Dios mío... No me esperaba el beso de Blas para nada. ¡Pensé que a esas alturas ya se habría olvidado de mi! Me quedé inmóvil sin saber que hacer. Hiciera lo que hiciera le rompería el corazón; si me separaba le dolería y si se lo seguía volvería a empezar todo de nuevo.
¿Qué podía hacer? Cerré los ojos y... Se lo seguí. Maldita sea. Sentí su sonrisa sobre mis labios e intensificó el beso. Oí algo caerse y nos separamos percatándonos de que Sophia seguía allí y había presenciado el beso. Por suerte ella estaba muy metida en su juego y no vio nada por lo que suspiramos aliviados.
― Lo siento... No debí haber hecho eso.― Me dijo él rascándose la nuca nervioso.
― Blas, te lo he seguido así que...― Nos miramos y sonreímos.
― Mami, tengo sueño...― Se me acercó la pequeña Sophia rascándose un ojo y bostezando.
― Ven conmigo, mi amor.― La cogí y la abracé contra mi pecho.― Descansa mi pequeña...
Ella cerró los ojos y, mientras Blas le acariciaba el pelo, se durmió. Me quedé mirándola embobada en su belleza angelical. Era una niña preciosa y si bien se parecía a mi, empezaba a adquirir rasgos de su padre.
― ¿Quieres que la ponga en la cama de al lado?― Me preguntó Blas sacándome de mis pensamientos,
― Sí, por favor...
Le di un beso en la cabeza a Sophia y él la cogió y se la llevó a la cama de al lado. La arropó y le dio varios besos en la frente para después volver conmigo. Se tumbó a mi lado y clavó sus ojos en mi. Le miré y me sonrojé. Me acarició la mejilla y se empezó a acercar de nuevo hasta volver a tener sus labios sobre los míos. Volví a seguirle el beso pero esta vez sin pararme a pensarlo. Nos separamos al rato y nos reímos.
― Lo siento de verdad.― Dijo Blas entre risas.― Es que me muero de ganas de besarte cada vez que te veo.
― Tranquilo, ya te he dicho que no pasa nada...― Le miré sonriendo.― Al menos ahora no debemos temer que Sophia nos vea.
― Pues sí...― Se puso encima de mi.― Aprovechemos entonces.
― Pero Blas...― Él me besó el cuello haciéndome estremecer y gemir.― Blas, espera, para.
― Perdón... ― Se disculpó apartándose.― Me he dejado llevar.
― Vale, pero digo que si lo vamos a hacer, lo hacemos bien.― Le guiñé el ojo y me quité el vestido que llevaba para después meterme entre las sabanas.― ¿Te metes o tengo que meterte yo?
― Me- me meto...― Respondió nervioso quitándose la camiseta y los pantalones.― ¿Estas segura de esto?― Mientras se metía en la cama.
― Sí.
Le sonreí y le besé. Él me lo siguió y se volvió colocar encima de mi. Por mi parte, abrí mis piernas dejandole espacio para colocarse entre ellas. Él se colocó y sin dejar de besarme empezó a rozarse contra mi. Gemí y él sonrió.
― Parecemos adolescentes...― Rió él y yo sonreí.― ¿Te gusta?
― Sí...― Gemí de nuevo.
― Shh... Intenta contenerte por favor.― Miramos hacia donde estaba Sophia.― Que nos puede oír.
― Tienes razón, perdón.
Él siguió rozándose contra mi haciendo que arqueara mi espalda. Él metió su mano bajo la sabana y apartó un poco la tela de mi tanga. Sophia tosió y nos apartamos rápidamente.
― Joder...― Suspiré.― No le ha gustado que lo lleves tan lejos.
― No si ya...― Tocaron a la puerta.― ¿Esperas a alguien?
― No...― Me levanté de la cama.― ¿Quién es?
― Soy Álvaro.― Respondió al otro lado de la puerta.
― Mierda.― Dijo Blas levantándose de un salto para después coger su ropa e irse al baño.
― Espera Álvaro ya voy...― Me puse un batín de seda y le abrí.― Hola...
― Hola, ¿puedo pasar?
Asentí nerviosa y le dí paso.
― Bonito atuendo...― Bromeó él.― Había pensado que mañana por la mañana podríamos llevar a Sophia a dar una vuelta...
― Claro...― Le sonreí y me senté en la cama.― Así puede que vea que aunque ya no nos queremos como pareja, nos queremos como amigos.
― No pluralices.― Miró a Sophia.―Tú eres la que ha dejado de quererme, yo a ti no.― Suspiré y miré a otro lado.― ¿Hay alguien contigo?
― ¿Qué?― Respondí nerviosa.
― ¿Que si hay alguien contigo?― Señaló a la mesita.― Hay dos móviles...
― Esto...
Me cago en Blas y en el momento en el que le dejé entrar a mi habitación. ¿Qué le podía decir a Álvaro? "Sí, Álvaro. Mientras tú seguramente estabas destroxado por lo que te había dicho, yo estaba enrollandome con tu mejor amigo." ¡No le podía decir eso!
Se oyó que alguien tiraba de la cadena y Blas salió del baño como si nada sonriendo.
― ¡Hola, Álv! ¿Cómo tú por aquí?― Le dijo mientras cogia su móvil.
― Venía a hablar con ella...― Respondió extrañado.― ¿Y tú?
― He estado hablando con ella un rato y ya...― Mintió él.― Pero ya me iba que está muy cansada.
― Oh, no lo sabía...― Álvaro se levantó.― Yo también me voy.― Me dio un beso en la frente.― Mañana pasaré a por vosotras. Mandame un mensaje cuand estéis listas.
― Claro...― Sonreí.― Buenas noches, Alvarin...
Su mirada se iluminó y sonrió anchamente.
― Buenas noches, preciosa.― Me guiñó el ojo y se fue.
Blas y yo nos miramos y suspiramos aliviados.
― Joder qué cagada...
ESTÁS LEYENDO
Stranger |II Temporada de Pillowtalk|
FanfictieTras verse obligada a abandonar a su prometido Álvaro y su hija Sophia, Elena empieza una nueva vida, con un nuevo trabajo y un nuevo ambiente. Lo que no se espera es que un día despierte con una amnesia que le deja sin saber siquiera quién es en re...