Capítulo 2: El encuentro.

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Ya era de día, me levanté, duché, lavé mis dientes y me despedí de mi amiga Lily.

Me encontraba afuera de mi casa, giré la  llave y entré, ahí estaba mi mamá cocinando unas tostadas y cafe.

—Hija, ¿cómo te fue en casa de Lily? —sólo respondí con un simple “Bien”—

—Mamá.. ayer yo.. bueno, terminé con Máx. —Hice una mueca de disgusto, la verdad es que si lo quería, pero las cosas ya no iban bien entre nosotros—

—Oh, Sandy, me alegro tanto, la verdad esque ese tal Máx no era bueno para ti. —Dijo con una sonrisa amplia—

La miré y asenti con la cabeza. No me dispuse a hablar más con ella.

—¿Ya desayunaste? —Me miró—

—Sí, comí algo ligero con Lily. —Mentí, moría de hambre pero no quería que mi madre siguiera diciendo cosas de Máx.—

(...)

Estaba en mi habitación y empezó a sonar mi celular, miré la pantalla y era Lily.

—Hola Lily.

—Hola Sandy, hey, sé que nos acabamos de ver, pero hay una fiesta en el local “Brinx” no sé... tal vez.. ¿quisieras ir conmigo? —Dijo la rubia y fruncí el ceño—

—Lily, sabes lo que pienso de esas fiestas.

—Lo sé Sandy, pero esa fiesta no es cómo las demás, o cómo las de.. tú sabes.. Máx, además nesecitas distraerte un poco.

—Está bien Liliana, pero sólo por esta vez, ¿Ok? —Lily soltó una risita—

—Ok amiga, paso por ti a las 8:00 p.m ponte más guapa de lo normal. —reí en voz baja y colgué la llamada—

Eran las 6:30 p.m. Me apresure a bañarme, deje caer el agua por mi cuerpo y a olvidarme de todo por un rato. Salí del baño, sequé mi cuerpo y el pelo. Del armario saqué un vestido negro con un pico de brillo por la parte de adelante, y unos tacones negros. Me arreglé el pelo y me maquille lo normal, no muy exagerado. Ya eran las 7:50, así que bajé las escaleras y ahí estaban mis padres.

—¿A dónde tan guapa, cariño? —Dijo mi padre—

—Papá, ire con Lily a una fiesta, pero no tardaremos, sólo será un rato, lo prometo.

—¿Cuanto es un rato? No puedes regresar aquí sola, pueden haber muchos maleantes, será mejor que vallas otra vez a casa de Lily. —Dijo y sonreí—

—Claro, padre.

Estaba sentada y de pronto escuché el sonido del auto de Lily, me paré y me dispuse a salir.

Entré a su auto y nos fuimos.

(...)

—Iré por unas bebidas, espera aquí. —Se levantó se su asiento, dispuesta a ir a la barra, pero la detuve—

—No, yo iré.. —Me levanté y caminé hacia la barra, una vez ahí pedí dos bebidas—

Mi vista fue interrumpida por un chico que estaba a lado mío, alto, tez blanca, cabello alborotado y peinados hacia atrás sujetado con una especie de bandana, y unos ojos verde esmeralda realmente hermosos. Vestía unos pantalones ajustados negros, unos botines un poco desgastados color café y una camisa blanca dejando ver unos tatuajes de unas palomas a los lados de su pecho, ese hombre era realmente guapo. Me limité a dirigirle unas palabras.

—Hola, me llamo Sandra, Sandra Edwards ¿Tú cómo te llamas? —Sonreí y el rizado rió por lo bajo—

—¿Y eso a ti que te importa, muñeca? —Dijo en un tono frío y seco, en ese instante mi sonrisa se borró—

—Y-yo sólo quería ser amable. —Hice una mueca de disgusto—

—No lo tienes que ser, conozco las de tu clase. —Me miró de arriba a abajo con una sonrisa de lado—

—¿Disculpa? —Fruncí el ceño—

—Harry, Harry Styles y ahora que lo sabes, ¿Te puedes retirar? —Su tono de voz seguía siendo frío y seco. Este chico me empezaba a caer mal—

—Escucha Harry, yo sólo quería ser amable contigo, pero creo que no se puede. —Hablé un poco sería y enojada—

—¿Crees qué me interesa? —Dijo enojado, así que sólo me dispuse a agarrar mis bebidas e irme—

Llegue al lugar dónde se encontraba Lily, le entregué su bebida y empezamos a tomarlos.

—Hey, ¿por qué tardaste tanto?

—Quise hacerle la platica y ser amable con un tipo, pero me tomó de lo peor. —En verdad quería ser amable, pero ese tal Harry me trató como una cualquiera, y eso no se lo permitiría—

La fiesta realmente transcurrió tranquila, así que como eso de las 2:30 a.m nos decidimos a irnos al departamento de Lily.

Para mi mala suerte ese chico llamado Harry estaba afuera, fumando un cigarrillo pero no estaba sólo, sino con un chico un poco moreno, cabello largo y peinado hacía arriba, tenía unas pestañas realmente grandes y unos ojos color almendra, vestía casi igual a Harry. Al vernos salir no me quitaba la mirada de encima, pero antes de eso él me gritó algo que no logré escuchar muy bien.

—Hey Sandra, fue un gusto conocerte. —Dijo con una sonrisa de lado, ¿él había dicho que fue un gusto conocerme? ¿A mí? Me sorprendió tanto sus palabras que sólo se dibujó una sonrisa en mi rostro, y me fui realmente feliz sin saber si volvería a verlo.  

El criminal |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora