo enamorada de él y por eso me jode tanto? Joder tío. ¿Por qué el amor es un sentimiento tan bonito y doloroso a la vez?
― ¡Paula!― me abrazó Sophia.― Papi Blas me ha llevado al medico y ya estoy mejor...― me hizo un gesto para que me agachara junto a ella. Me agaché y me susurró.― Papi Blas y yo hemos pillado a mami y a papi en el acto.
―¿Qué...?― la miré sorprendida.― ¿Sabes qué es eso?
― No, me lo ha dicho papi Blas.― se rió y la cogí.― Estaban desnudos y se han asustado...
― Bueno Soph, no vayas contando esto que es un secreto ¿vale?― ella asintió y entramos al salón.― Hola... Por favor, no volváis a dejar que os pille en plena acción.
― ¡No ha sido en plena acción!―exclamó Álvaro.― Ya habíamos acabado...
― ¡Já! Acabas de admitir que lo habéis hecho.―dijo Blas riendo.
― ¡Álv!― Kayla se cruzó de brazos.― Se suponía que no lo dirías.
― Lo siento, se me ha escapado.― la abrazó.― Esto no puede salir de aquí ¿eh?
― Que sí, pesado.― le dije.― Kayla, ¿podemos hablar?
― Claro...― se levantó, y tras dejar yo a Sophia con Álvaro, fuimos a la cocina.―¿qué pasa?
― He pillado a Julliette y Carlos haciéndolo.― ella me miró con los ojos abiertos.― En la sala de entrevistas, tía...
― Qué puto asco de gente... Cuando venga mi padre echo a esa guarra.― se quedó pensativa.― Si quieres echo a Carlos...
― ¡No!― exclamé sin darme cuenta y me sonrojé.― Es decir, no sería bueno para la empresa, ¿no?
Ella asintió y se fue al salón riendo.
Subí a mi habitación y me use mi pijama para después bajar con el resto al salón. Sophia estaba ya dormida y los demás discutían algo. No me enteré bien de qué iba la cosa porque me fui a la cocina a por algo de beber. Cogí una botella de vodka y cuatro vasos y volví al salón donde seguían discutiendo de Dios sabe qué. Lo dejé en la mesa y me senté con ellos.
― ¿Qué discutís?― pregunté llenando los vasos.
― Si jugamos a Prueba o verdad o al Yo nunca...― respondió Kayla.― El Yo Nunca es mejor, así nos conocemos.
― Venga vale...― dijo Blas.― Venga, empiezo yo... ¿Tenéis el vodka?― asentimos todos.― Yo nunca...― sonrió pícaro.― He sido infiel.
Bebieron los tres dejándome sola. Nos reímos y rellenamos sus vasos.
― Yo nunca...― prosiguió Kayla.― He mandado una foto desnuda o desnudo a alguien.
Todos nos miramos y bebimos de nuevo riendo.
― Yo nunca...― habló Álvaro.― Me he masturbado pensando en alguien aquí presente.
Él y Blas bebieron y Kayla y yo nos miramos sorprendidas.
― Yo nunca...― esta vez hablé yo.― He pillado o he sido pillado en plena acción.
Kayla bebió, la siguió Álvaro y después Blas dejándome de nuevo sola.
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Stranger |II Temporada de Pillowtalk|
FanficTras verse obligada a abandonar a su prometido Álvaro y su hija Sophia, Elena empieza una nueva vida, con un nuevo trabajo y un nuevo ambiente. Lo que no se espera es que un día despierte con una amnesia que le deja sin saber siquiera quién es en re...